Mostrando entradas con la etiqueta Fernando Trías de Bes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fernando Trías de Bes. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de diciembre de 2022

La buena suerte

 


Dos viejos amigos, Víctor y David, eran vecinos hasta los diez años, en un barrio algo bastante pobre, pero un día la familia de David heredó muchas riquezas gracias a un tío suyo que no tenía descendencia. Así que esta familia se mudó para pasar desapercibido, su padre mejoró la empresa, pero cuando llegó la hora de que David siguiese el legado hizo que la empresa quebrase, hasta el punto de tener que deber dinero y estar pasando hambre. Mientras tanto Víctor se puso a trabajar al poco tiempo de que David se fuese, ya que necesitaban el dinero empezó lavando coches y poco a poco fue adquiriendo un trabajo mejor que el anterior hasta formar su propia empresa, una empresa de bolsos. David, sorprendido, no se lo podía creer hasta que Víctor le contó él cuento que lo llevó a la cima narrado por su abuelo.

Este cuento comienza con un mago, Merlín. Este decidió reunir a todos los caballeros del lugar para ofrecerles un reto, que consistía en encontrar el trébol mágico de cuatro hojas que nacería en el Bosque Encantado. Todos los caballeros se vinieron abajo, empezaron a quejarse con que era imposible más tarde a todos decidieron irse, excepto dos caballeros, Nott que estaba montado en su caballo negro y Sid al lado de su caballo blanco. Ambos aceptaron el reto y se pusieron en camino hacia el Bosque Encantado ambos se encontraban en caminos diferentes, estando allí pasaron los primeros dos días hasta llegar a la conclusión de que tenían que hablar con el gnomo ya que él era el príncipe de la tierra, lo sabía todo. Nott le preguntó acerca de la localización del trébol, pero él gnomo le aseguró que era imposible que naciera un trébol aquí y que estaba perdiendo el tiempo, Nott se fue pensando que el gnomo mentía y que no estaba a la altura de él.

A los minutos apreció Sid, el Gnomo cabreadísimo aseguró lo mismo, pero Sid le preguntó el motivo por el cuál no podían nacer ningún trébol, se debía a que la tierra no había sido aireada y se necesitaba abono nuevo ya que este no se había removido nunca.

Entonces eso fue lo que hizo. Sid fue en busca de fertilizante nuevo, cuando lo encontró lo puso en una parte de aquel inmenso bosque, que había acondicionado antes.

En mi opinión el libro es entretenido, se lee con mucha facilidad y aparte aprendes de él. Lo principal que intenta demostrar es que con el trabajo y esfuerzo haciendo algo diferente tendrás buena suerte; en cambio, si esperas a que todo suceda, igual puedes tener suerte en un momento determinado, pero no durará mucho tiempo ya que si no la trabajas es fugaz.

Tiene un detalle el libro y es que te dice bastantes personas que pensaban lo mismo y pone las palabras dichas por ellos como “La suerte ayuda a los osados” (Virgilio).

 

Sheila Sucel Córdoba (2022)

sábado, 25 de diciembre de 2021

El vendedor de tiempo

 


Este libro nos cuenta la historia de un tipo corriente. Tipo corriente (TC) era un hombre que vivía en Un Sitio Aleatorio y cuya obsesión de pequeño era el estudio del sistema reproductivo de las hormigas de cabeza roja. Debido a la falta de tiempo y nota, no pudo cumplir su sueño. Entonces no tuvo elección y estudió lo que siempre quisieron sus padres para él y desde entonces su vida solo giraba en torno del estudio y el trabajo en IBN. Más tarde se casó con MTC, con quien más tarde tuvo dos hijos. Vivían juntos en una pequeña hipoteca, y quería un tercer hijo, pero debido a su pequeña vivienda no pudo ser. Su reflexión quedó en que había vendido todo su tiempo, es decir, el sistema posee casi todo su tiempo, pero no le debe nada.

MTC se dio cuenta de su obsesión por las hormigas de cabeza roja por lo que lo llevó a un psicólogo, Dr. Ché, quien le recomendó apuntarse a un curso de marketing para emprendedores pensando en que iba a estar tan distraído que olvidaría su obsesión. Pero no creyó que TC podría completarlo y seguía siendo él mismo. Más tarde, TC decidió despedirse de su empresa y montar una suya. Al final recurrió al tiempo, que es lo que más necesitaban las personas de Un Sitio Aleatorio. Lo vendía en frascos de orina de 5 minutos. Su esposa, sorprendida y confundida por su negocio, decide darle una semana para tener suficiente dinero para su vivienda.

Esa misma semana, TC fue a patentar su producto y consiguió su permiso de venta. Visitó tiendas, cafeterías, restaurantes, pequeños comercios por la ciudad para vender su producto, pero desgraciadamente nadie lo aceptó. Entonces se fue rendido a su mejor amigo, David, y dejó sus frascos en su tienda y asombrosamente David consiguió venderlos y crearle un anuncio en televisión. Con el tiempo, la venta de los frascos de 5 minutos fue un éxito, entonces había aumentado su producto a 2h. Esto cada día conllevaba perjuicio para las empresas, las personas usaban su tiempo para salir del trabajo, para usarlos en sus gustos personales y no estaban en el su empleo cuando era necesario. Después pasó la duración pasó a una semana, por lo que el gobierno y compañía decidió intervenir: instauró una ley que caduca el uso del tiempo en 15 días. Ya que TC tenía miles y miles de minutos acumulados para la venta, decidió venderlo en cantidades de 35 años y permitió a las personas pagarle con sus muebles, pisos, casas, etc. A mediados de los días, casi toda la ciudad había consumido esos contenedores de 35 años. Las personas ya no trabajaban, ya nadie podía comprar los pisos y muebles que tenía TC, y el sistema estaba en una completa quiebra.

TC fue juzgado por arruinar el país, y fue condenado a pena de muerte, pero cuando estaba en la silla eléctrica a punto de ser ejecutado, entró el presidente de Gobierno y le amenazó con arreglar su error. La solución que optó fue: «El T es $», se trataba de cambiar tiempo real por tiempo económico.

 

Soumia Mouni (2021)