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lunes, 30 de enero de 2023

Los misterios de Madrid

 


Una noche de marzo, Sebastián Guadalimar; aristócrata, multimillonario y director de la cofradía más antigua de la Semana Santa de Mágina, llama a Lorencito Quesada, corresponsal del diario Singlatura y recepcionista de una tienda de telas, para que vaya a la sacristía de urgencia para hablar con él. 

Cuando llega Don Sebastián le cuenta que les han robado la imagen del Santo Cristo la de Greña. Sebastián le detalla el caso y le cuenta la importancia de que nadie se entere de que han robado al Cristo quedando menos de tres semanas para la Semana Santa, y cuando Lorenzo le dice que llame a la policía Sebastián se niega afirmando que conoce al autor del caso ya que han encontrado una prueba que les da un único sospechoso: Matías Antequera, el astro de la canción española; al que Lorenzo había entrevistado para la radio local y fiel devoto a la cofradía de la Virgen de los Siete Dolores. Sebastián Guadalimar le pide ayuda a Lorenzo para que vaya a la capital española esa misma noche para que pueda recuperar al Cristo antes de que tenga que salir el Domingo de Ramos. 

Una vez en Madrid, Lorenzo se dirige a lo que una vez conoció como la pensión del señor Rojo y ahora no es ni más ni menos que un dormitorio, antes de irse a dormir suena el teléfono, pero al contestar no hay nadie en la otra línea. Es despertado cuando el teléfono vuelve a soñar y llaman a su puerta, al abrir la puerta un repartidor de origen oriental le da un sobre y se marcha, mientras que al coger el teléfono vuelve a suceder lo mismo que la primera vez: no hay nadie en la otra línea; al abrir el sobre cree ser víctima de una mala broma hasta que cae una de las uñas del Cristo de la Greña y si no es poco vuelve a recibir otra llamada, solo que esta vez quien está al otro lado es Matías Antequera quien le pide que no crea a nadie antes de tras un golpe colgar. En ese momento Lorencito abandona su habitación para ir a buscar a Matías Antequera al Corral de Fandanga pero allí solo le dan malas noticias: Martín se ha ido de gira a Japón. Mientras recorre las calles sin saber a dónde ir, un chino empieza a perseguirlo con una cámara y cuando consigue perderlo se encuentra en un mirador, donde por la espalda alguien lo inmoviliza y lo pone encima del barranco. Pero solo es una broma de Pepín Godino, un triunfador de su pueblo que lleva años viviendo en Madrid, quien lo lleva a comer a un restaurante lujosísimo y empieza a pedir y a preguntarle por su estancia en la pensión del señor Rojo, mas cuando llega la cuenta sale con prisa sin pagar y Lorenzo cae en que en ningún momento le ha dicho donde se alojaba. 

Mientras que recorre Madrid para volver a su pensión se fija en una tienda donde se ofrece pelucas y una de ellas idéntica a la de Matías Antequera, pero cuando le pregunta al dependiente esté con gran temor le cuenta cómo a punta de pistola le amenazaron hace tres días para robar uno de los peluquines. Por la noche, Lorencito Quesada vuelve a ir al Corral de Fandanga y mientras las bailaoras actúan no puede evitar darse cuenta de que una de ellas a la que ha visto antes no puede parar de fijarse en él, pero también se fijan los jefes del lugar y parece que le van a impedir huir, mas la bailaora rubia le ayuda a escapar y queda con él para hablar en el Café Central. Una vez allí se reúnen en el baño para hablar y la bailaora rubia le cuenta cómo fue el secuestro de Matías Antequera, pero tan rápido como llegó más rápido desaparece la bailaora. 

