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miércoles, 27 de mayo de 2015

El amor en los tiempos del cólera



Leyendo este libro, nos damos cuenta de que estamos frente a una novela en la que el amor es el principal protagonista, y al que le sigue desde muy cerca la muerte.
Hay un triángulo amoroso entre Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino.
El libro comienza haciéndonos partícipes de la historia de amor adolescente entre Fermina y Florentino. Ella es una chica de clase media alta que vivía con su padre y su tía Escolástica. La madre de Fermina falleció cuando ella aún era pequeña.
Florentino, en cambio, era un joven solitario, tenía el aspecto de un enfermo, y era misterioso. Además trabajaba como telegrafista y vivía con su madre, Tránsito.
Él se enamoró locamente de ella y empezaron una relación epistolar de la que hicieron testigo a Escolástica.
Cuando el padre de Fermina, Lorenzo Daza, se enteró de este amor y de que Escolástica, su propia hermana, había estado cubriendo a los jóvenes, éste la echó de su casa rompiendo el corazón de Fermina, pues su tía era como su madre. Y no sólo eso, sino que le dijo a su hija que se olvidase de Florentino, que era un muchacho con un porvenir dudoso y sin una fortuna notable.
Lorenzo veía en su hija la única forma de ascender socialmente, por eso quería casarla con un buen hombre que le deparase un buen futuro.
Para conseguir que Fermina olvidase a Florentino, se la llevó de viaje. Al regresar de éste, efectivamente, Fermina se dio cuenta de que el amor y sentimientos que había compartido con ese muchacho habían sido solamente una mera ilusión y se lo hizo saber a Florentino partiéndole el corazón.
El cólera era una enfermedad que amenazaba constantemente a la población y se llevó numerosas vidas. Fermina cayó enferma y se pensó lo peor: que estuviese contagiada de cólera.
Un buen médico recién llegado de París, Juvenal Urbino, fue a tratarla y para tranquilidad de todos comprobó que la enfermedad de Fermina no se trataba de cólera. 
En esa visita médica, Juvenal se fijó en Fermina, e intentó con el permiso de su padre cortejarla. Lorenzo estaba orgulloso de que un hombre así quisiera la mano de su hija así que intentó todo lo que estaba en su mano para lanzar a su hija a los brazos de ese médico. 
Finalmente, tras algún tiempo, Fermina y Juvenal se casaron, tuvieron hijos y compartieron su vida juntos.
Habían pasado ya muchísimos años y Florentino estaba al tanto de la vida de Fermina, y todas esas esas noticias le partían un poco más el corazón, pero no servían para que el perdiera la esperanza de volver a reconquistar en un futuro al amor de su vida, Fermina. 
Mientras esperaba la ocasión para volver a reiterarle su amor, él tuvo mas de 600 amantes, sin que ninguna pudiera disminuir ni en una pizca sus sentimientos hacia Fermina. La que se quedó con su virginidad fue Rosalba. Más adelante vinieron otras mujeres como la viuda de Nazaret, y otras con las que mantuvo relaciones mas duraderas como Olimpia Zuleta o Sara Noriega, otras llenas de ternura como la de América Vicuña.
Finalmente, llegó el día en el que Florentino vio la oportunidad de recuperar el amor de Fermina, y fue en el velatorio del doctor Juvenal. El médico tuvo un accidente trivial intentado rescatar a su loro de compañía.Para ello tuvo que subirse a una escalera, en la que resbaló y cayó perdiendo la vida.

Cuando Florentino se presentó allí y Fermina lo vio, su reacción fue la de echarle de su casa, muy enfadada. Pero finalmente, fueron teniendo citas y pasando largos ratos juntos, hasta que un día decidieron montar en un barco con la bandera del cólera alzada para que éste no parase en ningún puerto. Así retomaron nuevamente su historia de amor. Un amor que duraría para siempre.

