lunes, 23 de agosto de 2021

Nosotros en la luna


Ginger nunca había cometido una locura como escaparse a París una noche porque su novio (o mejor dicho exnovio) la había dejado. Allí conoció a Rhys, una persona que pensaba que estaba lleno pero cada vez más vacío, que le hizo un tour por París y acabaron bailando Je t’aime enfrente de la Torre Eiffel.

Pero a la mañana siguiente Ginger vuelve a Londres y decide cometer otra locura: antes de embarcar le da su correo a Rhys y así es como empieza su amistad, noches de conversaciones en broma y sentimientos. Durante el vigésimo segundo cumpleaños de Ginger, Rhys decide darle una sorpresa y va a Londres, Tras pasar toda la tarde juntos Ginger se decide a besarle y pasan la noche juntos, pero a la mañana siguiente se vuelven a decir adiós y vuelven los e-mails.

Cuando Ginger termina su tercer año de universidad se ve obligada a trabajar en la empresa de su padre y puede que descubra que no le llena tanto como le habían asegurado toda la vida. Los correos siguieron y Rhys cada día en una parte diferente es convencido para que grabe una canción con la hermana de su jefe y es todo un éxito. Cuando Ginger termina la universidad empieza a trabajar en la empresa familiar, pero a diferencia de su exnovio las cosas a ella no le van tan bien: apenas habla con los compañeros y su padre no tiene en cuenta sus propuestas. Además, Dean ha encontrado el amor y se va a casar mientras ella cada vez odia más su trabajo y para lo que la han presionado toda la vida. Por eso en la boda de su ex dimite de su trabajo y se va a Ibiza con Rhys donde descubrió las compañías, pero su amistad llega más allá y se enamoran y pasan el verano juntos. Pero Ginger decide volver a Londres para perseguir su sueño de crear una editorial, y los meses pasan y los e-mails también, pero la situación ha cambiado y ahora hay mucha más tensión entre los dos. Ginger está a punto de publicar el primer libro mientras que Rhys está grabando un disco. Cuando Rhys está perdido de irse volver a visitar Londres, pero se lleva la sorpresa de que Ginger ha empezado a salir con un lío de la universidad y eso sólo complica más las cosas. Tras una pelea la tensión es tanta que Ginger decide decirle a Rhys la verdad: que está embarazada de James y que necesita un tiempo para olvidarlo. Durante ese tiempo Rhys sintió un vacío que le llevaba a hacer cosas como consumir drogas o tirarse a la primera persona que quisiera, pero todo cambia cuando a su padre le detectan cáncer y empieza a replantearse todo lo que pudo hacer y no hizo. 

Después de dos años, Ginger recibe una llamada del hospital informándola de que Rhys ha tenido un coma etílico y antes de darse cuenta está tomando un avión junto con su hijo a Ibiza, donde se reencontrará con él y se enterará de todos los e-mails que él le envió mientras ella pasaba página. Decidirán darse una oportunidad de verdad, pero antes Rhys debe solucionar su odio hacia su padre, y así pasan los días Ginger y Rhys enviándose e-mails mientras él y su padre montan maquetas como cuando era un niño; pero todo cambia cuando su padre recae y muere horas después. En los siguientes días, Rhys se encarga de hacer todo el papeleo y sale su segundo disco, que en cuanto Ginger lo oye sabe lo que es y qué menos que titularlo como ella. Cuando la situación se relaja Rhys decide hacer una estupidez como años atrás y se va a París para esperar a Ginger allí y volver a bailar Je t’aime enfrente de la Torre Eiffel; juntos en la luna, ellos siempre en la luna. 

Nosotros en la luna es otro libro de Alice Kellen, que en mi opinión va de más a menos y en la última parte del libro remonta un poco y le da un poco de juego. Ya que básicamente las partes cuatro y cinco son los protagonistas peleándose entre ellos por estupideces ya que ninguno de los dos quiere reconocer que quieren una relación seria y se alejan y se encuentran constantemente y llega a un punto que aburre mucho. Por otra parte, he llegado a identificarme con matices de los personajes: como las ganas de viajar y cumplir sueños y los miedos de querer dejar algo que no te llena aun sabiendo que las personas no lo entenderían y hacer algo que sí te gusta. 

Me ha gustado mucho el libro salvo por las partes cuatro y cinco; y algunas decisiones de los protagonistas, por lo reales que son las situaciones que narra el libro y lo bien que están narradas.

 

Lucía Gadea Monreal (2021)

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