Martín
toda su vida se ha sentido inútil, se casó con una mujer que siempre ha
llevado las riendas de sus vidas y no permite nada que ella no haya planeado
suceda, lo mejor que le ha pasado en la vida son sus dos hijos y bueno
él...
Es
por eso que por una vez ha decidido ser valiente y atreverse a llamar a la
puerta de esa casa con el tejado de tejas rojas, donde no sabe si sigue
viviendo aquel muchacho de ojos color del mar, que sabía todas las
utilidades de las flores; del que hace casi cuarenta años huyó y ahora
está ahí para ni siquiera lo sabe él con seguridad, pero lo que sabe
es que necesita ver si sigue ahí.
Este
no es el principio; es más, se podría considerar el final, porque para hablar
del principio hay que remontarse cuarenta años atrás cuando Martín llegó a ese
pueblo en pleno verano sin saber que nunca más lo podría olvidar.
Martín
tenía treinta y dos años cuando su jefe le prestó su casa de verano para
que pudiera terminar su enciclopedia sobre flores sin las distracciones
de la ciudad y de su familia, era un pueblo pequeño con solo dos calles y
que le aportaba la tranquilidad que él tanto necesitaba, avanzó con rapidez
hasta que sin querer volcó los apuntes de todo lo que necesitaba y fue a pedir
ayuda a la florista esperando que ella le ayudara pero en su lugar le dio el
nombre de Isaac, quien era conocido por saber hacer de todo y conocer la
gran mayoría de flores. Nunca antes se había fijado en el físico de ningún
hombre hasta él, Isaac acepta ayudarlo con su libro y así pasan sus días
entre visitas al jardín para admirar las flores, correcciones del
manuscrito y risas y silencios que hasta ahora nunca había sentido tan
maravillosos. Hasta que un día todo cambia, Isaac lo besa y él huye; pasan tres
días sin verse hasta que el sábado por la noche Martín destroza su cocina y
cuando pide ayuda, llega Isaac para ayudarlo y se va sin despedirse; al día
siguiente Martín aparece en la casa de Isaac para disculparse y hablarle
de su familia e Isaac le ofrece ser amigos otra vez. La calma vuelve y sus
días pasan entre flores, diversión y dibujos hasta que después de un día
de diversión en el lago, empieza a llover y los obliga a correr bajo la lluvia
Martín siente el impulso de besar a Isaac y así lo hace para después volver a
marcharse esta vez con el consentimiento de Isaac. La situación con su familia
es cada vez peor pero no es capaz de cortar con Candela, mientras que con Isaac
todo es único y especial, sintiéndose por una vez completo. Pero cuando el
verano está por acabar Martín sabe que debe tomar una decisión y cuando la
decide sabe que nunca olvidará lo que ocurrió ese verano.
Cinco
años después, hace un trato con Dios para salvar la vida de su hijo del cáncer,
durante ese tiempo consigue reparar su matrimonio pese a no quedar ya amor en
él si es que alguna vez lo hubo.
Y ahora casi cuarenta años después de aquel verano Martín vuelve a tocar esa puerta de la casa con tejado de tejas rojas, donde ahora sabe que sigue viviendo el que fue su verdadero amor y con la esperanza de que pueda permitirle volver a su vida ahora que Dios está pidiendo su parte del trato...
¿Qué
decir de la pluma de Alice Kellen que no se haya dicho ya? Es preciosa, capaz
de trasmitir mil emociones diferentes.
La
teoría de los Archipiélagos me ha parecido un libro diferente a todos
los que la autora había escrito antes, desde los personajes hasta la historia
que simplemente se puede describir como hermosa y única, me he sentido muy
identificada con Martín y la historia me atrapo desde el minuto uno.
La
historia es una historia real, de esas que podrían ser ciertas y nadie
sabe excepto los involucrados en ella, una historia que habla de amor, perdón,
del paso del tiempo, de los errores que cometemos las personas y cómo estos
afectan en nuestra vida. Es sin duda uno de mis libros preferidos de la autora
y lo recomiendo una y mil veces más.
Lucía Gadea Monreal (2022)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.