sábado, 25 de diciembre de 2021

El vendedor de tiempo

 


Este libro nos cuenta la historia de un tipo corriente. Tipo corriente (TC) era un hombre que vivía en Un Sitio Aleatorio y cuya obsesión de pequeño era el estudio del sistema reproductivo de las hormigas de cabeza roja. Debido a la falta de tiempo y nota, no pudo cumplir su sueño. Entonces no tuvo elección y estudió lo que siempre quisieron sus padres para él y desde entonces su vida solo giraba en torno del estudio y el trabajo en IBN. Más tarde se casó con MTC, con quien más tarde tuvo dos hijos. Vivían juntos en una pequeña hipoteca, y quería un tercer hijo, pero debido a su pequeña vivienda no pudo ser. Su reflexión quedó en que había vendido todo su tiempo, es decir, el sistema posee casi todo su tiempo, pero no le debe nada.

MTC se dio cuenta de su obsesión por las hormigas de cabeza roja por lo que lo llevó a un psicólogo, Dr. Ché, quien le recomendó apuntarse a un curso de marketing para emprendedores pensando en que iba a estar tan distraído que olvidaría su obsesión. Pero no creyó que TC podría completarlo y seguía siendo él mismo. Más tarde, TC decidió despedirse de su empresa y montar una suya. Al final recurrió al tiempo, que es lo que más necesitaban las personas de Un Sitio Aleatorio. Lo vendía en frascos de orina de 5 minutos. Su esposa, sorprendida y confundida por su negocio, decide darle una semana para tener suficiente dinero para su vivienda.

Esa misma semana, TC fue a patentar su producto y consiguió su permiso de venta. Visitó tiendas, cafeterías, restaurantes, pequeños comercios por la ciudad para vender su producto, pero desgraciadamente nadie lo aceptó. Entonces se fue rendido a su mejor amigo, David, y dejó sus frascos en su tienda y asombrosamente David consiguió venderlos y crearle un anuncio en televisión. Con el tiempo, la venta de los frascos de 5 minutos fue un éxito, entonces había aumentado su producto a 2h. Esto cada día conllevaba perjuicio para las empresas, las personas usaban su tiempo para salir del trabajo, para usarlos en sus gustos personales y no estaban en el su empleo cuando era necesario. Después pasó la duración pasó a una semana, por lo que el gobierno y compañía decidió intervenir: instauró una ley que caduca el uso del tiempo en 15 días. Ya que TC tenía miles y miles de minutos acumulados para la venta, decidió venderlo en cantidades de 35 años y permitió a las personas pagarle con sus muebles, pisos, casas, etc. A mediados de los días, casi toda la ciudad había consumido esos contenedores de 35 años. Las personas ya no trabajaban, ya nadie podía comprar los pisos y muebles que tenía TC, y el sistema estaba en una completa quiebra.

TC fue juzgado por arruinar el país, y fue condenado a pena de muerte, pero cuando estaba en la silla eléctrica a punto de ser ejecutado, entró el presidente de Gobierno y le amenazó con arreglar su error. La solución que optó fue: «El T es $», se trataba de cambiar tiempo real por tiempo económico.

 

Soumia Mouni (2021)

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