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domingo, 19 de junio de 2011

Los juegos atlantes


El rey Fedor IV ha muerto, y no hay un sucesor que gobierne en la Atlántida. Con todo el revuelo, los rebeldes deciden aprovechar el momento e imponer a Branko, su líder, como rey. Esta idea no gusta nada a los atlantes, pues siempre han sido rivales. Pero cuando Branko propone unos juegos y pruebas con un suntuoso premio de recompensa, como comienzo de su reinado, los ciudadanos aceptan. Por otro lado, Sebastián pasa a través de una cámara situada en Santillana del Mar al continente perdido en busca de respuestas sobre sus orígenes y la muerte de sus padres. Allí conoce a Tristán, y juntos participan en los juegos. Cuando los tres elegidos se enteran de que él es uno más de ellos, Sophia se pone a investigar, pues hay cosas que no encajan. Ibrahim se encuentra junto a Stel, su nuevo amigo, y juntos practican magia y hechizos con Celestine, sobre la cual había la creencia de que era una malvada bruja. Todos estos personajes y Cassandra, la pitonisa, intentarán desenmascarar al traidor, en un ambiente de descubrimiento, sabiduría, magia, que proporcionarán los magos de la Orden de los amuletos, y todo ello en el ambiente de unos juegos que ocultan más de lo que parece.

Este libro ME HA ENCANTADO. De todas formas no esperaba menos, pues la primera parte es muy interesante y éste estaba deseando leérmela. A todos los que queráis disfrutar de estas obras como yo, os recomiendo que os leáis las dos partes, porque la segunda no se puede entender bien si no lees la primera antes.

Claudia García Cobarro (2º ESO A. 2011)

sábado, 8 de enero de 2011

Crónicas de la Atlántida


La Atlántida, también llamada el continente perdido, atraviesa un mal momento. Como ya decía la pitonisa Cassandra, el continente iba a sufrir multitud de problemas. En primer lugar, Fedor IV, el rey, desaparece misteriosamente. También son robados los anillos de oro, plata y oricalco que protegían al continente de invasiones y peligros exteriores (ambos sucesos son obra del malvado Akers)….
Aunque los habitantes no lo saben, sus antepasados construyeron unas cámaras ubicadas en 10 lugares del mundo, todos muy lejanos, pero, preparados para ser utilizadas en caso de emergencia. Como no iba a ser menos, ésta era una situación así, por lo que desde Roma, Creta y Egipto, llegan Tristán, Sophia e Ibrahim, tres muchachos jóvenes, como anunciaba la profecía, cuyas características eran fuerza, sabiduría y magia, respectivamente.
Todos tendrán que superar diversos peligros: enfrentarse a una enorme serpiente marina, adentrarse en el bosque de Ella (cuyo pasado es de lo más escalofriante), escapar de unos seres cubiertos de barro….Pero el tiempo se agota y los anillos son cada vez más frágiles, por lo que tienen que darse prisa. Además, por el camino sufrirán alguna que otra traición y sorpresa……
¡ES PERFECTO, FANTÁSTICO, EMOCIONANTE… ¡
Tiene de todo: aventura, misterio, intriga, compañerismo, sorpresas, amor, diversión, fantasía… ¡La Atlántida es un mundo mágico!


Claudia García Cobarro (2º ESO A. 2011)

martes, 28 de diciembre de 2010

Elliot Tomclyde


Elliot, de 12 años, vive en Quebec, una ciudad del norte donde cada año se celebra una fiesta con un desfile de carrozas y la construcción de un muñeco de nieve, Bonhomme. Este año es su quincuagésimo quinto aniversario; y la fiesta, especial.
Un día, Elliot y sus amigos estaban jugando a una batalla de bolas de nieve cuando aparecieron Gorkky y sus amigos, unos matones. Se metieron con ellos, pero ocurrió algo asombroso: cuando Gorkky iba a hacer una enorme bola de nieve se le quedaron las manos atrapadas en la tierra, quedando así humillado. Este hecho, Elliot lo tomó como signo de buena suerte.
Los padres de Elliot lo inscriben en un campamento de supervivencia para después del curso y él espera impaciente su llegada, hasta que llegó el día.
Tras llegar al campamento, quiso explorar los alrededores, un bosque en cuyo centro había una enorme secuoya. Entonces creyó ver algo o a alguien; y echó a correr, volviendo al punto de partida.
Después de la cena, Elliot volvió a ir al bosque y vio a una chica que estaba siendo atacada por unos monstruitos. Los ahuyentó y comenzó a hablar con la chica, que era de lo más rara; hasta que de repente esta se esfumó.
Elliot volvió al campamento y durmió como pudo.
A la mañana siguiente, saludó a uno de sus compañeros de habitación mientras se vestía. No le contestó.
Tras una larga caminata hasta un lago, pudo comprobar que nadie le hablaba, era como si no estuviese… Encima de una roca, en el lago, una figura con una túnica estaba hablando con él. Era Goryn, y le explicó que el hecho de ver a esa chica la noche anterior era muy raro. Le dijo todo lo relacionado con la magia elemental, las ciudades y los magos y criaturas mágicas, a lo que Elliot respondió quedándose perplejo.
Tenía que ir a ver al Consejo, para decidir que hace con él, pues el contacto con el mundo mágico era extraño.
Goryn le llevó a una ciudad llamada Hiddenwood, donde el Consejo decidió qué hacer con él. Dejaron que volviera al campamento, pero a cambio Goryn lo vigilaría hasta que pudiese hacer la prueba para determinar a qué elemento pertenecía.
Así transcurrió el campamento, hasta que una mañana Goryn no apareció.
Llegó la hora de partida para Quebec y Goryn no regresaba. ¿Había sido todo imaginación de Elliot?
Un día, en la casa de los Tomclyde, Goryn apareció por el espejo de la habitación de Elliot junto con un miembro del consejo. Elliot tenía que irse a cursar en una escuela de magia. Después de explicárselo a sus padres (difícil tarea) Elliot se marchó.
Este nuevo año estará cargado de sorpresas para él.


Chulísimo, aunque corto, estoy deseando tener en mis manos la segunda entrega. Para ser de un tema ya muy quemado (la magia) es bastante original. Creo que le gustará a cualquier lector con ganas de divertirse y al que le guste la fantasía.


Álvaro Parra López (2º ESO B. 2010)