Esta es la continuación de la bilogía que empieza con Fuimos canciones. En esta historia Pipa
continúa igual de inaguantable y Macarena ante esta situación se rebela para
tener un trabajo digno y poder estar contenta al final con su vida. Con esto
consigue que por fin le ponga una ayudante que le haga más fácil su trabajo,
Candela, quien ayudará bastante a nuestra protagonista y será muy decisiva en
esta historia. Macarena descubre que Leo no es el mismo de antes y que ha
madurado, esto le hace replantearse muchísimas cosas más, pero con todo ello
decide dejar todo el odio y rencor en el pasado. Mientras tanto Adriana ha
entrado en un momento de su vida en el que tiene que plantearse muchas cosas. A
raíz de un regalo que le hizo a su marido para avivar la llama de la relación,
se da cuenta de que no tiene su sexualidad tan definida como creía. Por otro
lado, Gime continúa con su novio, pero sigue cuestionándose cosas sobre el
pasado de Samuel, ya que no termina de entender la relación anterior de este.
En toda esta historia, las tres amigas aprovecharán para descubrir su verdadero
ser y aclarar todas las dudas que les rondan.
Me ha encantado la manera que tiene Elísabet de hacerte amiga
de todas las personas del libro y de cómo te hace sentir a los personajes como
reales. Esto facilita mucho más la lectura y sumándolo al lenguaje tan sencillo,
hace que esta se haga mucho más rápida de lo que parece. Recomiendo mucho esta
bilogía, aunque el primer libro lo veo más pausado que el segundo, que me ha
parecido mucho más movido e intenso.
Lucía Salar Hernández (2021)
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