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martes, 26 de abril de 2011

El extranjero



Meursault recibe una notificación por la muerte de su madre. En respuesta a ello no siente la necesitad de llorar por ella ni siente pena ni nada que haga ver que la que ha fallecido sea una persona querida.
En el velatorio todos se quedan extrañados ante este comportamiento.
Meursault tiene una personalidad peculiar y un modo de vida en el que no le importa nada, vive la vida porque le ha tocado y no puede evitarlo, es un existencialista.
Con sus “amigos” y su amante, Marie, se comporta de manera similar.
Un día un amigo vecino suyo le pide una serie de favores que al final lo llevan a asesinar a un árabe.
La policía lo detiene por asesinato, y en los interrogatorios todos los que charlan con él se quedan perplejos por la personalidad del hombre, que ni se defiende ni da explicaciones. Sólo habla cuando tiene que hablar y dice las palabras que cree correctas en ese momento.
En su juicio por asesinato es cuando Meursault siente la necesidad de hablar ya que su abogado no deja de justificarlo. ¿Por qué tendría que dar explicaciones un hombre ajeno a él y a su vida, cuando el único que estaba en el lugar del crimen fue él?
Llega el momento que esperaba el extranjero y es hora de hablar, pero su manera de comportarse lo lleva a que los demás se confundan y en vez de enjuiciar el crimen, lo están castigando por ser “frío” en el entierro de su madre, cosa que no entiende Meursault. Él dice que lo único malo que ha hecho en su vida es lo más insignificante para los que lo están juzgando.
El veredicto lo sentencia culpable y el castigo es morir de inmediato. Le ofrecen confesarse para ir con Dios pero tampoco quiere. Después de tanta insistencia le visita un cura, que le quiere hacer entrar en razón pero el extranjero es reacio a sentirse culpable por un error que puede tener cualquiera.
El final muestra de tal manera la llana personalidad de Meursault que es el único que podría tener.


Karima Kaf (2º Bach D. 2011)

viernes, 8 de abril de 2011

Los árboles de Gauguin


Isabel Fontana, mujer española de mediana edad, reside en Estados Unidos junto a su marido Enrique. Llegó un momento en el que se le juntó todo. Las evidentes infidelidades de su marido son sabidas por todo su entorno. Antes, Isabel lo dejaba estar; no le recriminaba nada y fingía ser feliz, pero ha llegado la hora de tomar las riendas de su vida, aún con su miedo de que su único vínculo familiar, su marido, no la apoye en su ilusión de abrir una tienda de restauración de muebles antiguos.

Su marido, acostumbrado a conseguir todo lo que quiere, sigue con su jovencísima amante e intenta convencer a su mujer de que su sitio está en casa, haciendo lo de siempre. Pero esta vez Isabel quiere realizar su sueño. Le planta cara a su marido de tal manera que le sorprende, dejando de estar en segundo plano. Conoce a Julián, un español que está de intercambio en la casa de los vecinos. El joven le recuerda a su primer amor, Elías, con el que tuvo una historia inacabada por situaciones adversas. Entabla una amistad con Julián e intenta descubrir el porqué de su parecido con Elías.

Finalmente descubre que son padre e hijo. Por un accidente, Julián es ingresado en un hospital gravemente, y los tutores del joven le piden a Isabel que se comunique con Elías. Ella acepta, aunque no sabe cómo abordar el tema; cómo tratar a su aún recordado primer amor después de tantos años… Se produce el reencuentro y, con ello, Isabel hace un recuento de todos los pros y los contras de su vida hasta ahora, de sus fracasos, sus amistades, sus miedos, su relación con su marido… Y la resolución es comenzar su vida desde cero; construir todo desde el principio, siendo más egoísta e iniciando una nueva relación.


Karima Kaf (2º Bach D. 2011)

lunes, 4 de abril de 2011

El susurro de las sombras


Paul vive en un isla cercana a Hong Kong, solo y aislado, lejos de la civilización, para encontrar la paz después de la muerte de su hijo, Justin, que fallece de leucemia con ocho años. Después de esta tragedia y su fracasado matrimonio, Paul cae en un estado depresivo y no deja a nadie entrar en su vida, excepto a su mejor amigo David Zhang, un policía chino que intenta ayudar a Paul como puede. Y con Christine, una mujer a la que conoció por casualidad y por la que siente atracción, pero no lo muestra y pone distancia entre ellos porque piensa que, en caso contrario, estaría traicionando a su hijo Justin.

