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jueves, 11 de diciembre de 2014

Que nunca amanezca



Violet Lee no podía siquiera sospechar que a sus diecisiete años de edad sería testigo de tal atroz asesinato. Una noche, en plena calle londinense y tras los vanos intentos de localizar a su amiga Ruby después de la fiesta que había tenido lugar, la joven es testigo de cómo treinta hombres son cruelmente asesinados tras una fuerte discusión y de cómo su sangre baña las calles, mientras ella permanece escondida tras un banco sin poder hacer nada para evitarlo.
Lejos de quedarse como una mera espectadora de tal acto, es descubierta por los asesinos, cinco jóvenes liderados por Kaspar Varn, que la raptan brutalmente y la conducen a la fuerza  a una enorme mansión escondida en el bosque.
Se trata ni más ni menos que del palacio de los Varn, la familia real de los vampiros, siendo Kaspar el heredero legítimo, el príncipe. Violet descubre aterrorizada e incrédula la existencia de tales seres así como sus sangrientas costumbres. Los vampiros  poseen unas capacidades muy desarrolladas para la fuerza y la velocidad, son irresistiblemente atractivos para los humanos, sus ojos cambian de color según su estado anímico y, lo más peligroso de todo, son capaces de leer la mente y comunicarse a través de ella.
Las cosas se complican aún más cuando los vampiros se enteran de que Violet es hija de Michael Lee, un hombre con un importante cargo en el Gobierno que no dudará en reclamar a su hija. Pero lo que Violet no sabía es que su padre estaba al tanto de la existencia de los Varn y de todo el ejército de vampiros y que está esperando un error de estos últimos para recuperar a su hija.
Tras un intento fallido por escapar a través del bosque, Violet debe permanecer en aquel lugar vigilada constantemente por sus captores, especialmente por Fabian, el único vampiro que se apiada de ella e intenta ser amable, y por Kaspar, que no quita el ojo de encima a Violet y aprovecha cualquier situación para intimidarla, amenazarla y dejarle claro quién es el que manda.
La relación entre Violet y Kaspar se convierte en un círculo peligroso y violento que oculta en realidad una desenfrenada historia de amor entre ambos protagonistas.
La tensión entre vampiro y humana crece a pasos agigantados. Sin embargo, se trata de un amor prohibido y peligroso para Violet, pues Kaspar se encuentra dividido entre el deseo y las ansias de sangre.
Violet se encuentra alejada de su familia, rodeada de vampiros que se pelean por su sangre dulce, empujada a convertirse en uno de ellos y enamorada del vampiro que menos le conviene. Además, su vida corre un serio peligro en varias ocasiones, pues no todos los vampiros pueden soportar que una humana como Violet entre en sus vidas.
Por si esto fuera poco, la existencia de una profecía, la Profecía de las Heroínas, llega a oídos de Violet. Según ésta, la paz definitiva entre humanos y vampiros está en manos de nueve muchachas, las Heroínas.
Pero esta profecía conlleva también enormes sacrificios y muertes inocentes. La primera de las nueve jóvenes ya ha sido encontrada. Cuando el destino de Violet era algo más que abstracto, ocurre algo que cambiará su vida para siempre. ¿Qué tiene que ver Violet Lee en esta Profecía?

En primer lugar he de decir que lo primero que más me impactó de este libro fue conocer que su autora, Abigail Gibbs, tan solo tiene dieciocho años, pues el vocabulario que utiliza así como su gran capacidad descriptiva son realmente buenos a pesar de ser tan joven. La historia te envuelve desde la primera página, desde el primer momento comienzas a formar parte de la vida de Violet. Pese a ser una historia de vampiros, es una novela muy real, que no abusa para nada de efectos especiales, como se podría pensar. A mi parecer, las partes amorosas y los encuentros entre Kaspar y Violet están narrados de una forma muy detallada, y la autora describe a la perfección esa tensión amorosa entre ambos, de una manera realmente admirable. Sin embargo, resta  importancia a la Profecía, que queda relegada hasta los últimos capítulos. Quizás se echa un poco en falta más información sobre ésta, así como aclarar o profundizar en algunos aspectos que nombra al inicio de la novela, pero a los que no hace referencia después. Pese a esto, me ha parecido una historia realmente fantástica y sorprenderte. Esperaremos pues a la segunda parte, Rosa de Otoño.

Laura García Cobarro (2º Bach A) (2014)