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miércoles, 13 de abril de 2011

El Principito


El libro tiene un comienzo bastante interesante, el narrador hace un dibujo, que aparenta ser un sombrero. Pero no es así: es una boa ingiriendo a un elefante, pero las “personas mayores” solo ven un sombrero. Esto no serviría para nada si muchos años después un niño llamado el principito es capaz de reconocer el dibujo del narrador, mientras se halla en el desierto del Sáhara. Un piloto de avión al que le cuesta entenderse con el resto de personas adultas se estrella en el desierto del Sáhara, donde conoce al “Principito” un chico muy extraño que proviene de otro planeta (el asteroide B612). El piloto se hace muy amigo del principito y este le cuenta su historia; que siente un complicado amor hacia una rosa, que en el libro es conocida como “La Flor”, a la cual le cuesta expresar su amor hacia él. Por sus dudas sobre el amor de la flor decide abandonar su planeta e ir a otros donde hay muchos personajes como el del farolero (un día en su planeta dura un minuto), el del bebedor (que bebe para olvidar que bebe), el del rey (un hombre ansioso de reinar aunque carezca de reino)… hasta que llega al planeta Tierra. Allí conoce a dos animales: la serpiente y el zorro. Todo esto es lo que le cuenta el principito al piloto mientras arregla el avión. La serpiente muerde al principito para poder volver al asteroide, pero lleva con él el dibujo del cordero y esto le hace preguntarse al piloto (narrador) si el cordero llegó a comerse la flor o no. Este libro a simple vista es un relato infantil muy bueno, pero tiene un significado oculto en el libro y demuestra lo estúpidas que son “las personas mayores” y lo mucho que cambian los niños al crecer. Los personajes que aparecen en él representan aspectos de las personas en la vida cotidiana. El rey representa la ambición en la política. El vanidoso, la vanidad y el egoísmo. El bebedor representa la falta de voluntad y el no saber afrontar los problemas. El hombre de negocios representa la ambición económica. Y el farolero representa la lealtad y responsabilidad (es de los pocos personajes con aspecto positivos que se describen en el libro). El geógrafo representa la pasión por el trabajo de uno mismo. A la persona que haya comprendido este libro puede que le lleve a preguntarse (que es lo que me ha sucedido a mí, y el libro me ha costado comprenderlo y ha sido leyéndolo muchas veces en mi vida): ¿Cómo puede ser el hombre feliz? La pregunta nos la responde el mismo libro con una frase dicha por el zorro al principito: No se ve bien si no es con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos… Que quiere decir que al preocuparnos más por las cosas materiales dificulta la felicidad. Y la mayor moraleja de este libro es que todos tenemos un niño dentro, pero al interesarnos más por las cosas materiales no somos felices. Este libro es precioso, pero a la vez es muy difícil de entender, has de leerlo y releerlo y pararte a pensar el significado de cada cosa.

Cristina Molina Ruiz (2º ESO B. 2011)