
La chica del andén de enfrente es una novela realista que trata sobre el fragmento de la vida de dos gemelos que son totalmente diferentes en personalidad, que cambian y se dan cuenta de todo lo que tienen en común gracias a dos chicas que aparecen en sus vidas.
Miguel y Eduardo, dos gemelos iguales en apariencia y distintos en carácter.
Miguel es un fiestero que se conoce todos los garitos de Madrid, se considera un triunfador con las chicas y el típico gracioso de toda clase.
Eduardo, sin embargo, prefiere quedarse en casa leyendo un libro tras otro, fumándose un pitillo o viendo su programa de televisión favorito, ese en el que sale la chica de sus sueños, Yolanda.
Una noche de viernes, como siempre, Miguel sale con sus amigos a beber y a conocer chicas. Miguel esa noche fija el objetivo en una francesa, pero a partir de ese momento no se acuerda de nada más. Cuando se despierta en casa a la mañana siguiente encuentra en su bolsillo un papel con un número de teléfono y la frase “Si te acuerdas de mí, cosa que sinceramente dudo, llámame’’.
Mientras tanto Eduardo se ha quedado en casa y por la noche decide probar el nuevo ordenador. Ingresa en una página web, y al darle a la categoría ‘’Literatura’’, pincha justo encima en ‘’Amistad’’. Ahí por casualidad empieza a hablar con una chica de Madrid que dedica su vida a ayudar a los demás.
El lunes, Eduardo le dice a Miguel que a partir de ese día él se irá en bus en vez de en metro con su hermano. La distancia entre los hermanos es cada vez mayor.
Miguel decide llamar a ese misterioso número de teléfono, y descubre que no es la francesa con la que estuvo esa noche, sino otra chica que no consigue recordar. Deciden quedar, y la chica le cuenta que él vino borracho a ella, y que empezó a decirle cosas sin sentido. Ella le ayudó a llegar a casa y le dejó la nota en su bolsillo, pero que se arrepiente de haberlo hecho. Al final Miguel y esa chica empiezan a salir, y Miguel acaba enamorándose. Esa misma noche la chica tiene que volver a llevar a Miguel a su casa, y allí Eduardo descubre que esa chica es Yolanda.
Miguel para tratar de impresionar a Yolanda, imprime los relatos que escribe su hermano y se los entrega a Yolanda diciendo que son suyos. Yolanda se da cuenta y, enfadada, lo deja.
Mientras Eduardo ya ha quedado con esa chica del chat, y resulta ser su chica ideal, Irene. Pero al despedirse ella le dice que en verano tendrá que irse por toda España a hacer reír a los niños de los hospitales.
Miguel, una tarde, mientras Eduardo queda con su chica, decide escribir una historia, y se la deja a Eduardo en su cama para que la lea. Eduardo impresionado decide volver a ir en metro con su hermano. Esto hace que empiecen a hablar sobre sus problemas, y Eduardo le ayude a reconciliarse con Yolanda.
La novela termina anunciando un viaje entre los cuatro por todos los hospitales de España haciendo reír a los más pequeños.
Miguel y Eduardo, dos gemelos iguales en apariencia y distintos en carácter.
Miguel es un fiestero que se conoce todos los garitos de Madrid, se considera un triunfador con las chicas y el típico gracioso de toda clase.
Eduardo, sin embargo, prefiere quedarse en casa leyendo un libro tras otro, fumándose un pitillo o viendo su programa de televisión favorito, ese en el que sale la chica de sus sueños, Yolanda.
Una noche de viernes, como siempre, Miguel sale con sus amigos a beber y a conocer chicas. Miguel esa noche fija el objetivo en una francesa, pero a partir de ese momento no se acuerda de nada más. Cuando se despierta en casa a la mañana siguiente encuentra en su bolsillo un papel con un número de teléfono y la frase “Si te acuerdas de mí, cosa que sinceramente dudo, llámame’’.
Mientras tanto Eduardo se ha quedado en casa y por la noche decide probar el nuevo ordenador. Ingresa en una página web, y al darle a la categoría ‘’Literatura’’, pincha justo encima en ‘’Amistad’’. Ahí por casualidad empieza a hablar con una chica de Madrid que dedica su vida a ayudar a los demás.
El lunes, Eduardo le dice a Miguel que a partir de ese día él se irá en bus en vez de en metro con su hermano. La distancia entre los hermanos es cada vez mayor.
Miguel decide llamar a ese misterioso número de teléfono, y descubre que no es la francesa con la que estuvo esa noche, sino otra chica que no consigue recordar. Deciden quedar, y la chica le cuenta que él vino borracho a ella, y que empezó a decirle cosas sin sentido. Ella le ayudó a llegar a casa y le dejó la nota en su bolsillo, pero que se arrepiente de haberlo hecho. Al final Miguel y esa chica empiezan a salir, y Miguel acaba enamorándose. Esa misma noche la chica tiene que volver a llevar a Miguel a su casa, y allí Eduardo descubre que esa chica es Yolanda.
Miguel para tratar de impresionar a Yolanda, imprime los relatos que escribe su hermano y se los entrega a Yolanda diciendo que son suyos. Yolanda se da cuenta y, enfadada, lo deja.
Mientras Eduardo ya ha quedado con esa chica del chat, y resulta ser su chica ideal, Irene. Pero al despedirse ella le dice que en verano tendrá que irse por toda España a hacer reír a los niños de los hospitales.
Miguel, una tarde, mientras Eduardo queda con su chica, decide escribir una historia, y se la deja a Eduardo en su cama para que la lea. Eduardo impresionado decide volver a ir en metro con su hermano. Esto hace que empiecen a hablar sobre sus problemas, y Eduardo le ayude a reconciliarse con Yolanda.
La novela termina anunciando un viaje entre los cuatro por todos los hospitales de España haciendo reír a los más pequeños.
Isabel Clemente Díaz (1º Bach F. 2011)