Mientras salía del Café Central, se vuelve a encontrar con Pepín Godino y este le lleva a un prostíbulo, le deja con una prostituta pero durante la sesión entra el chino que le entregó el sobre el primer día intentando apuñalarlo pero Lorenzo le deja inconsciente y huye del lugar. A la mañana siguiente, Lorencito se encuentra rodeado de mendigos a punto de darle una paliza por suerte consigue entrar y mientras espera para besar el pie del santo entiende las palabras que le pidió a la bailaora rubia Matías Antequera y sale disparado hacia allí. Una vez llega al Universo de los Hábitos, consigue llegar a la trastienda y mientras se oculta, encuentra un sótano donde se encuentra la imagen del Cristo de la Greña. Se encuentra atrapado en el sótano cuando llegan los secuestradores del Cristo de Greña que no son otros que Bocarrape y Bimbollo, dueños del Corral de Fandanga, y Pepín Godino; quienes le cuentan su plan de asesinarlo igual que hicieron con Matías Antequera y hacerle firmar como que ha sido él el cómplice y asesino del famoso Matías. Mientras que es transportado Lorenzo Quesada consigue librarse de las ataduras y de milagro sale vivo de la camioneta. 

Consigue coger un autobús hasta el centro de Madrid, donde tiene previsto ir al despacho de Pepín a cantarle las cuarenta, pero cuando llega se encuentra a Pepín con una herida de arma blanca y con su último aliento le dice donde se encuentra la imagen del Cristo de Greña para que lo lleve otra vez a Mágina. A la salida, se encuentra con la bailaora rubia quien lo lleva a su casa y al levantarse se da cuenta de que la llave que le entregó Pepín Godino no estaba igual que Olga. Cuando va a los almacenes donde se guardaba el Cristo Olga lo engaña y lo lleva ante su jefe, dándose cuenta de que no solo se trata del robo de la imagen de un Cristo, sino que es un asunto mucho más grande de lo que Lorenzo Quesada ha podido imaginarse alguna vez. 

El libro me ha parecido interesante, pero la larga descripción que incluso llegaban a ser capítulos enteros me ha hecho el libro muy pesado. Me ha gustado la inocencia y fidelidad de sus creencias de Lorencito Quesada, los primeros giros de la trama fueron un poco previsibles pero los demás no y hay que aplaudir al escritor por escribir un libro tan centrado en la religión y con matices del Madrid antiguo y peligroso, que hoy en día sigue siendo, pero no se aprecia tanto.

Lucía Gadea Monreal (2023)

jueves, 21 de enero de 2021

El dueño del secreto

 


El protagonista, un joven pueblerino cuyo nombre se desconoce, llega a Madrid en 1974 para estudiar Periodismo y con ganas de luchar contra la dictadura franquista. Encuentra trabajo como mecanógrafo de un abogado, Ataúlfo Ramírez, con quien establece una amistad y recorre los restaurantes y clubes más selectos de la capital. Una vez ganada la confianza de Ataúlfo, este le confiesa que es el secretario general de la Federación Anarquista Ibérica. Mientras tanto, Ramón Tovar, un paisano del protagonista llega a la capital para compartir habitación con él, mientras trabaja de mecánico en un taller. Las semanas iban transcurriendo hasta que un día, Ataúlfo citó al joven periodista. En esta quedada le propuso unirse a la próxima conspiración contra Franco. El único requisito era que debía de guardar el secreto. Sin embargo, no cumplió su promesa, y acabó confesándoselo a Ramonazo, quien más tarde se lo contó a su novia y a otro paisano. Debido a este grave error, detuvieron a generales, Ataúlfo desapareció y Ramón huyó sin llevarse nada hacia Barcelona. Por lo tanto, a nuestro protagonista no le queda otra que volver a su pueblo, donde continúa su antigua y simple vida y, una vez adulto, recuerda sus tiempos en la capital.

El dueño del secreto se trata de una novela que en sus pocas páginas es capaz de introducirnos en el Madrid franquista y en sus acontecimientos más relevantes. Con el lenguaje claro que presenta, la fluidez de la historia y el final melancólico, hace que se convierta en una lectura apetecible y bastante educativa para aprender la historia de nuestro país. Sin embargo, me ha llevado a darme cuenta de lo poco informados que estamos los jóvenes de hoy en día sobre los acontecimientos que ocurrieron en nuestro país hace poco tiempo. Muchos conceptos desconocidos, que han provocado en mí una lectura de las más difíciles que he hecho nunca.

 

Lucía Tomás Lozano (2021)