Gloria Vicente Gil (2º Bach) (2015)

lunes, 13 de mayo de 2013

El amor en los tiempos del cólera



Esta novela, del célebre Gabriel García Márquez, cuenta la historia de amor entre tres personajes, Florentino Ariza, Fermina Daza y Juvenal Urbino.
Toda la obra se desarrolla en un pueblecito caribeño de La Manga. Allí con tan solo 13 años Fermina conoce a Florentino, poco más mayor que ella. Fermina era una chica de carácter, pero muy comedida debido a la imponente figura de su padre; su madre murió cuando ella era muy pequeña. El único apoyo de Fermina era su tía Escolástica, que hacía de madre, tía y amiga a la vez. Su corta familia y ella se habían instalado allí hace poco por negocios del padre. Una vez instalados, Florentino se enamora perdida e irremediablemente de Fermina, a quien empezará a  “espiar” sin que ella lo sepa, esperándola en el parquecito de Los Evangelios, desde donde la verá pasar del colegio a su casa y del colegio a casa mientras aparentaba estar leyendo. Pronto, se atrevió a hablarle y empezaron una relación epistolar. Las cartas poco a poco se hicieron más frecuentes e intensas, y ambos no podían dejar de escribirse. Sin embargo, cuando el padre de Fermina, Lorenzo Daza, se entera de este carteo entre su hija y el que parecía ser un don nadie decide cortar por lo sano. Fermina y su padre parten a lo que será “el viaje del olvido” volviendo a su tierra natal, teniendo que realizar una travesía tortuosa. Sin embargo Florentino al ser telegrafista se las arregla para continuar hablando con Fermina durante este viaje, que durará 4 años. Este viaje cambiará el rumbo de la novela.
A la vuelta de este largo viaje, ya en La Manga otra vez, Fermina y Florentino se encuentran inesperadamente en el mercado del pueblo. Florentino deseoso de verla se llevará una gran decepción pues Fermina, su “diosa coronada”, termina la relación con un simple “No, por favor. Olvídelo”. Así comienza el arduo camino de Florentino, el de la espera, una espera que durará casi 50 años y que se verá amenizada por varias amantes, con las que aprenderá el arte del amor. Fermina Daza por un “error clínico” conoce al que será su marido, Juvenal Urbino, un joven doctor que había estudiado en Europa, el soltero más codiciado de la ciudad. Juvenal Urbino quedará sorprendido por la fuerza y la tenacidad del carácter de Fermina con la que decidió casarse pues era una mujer práctica y con la que podría construir algo parecido a la felicidad. Fermina, en un arrebato de celos aceptó casarse con él. Esto le hará arrastrar un sentimiento de culpa durante toda su vida, pues sentía que había abandonado a Florentino Ariza. Comienza así un matrimonio con un amor que irá haciéndose poco a poco, mientras Florentino tendrá como única ilusión retomar el amor de su vida cuando Fermina quede viuda. Durante ese casi medio siglo, Fermina y Juvenal conocerán Europa, tendrán varios hijos y serán la pareja de la ciudad, participaban en todos los actos lúdicos del lugar, Los Juegos Florales, el primer viaje en globo, etc. Fermina fue una mujer que se resignaba al papel de la mujer de su época. Por su parte, Florentino irá ascendiendo poco a poco en la escala social para ser digno de Fermina, convirtiéndose en el director de La Compañía Fluvial del Caribe, gracias a la ayuda de su tío y personajes tan importantes como Leona Cassiani, “la verdadera mujer de su vida aunque ni él ni ella nunca lo supieran nunca“.
Al final, la muerte algo inesperada y torpe de Juvenal Urbino, hizo que Florentino pudiera retomar la relación con Fermina. Tenía que conquistarla de nuevo, y lo consiguió. Ahora, estos dos ancianos de nuevo enamorados se embarcarán en el “viaje sin fin”, amparados por la bandera del cólera a lo largo del río Magdalena.

Rosana Esquinas López (2º Bach C. 2013)