Un día, conoce a Elizabeth, una mujer estadounidense desesperada por encontrar a su hijo Michael, un nuevo y adinerado empresario que abre una serie de fábricas en china por la mano de obra barata. Apenado por su compatriota, Paul decide ayudarla. Llamando a su viejo amigo David, comienzan una investigación, desencadenando una serie de historias paralelas:

El socio de Michael, Víctor Fang, es un hombre de mucha influencia en China. Cree estar por encima de la ley, y hace todo lo que quiere, pareciendo así invencible. David y Víctor se conocen y esta investigación hace que se reencuentren y revivan sus pesadillas durante la Revolución China, aunque David teme que, por sus secretos, su amistad con Paul se acabe por lo que hizo en su juventud. Elizabeth y su marido descubren lo que le pasó a su hijo y vuelven desolados a su país y, con la conciencia tranquila, cierran esta historia con secretos sin desvelar.Christine, cansada de ser paciente, se declara a Paul, y a este, aunque sus recuerdos sobre Justin aún lo atormentan, decide pasar página y continuar su vida acompañado de la bella Christine.


Karima Kaf (2º Bach D. 2011)

jueves, 6 de enero de 2011

Mala luna




Mala luna narra dos versiones de una historia ocurrida en tiempos difíciles para el pueblo español. Estas dos versiones se dan a conocer por la intervención de los nietos (Clara y Víctor) de dos viejos conocidos, José Castillo y Aurelio Sánchez-Macías.
La novela comienza con José, el abuelo de Clara, enfadado por la publicación de un tal Aurelio Sánchez-Macías (hijo) en un periódico importante dando a entender que aún existen poemas inéditos de Miguel Hernández, que por el centenario de éste serían de mayor valor.
Clara, preocupada por la actitud de su abuelo ante el artículo, decide preguntarle sobre los poemas a Víctor, su compañero de clase e hijo de Aurelio. Éste dice que no sabe nada, ya que tiene poca relación con su padre. Además se dan cuenta de que sus respectivos abuelos tenían en común su amistad con Miguel Hernández, pero que no le pueden sacar mucho a sus abuelos porque los temas de la guerra y la postguerra son tabú, así que no podían preguntar mucho para no remover los malos recuerdos; y Víctor no podía preguntar simplemente por que su abuelo había muerto hacia tiempo.
Clara decide acudir a su abuelo y preguntarle directamente a él, quien le empieza a narrar su época en la cárcel. Cuenta que conoció al poeta porque además de ser los dos de Orihuela compartieron celda en la cárcel, además de confesiones, alegrías, miedos... y fue una de las últimas personas a las que vio. Le dice que Sánchez- Macías traicionó a Miguel Hernández cruelmente. Además le robó el cuaderno de las tapas negras, que anteriormente le había regalado él mismo…
Clara se cita con Víctor para tenerlo al tanto de sus nuevos descubrimientos, pero decide que lo mejor para conseguir su confianza es guardarse algunos de los detalles para ella y su abuelo.
Víctor le pregunta a su padre sobre los poemas inéditos, quien le responde que el cuaderno negro existe, pero debido a su mala relación con su padre, éste nunca confió en él para decirle dónde se encontraban esos poemas. Mientras habla con su padre, Víctor recuerda que él siempre tuvo una relación buena con su abuelo, aunque éste no fuera cariñoso, y lo curioso era que en sus cumpleaños siempre le hacía el regalo que él quería sumado a un libro y un sobre con mucho dinero, con una nota que decía que no le dijera nada del asunto a su padre. Esto pasó durante sus últimos cuatro cumpleaños, y en el ultimo le regaló también un llave, que hasta ese momento no sabía de qué era…
Clara y Víctor, investigaron sobre la llave y llegaron hasta la puerta de un trastero lleno de libros prohibidos durante la guerra española. Sólo encontraron un cuaderno de interés, y resulta que era un pequeño diario del abuelo de Víctor, y dedicado exclusivamente para él. Aurelio escribe su historia en un cuaderno negro, como el poeta, y no por casualidad…
En el cuaderno habla sobre lo bien que le vino conocer a Miguel Hernández desde pequeños, de cómo éste lo ayudaba como podía, de su envidia hacia el poeta por su forma de ser tan pacífica, de sus desgracias, su soledad, su poca moral ya que hacía lo que más le convenía en cada momento para salvar su pellejo, su gran rencor guardado durante años hacia su supuesto gran enemigo, que antes resultaba ser su gran apoyo. Admite ser una mala persona, y el haber robado el cuaderno a Miguel, cuando el cuerpo de éste aún estaba caliente, y cómo una persona como José Castillo podía ser leal a pesar de que su amigo ya había muerto; pero él seguía ensimismado en recuperar el cuaderno para dárselo a Josefina Manresa, la mujer del poeta.
Aurelio también admite que tuvo siempre mucha suerte y que él nació en “Buena luna” y que el destino siempre le favorecía al conocer a la mujer de su vida a pesar de no ser un buen hombre…
Clara al leer el final del cuaderno escrito por Aurelio desconfía de que termine con una pregunta sin responder, y sin señales de la ubicación del cuaderno de los poemas inéditos, y cree que ha sido Víctor quien ha arrancado las últimas hojas, a la vez que Víctor desconfía de ella por no contarle toda la verdad sobre el robo en la cárcel... Acaban discutiendo.
Más tarde, Clara descubre el secreto... ¿Cuál será?




