Qué
pasaría si un día, descubres que los demás no te ven cómo tu piensas que
realmente eres, o al menos, como te ves a ti misma. Quizás esta sea la frase
que explique la realidad de la señora March, una mujer, madre de un niño y,
sobre todo, esposa de escritor de éxito, que acaba de publicar una novela que
se convierte en un bestseller. Una vida dedicada a los demás, a las apariencias
que en ocasiones tanto nos influyen. La novela empieza así, con esa reflexión,
la señora March descubre una mañana casi por casualidad que quizás tenga otra
identidad. Una visita como de costumbre a su pastelería favorita, desencadena
una vida distinta a como ella hasta ese momento había vivido. La dependienta de
la pastelería le pregunta su opinión sobre la protagonista de la novela escrita
por su marido, que cree que está inspirada en ella. La señora March, se marcha
de allí preocupada, algo indignada, pensando cómo puede ser que me comparen con
una prostituta, obesa, que prácticamente se acuestan con ella por lástima,
visto así, la situación no puede ser más humillante. La señora March, pertenece
a la alta sociedad de New York, vive en uno de los barrios más selectos de la
gran manzana, su vida, podría ser perfectamente el guion de una película de
Hollywood, una señora con letras mayúsculas, con todo, en apariencia para ser
“feliz”. Y aquí es donde reside la trama, tras el desencadenante: la visita
mañanera a la pastelería, la señora March inicia una etapa llena de desencuentros,
dudas, confundiendo la realidad con las paranoias que le persiguen, a partir de
ese momento todo cambia, la desconfianza en su marido George March va en
aumento, en el horizonte un crimen cometido y luego resuelto sólo ante su
potente y decadente imaginación. La historia de la señora March, es la historia
de una obsesión por lo que los demás pueden pensar de ella, una vida construida
entre fiestas y lujos. Los relatos precisos y minuciosos detallan al máximo los
escenarios y sus protagonistas, todas las amigas, sofisticadas como ella,
llenas de anhelos y papeles que cumplir oficialmente como integrantes de la
alta sociedad newyorkina. Todo este cóctel tiene un desenlace previsible, pero
no por ello menos intenso y trágico, la señora March desvelará su identidad,
eso sí, en una escena increíble y reveladora.
Es
una obra complicada en mi opinión, no porque no se lea bien o porque no te enganche
su lectura, sino porque reconozco que el personaje de la señora March me
producía una cierta antipatía y angustia, sin embargo, la trama, la forma que
tiene la autora de ir relatando y desarrollando la novela, me ha gustado mucho.
Una historia con sentimientos encontrados, que no te deja indiferente, y aunque
como he comentado, algunos personajes me producían una cierta antipatía, llegas
a entender sus circunstancias, acercándote a su manera de afrontar ciertas
situaciones. Por tanto, a pesar de las dificultades expresadas, es muy
recomendable, sobre todo, para vencer ciertos prejuicios y conocer otras
realidades.
María Giménez Pastor (2023)
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