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viernes, 2 de marzo de 2018

Noche de voraces sombras



Sara es una adolescente que decide pasar un mes con sus padres en Viveiro, en la casa donde veraneaba de pequeña y donde residían su abuela (que murió hace poco) y su tío Moncho (que murió hace muchos años). Sara decide instalarse en la que era la habitación de su tío Moncho y con los días nota que en esa habitación no está sola. Siente una presencia que hace que no pueda ni dormir, y empieza a interesarse por el dueño de esa habitación.
Sara era amante de la lectura y veía que Moncho tenía muchos libros curiosos. Hasta que un día, de tanto registrar la habitación en busca de algo sorprendente, encontró una especie de trampilla en el armario y halló una carpeta con infinidad de cartas de amor. Parecía que Moncho tenía un romance con una chica y debido a las malas circunstancias de la época apenas podían verse. Tras leer durante días y días las cartas con su madre, Sara decidió irse a una isla cercana, donde se solía poner Moncho a escribirle a su amada, puesto que él estaba en la guerra y en una carta le dijo que en dicho lugar guardaría un regalo que nunca podría llegar a darle.
Sara y su madre fueron allí y, tras un recorrido por la isla, encontraron lo que Moncho había escondido, cuidadosamente, en una caja.
El libro me lo he vuelto a releer ya que me parece una obra muy bonita, con una historia que no te esperas y con un final sorprendente.


Mercedes Cuesta Bohajar (1º BACH D) (2018)

sábado, 27 de enero de 2018

Diario



Ana es una niña judía que vivía en buenas condiciones con su familia pero se veía coartada por los mandatos de Hitler, ya que éste limitaba el paso de los judíos por las zonas comunes y prohibía que a ciertas horas se anduviese por la calle. Un día, los padres decidieron que lo mejor era irse a vivir a escondidas ya que si seguían en su casa tarde o temprano acabarían muriendo.
Ana y su hermana Margot obedecieron, aunque iban a echar de menos la libertad. Cuando fueron al sitio donde se esconderían siempre estaba la incertidumbre de cuánto tiempo tendrían que estar allí; además, no podían hacer ruido para que así los vecinos no sospecharan en absoluto.
No obstante, en la casa no sólo se encontraban ellos, ya que eran un total de ocho judíos. La convivencia era monótona y aparentemente no había ningún problema, salvo por las discusiones que se presentaban entre Ana y su madre. Estuvieron un total de dos años y pico, y cada vez surgían más problemas: unos enfermaban, aumentaban las tensiones, se habían producido robos, empezó a escasear la comida, etc. Sin embargo, ellos estaban muy informados, ya que tenían una radio y ésta no sólo les informaba, sino que se podían ilusionar o decepcionar. Ana elaboró este diario porque necesitaba hablar con alguien y contarle sus pensamientos, pero también encontró un gran apoyo, que era Peter, del cual se enamoró.
En mi opinión, el libro está muy interesante y el hecho de ser un diario me ha llamado la atención, ya que te pones en la piel de la niña. Me da tristeza pensar en lo que tenían que pasar los judíos y que tengan que estar escondidos tanto tiempo. Sin embargo, comparado con los demás judíos ellos habían tenido algo de suerte, ya que mientras que unos morían y otros eran recluidos en campos de concentración, en la casa donde ellos se encontraban se estaba bien, ya que poseían recursos para poder sobrevivir.
Este libro me ha hecho reflexionar por qué a veces nos quejamos y en realidad tenemos de todo y ellos no, pero intentan luchar por sobrevivir. Ellos echan de menos la libertad, salir a la naturaleza y seguir viviendo sin miedo, y me parece que nadie debería echar de menos esas cosas, pues todos deberíamos tenerlas. Admiro a las personas que vivieron en aquellas condiciones, ya que yo no sería capaz de verme en esa situación.


Mercedes Cuesta Bohajar (1º BACH D) (2018)