Karima Kaf (2º Bach D. 2011)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Tren de ida y vuelta



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Tren de ida y vuelta es una biografía del escritor Miguel Hernández Gilabert, hijo de un cabrero de un pueblo de Alicante, Orihuela.
Trata sobre las idas y vueltas que da la vida. Lo que empieza como una emocionante aventura para Miguel cuando aún era pequeño (aprender a leer), se convierte en su mayor pasión, aun cuando su familia siempre le recuerda que su futuro está en el campo, trabajando con su padre.
Él, con ayuda de su vecino don Luis Almarcha y algunos amigos como Carlos o Ramón Sijé, también amantes de la literatura, se anima a leer, escribir, y seguir cultivando sus conocimientos.
Empieza a publicar poemas en periódicos pequeños regionales o de los pueblos cercanos, y recita para sus amigos en la tahona.
Con el tiempo se da cuenta de que en un pueblo pequeño no puede llegar a triunfar como lo haría en la capital del país, Madrid. Pero no tiene dinero, por la falta de apoyo de su padre. Intenta alistarse a la mili y cosas similares, pero no consigue que lo acepten. Así que finalmente le pide el dinero a sus amigos y marcha hacia la capital, con algunas cartas de recomendación de sus amigos reconocidos.
En Madrid, se siente abrumado por el ruido, la gente y sobre todo por el frío.
Allí no encuentra trabajo, el dinero se le acaba y no encuentra solución, mientras que su refugio es escribir y leer. Al no poder pagar la pensión, decide vivir en la calle, donde enferma, a causa del frío.
Al cabo de un tiempo todo se arregla, lo ayudan desde Orihuela sus amigos. Consigue trabajo. Tiene problemas con los amoríos: está entre Maruja Mallo o Josefina, Manresa pero finalmente se compromete con Josefina, su novia del pueblo, con la que acaba teniendo dos hijos. También publica su primer libro Perito en lunas, que no tiene mucho éxito. Pero consigue entablar grandes amistades, con Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Antonio Buero Vallejo, Antonio Machado y tuvo alguna bulla con Federico García Lorca.
Todo lo bueno acaba, y eso lo demuestra la guerra que se interpuso en su camino. Él optó por el Partido Comunista, o socialista, como casi todos los escritores y artistas, en general republicanos.
Se convierte en un militante rojo en activo, y al cabo del tiempo el bando de Franco impone sus reglas en el país, al ir ganando a los comunistas. Y una de las reglas es fusilar a todos los traidores, tanto militares comunistas, como escritores revolucionarios o republicanos.
Detienen a Miguel, por traición a la patria, y colaboración con el enemigo. Lo llevan de una cárcel a otra; y finalmente, lo condenan a condena perpetua.
Pero su final no sucede en la cárcel... Para saber el final, que da mucha pena, hay que leer el libro... así que lo dejo así.
Durante su época de militante comunista escribió varios libros más, y fue haciéndose un hueco con las caras mas reconocidas de la literatura española. Hizo muchos viajes por Europa: Rusia, Francia e Inglaterra. Pero sobre todo viajó por España en tren, la mayoría de las veces de Madrid a Orihuela, buscando volver a su casa, y añorando tener lo que siempre tuvo en Orihuela: su mujer y su hijo, sus amigos, sus hermanos y su familia.
Consiguió lo que quiso, ser un poeta reconocido, pero a cambio de un precio.

Karima Kaf (2º Bachillerato D. 2010)