sábado, 6 de noviembre de 2010

El señor del cero


José Ben Alvar es un joven estudiante de matemáticas que vivió entre los siglo IX y X, durante el dominio musulmán en gran parte del sur de la península Ibérica. José vivía en la ciudad de Córdoba y era un mozárabe, es decir, un cristiano que siguió viviendo en tierras dominadas por los árabes sin renunciar a su religión. José compartía clase con compañeros islámicos, que solían ser los más numerosos. Cada año, el califa organizaba un concurso de matemáticas en el cual premiaban al ganador; pero José, aunque era el estudiante de matemáticas más brillante de su clase, tenía difícil el acceso al certamen, puesto que era cristiano y normalmente sólo accedían musulmanes.
Un día, en clase, mientras sus compañeros se encontraban en la oración del mediodía , un compañero musulmán llamado Alí Ben Solomon acusó a José de blasfemar en contra de su dios, una afirmación que José negaba rotundamente. Esta afirmación hizo que José abandonara la ciudad e ingresara en el convento de Santa María de Ripoll para poder evitar la condena y eludir los problemas que le atormentarían si mantuviera su estancia en Córdoba. Durante su viaje se detuvo en el monasterio de Sant Joan, un convento de monjas en el que conoció a Emma, una joven de su edad perteneciente a una familia noble que había sido ingresada en el convento contra su voluntad. José congenió bastante bien con ella, pero tenía que proseguir su camino. Finalmente consiguió llegar al monasterio de Santa María de Ripoll, donde fue recibido por el abad Arnulf.
Allí José fue destinado a la biblioteca, donde se encargaría de copiar a mano los libros que se le ordenara. José trajo consigo un volumen de aritmética en el cual explicaba en lengua árabe el sistema de cálculo que utilizaban, totalmente desconocido para los monjes, que seguían manejando el sistema de cálculo que les dejaron los romanos. Gran parte de los monjes consideraban que el sistema de cálculo que José estaba enseñando era una especie de lengua diabólica que ofendía a Dios.
Cada vez que José podía alejarse del monasterio acudía al convento de Sant Joan para encontrarse con Emma, de la cual cada vez estaba más enamorado. Un día mientras estaba hablando con la chica le contó que el Califa tenía propuesto invadir las tierras del norte y que para evitar aquello el rey Lotario había decidido rendir homenaje al Califa obsequiándole con algunas jóvenes nobles su reino para entrar como damas de la corte. Además también reclutarían a todos aquellos que huyeron al norte para evitar el dominio sobre las tierras gobernadas por el Califa.
José y Emma decidieron huir pero no sin antes pasar por el altar: el abad Arnulf, gran amigo de José, estaría dispuesto a casarlos. Una vez casados, Arnulf les ayudó una vez más consiguiéndoles hospedaje en una aldea en la cual estarían a salvo, cerca del monasterio de Leyre, aunque más adelante a José y Emma les gustaría establecerse en la ciudad de Toledo, donde el ambiente y la cultura eran similares a las de su ciudad natal, que tanto añoraba.

Álvaro Vidal González (1º Bachillerato F. 2010)

3 comentarios:

  1. Miranda Martínez4 de abril de 2011, 10:20

    Este libro es muy interesante y original, porque habla de la vida en uno de los califatos árabes más importantes, con gran esplendor cultural, peor aún así sigue habiendo rechazo hacia los que no son musulmanes, y por eso José debe huir.

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  2. a mi me encanta el libro por que va de los musulmanes y yo soy una de ellas

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