Mostrando entradas con la etiqueta Miguel de Unamuno. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Miguel de Unamuno. Mostrar todas las entradas

martes, 7 de febrero de 2023

San Manuel Bueno, mártir

 


En esta narración se representa principalmente la historia de un párroco de una aldea de Valverde de la Lucerna se acentúa un fuerte distintivo cristiano por las citas bíblicas y episodios de la vida de Cristo, su contenido se basa en torno a una idea fija de la inmortalidad y la fe, se dejan ver grandes acontecimientos y el lenguaje refleja la sencillez de la narradora, Ángela Carballino, que a sus cincuenta y tantos años relata sus recuerdos de vida sobre Don Manuel, el bueno con la continuidad cronológica, una historia con fe en el consuelo de la vida, fe en el contento de la vida después de la muerte, también revela un deseo constante de consolar al pueblo fortaleciendo sus creencias, aunque sea predicando un mensaje que él mismo no cree y que al final la propia Ángela con su reflexión concluye que tanto su hermano como Don Manuel murieron creyendo en no creer pero creyendo en la desolación activa, en el último momento antes de su muerte; se entiende dentro del relato que si Don Manuel y su discípulo Lázaro (hermano mayor de Ángela) hubiesen confesado a la gente su estado de creencia, el pueblo no les habría entendido, ni creído, sino que solo estimarían sus obras y no sus palabras.

 

La historia me dejó como mensaje que la fe es un sentimiento de vivencia individual, casi parecido al concepto de autoestima, es decisión de cada quien creer o no creer, muchos creen en la existencia de algo que no es palpable, o hasta en el hecho de dar sin mirar a quién, aprender a vivir llenándonos de ilusión y con un propósito de vida, a no aferrarse por conseguir respuestas que quizás no tengamos en el momento, a respetar el lugar que cada ser humano ocupa en el planeta y a ser felices sin exigir tanto.

 

Victoria Alejandra Peña (2023)

miércoles, 12 de marzo de 2014

Niebla



La historia da comienzo cuando Augusto va caminando por la calle y ve a una mujer de la que queda enamorado a primera vista. Ésta es Eugenia, a la que sigue hasta su casa. Se interesa por saber de ella y le pregunta a su criada Rosario, pero cuando la criada conoce las intenciones de Augusto, le avisa que será rechazado. Augusto aun así insiste y tras varias visitas le confiesa su amor a Eugenia, pero ésta lo rechaza porque está con Mauricio. Otro personaje que aparecerá en la historia será Víctor, amigo de Augusto, con el que se desahogará. A lo largo del tiempo y con la ayuda de los tíos de Eugenia y la criada (que no les cae en gracia Mauricio), Augusto consigue que Eugenia le corresponda, pero no de la manera que a él le hubiese gustado porque al final se descubren ciertos engaños por parte de ella. Muy triste, Augusto se plantea el suicidio, pero antes decide ir a visitar a Miguel de Unamuno a Salamanca porque sabe que ha escrito sobre ese tema. La visita de Augusto a Unamuno dará un gran giro a la historia y meterá tanto al lector como a los propios personajes en una gran confusión por no saber que es la realidad y que es la ficción.
El libro es ameno, y conforme vas avanzando te engancha más por tantas cosas inesperadas que ocurren. Algo muy sorprendente es ver como el propio Miguel de Unamuno se mete en la historia que escribe. Otra de las cosas que me ha llamado mucho la atención es cuando Orfeo, el perro de Augusto, a través de un monólogo interior, hace una crítica al ser humano que, desde luego, hace reflexionar. Sin duda alguna, un libro muy recomendable.

Patricia Díaz Clemente (2º Bach D) (2014)