Estamos
ante una novela que pretende hacernos reflexionar sobre la vida, el suicidio y
qué consecuencias podría traernos este último, en relación con lo espiritual
(dado que se menciona en repetidas ocasiones a Dios y otras creencias de
carácter religioso). El autor, Thierry Cohen, la escribió en memoria de un
amigo que se suicidó.
El día de
su cumpleaños, nuestro protagonista decidió revelar sus verdaderos sentimientos
hacia su mejor amiga, Victoria, a quien ha amado en secreto desde que eran
niños. La respuesta de su platónico amor resultó ser negativa, algo que no
sentó nada bien a Jeremy, pues le encaminó a llevar a cabo una difícil decisión
que desencadenaría extrañas consecuencias.
Tras el
rechazo de Victoria, Jeremy sentencia su vida y decide quitársela por medio de
pastillas, alcohol y otras drogas; pero, para su sorpresa, vuelve a despertar.
Se encontraba en el hospital, desubicado y sin noción de lo que le había
ocurrido, aunque lo más desconcertante era el hecho de que su amada estaba
esperando impacientemente su despertar y hablándole de una forma quizá
demasiado cariñosa. Después de intercambiar algunas palabras con la que ahora
era su novia, el protagonista se dio cuenta de que había pasado justo un año
desde su tentativa de suicidio. Un año del que no recordaba absolutamente nada.
La novela
es una historia corta, pero muy bien contada; y también engancha con facilidad,
ya que pretende dejarte intrigado en todo momento para que continúes leyendo
hasta el desenlace. El final es muy emocionante; y a cualquier persona sensible
se le saltarían las lágrimas leyéndolo, lo que hace que la historia se quede
guardada en tu memoria. Personalmente me ha gustado, aunque creo que hay otros
libros de amor mucho mejor narrados que éste. Aun así, si tienes ganas de leer
una historia bonita, fácil y corta, éste sería exactamente el libro que yo te
recomendaría.
Beatriz Carbonell Guerrero (1º Bach E) (2020)
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