viernes, 24 de marzo de 2023

Yo, robot

 


Robbie es un robot que fue creado para cuidar a Gloria, una niña de 8 años. La madre se cansó de la idea de que su hija se criase con un robot ya que pensaba que sería mejor que se relacionara con gente. Le quitaron a Robbie de su vista por un tiempo, pero finalmente volvió a su casa para seguir cuidándola.

Un día unos astronautas tenían que ir a Mercurio para conseguir selenio, para ello mandan a Speedy, pero no todo salió como se tenía previsto ya que corrían peligro así que tuvieron que mandar a Powell y a Donovan para que Speedy reaccionara ante la primera ley de la robótica (no dejar que sus humanos se hagan daño) y así fue.

En otra ocasión Powell y Donovan tenían que recibir un cargamento de robots, ahí se encontraba Cutie, un robot que aún no tenía su software instalado por completo así que se comportaba de manera diferente. Él no paraba de hacer preguntas referentes a dios y a las estrellas. Ese comportamiento se le pegó al resto de robots y con ello todo parecía como si estuvieran en una especie de secta. La tierra se iba a destruir se desde la estación espacial no mandaban un rayo, esa tarea se la dejaron a Cutie, nadie estaba muy convencido de ello, pero finalmente le dejaron la tarea a él. En la estación se quedaron sorprendidos ya que hizo correctamente la tarea y sobre todo porque respetó las 3 leyes de la robótica.

En una producción minera explotada por robots, veían que los robots actuaban de forma diferente por la noche , cometiendo pequeños fallos. Estudiaron los fallos y dieron con que hacían una especie de baile para gestionar los nervios de estar trabajando allí tanto tiempo.

Surgió un nuevo robot llamado Herbie que al parecer puede leer las mentes de las personas. Realizan una investigación para comprobar si es cierto o no ya que podría ser peligroso. Con esta investigación se dan cuenta de que el robot lo hace para proteger a los humanos, como bien dice una de las leyes de la robótica. 

Un robot que llevaba bastante tiempo allí, se escapa y se resguarda en otro grupo de robots que han sido modificados levemente para realizar otro tipo de tareas, pero nadie se daría cuenta por que tienen un aspecto similar. 

Los investigadores consiguieron saber que se fue por que un trabajador le insultó. Hicieron preguntas al grupo de robot y vieron que uno era superior al resto así que decidieron eliminar a todos los robots para que no puedan cometer más errores (3 leyes de la robótica).

Aparece otra misión para los robots que consiste en competir con otra empresa robótica para construir una nave espacial para hacer un viaje híper espacial. Esta misión se la encargan a una máquina que sabían q iba a ser capaz. Tardó pocos días en hacerla, pero se olvidó los detalles más importantes que es seguridad para los astronautas y comodidad. Al robot no le preocupa por que consiguió revivir a los astronautas después de estar muertos dos segundos al despegue (1 ley). Eso no fue suficiente así que la misión la ganó otra empresa robótica.

Stephen Byerley es un robot, pero se hace pasar por humano, logró engañar a toda la gente que lo vio menos a una persona mientras que intentaba llegar a ser fiscal. La persona que lo descubre lo deja pasar. Finalmente, el robot llega a uno de los cargos más altos.

Al final de la historia, el robot Stephen Byerley se reúne con un grupo de gente, entre ellos unos anti-robots, por que la economía le preocupa. No llegan a ningún lado porque no se ponen de acuerdo. El robot les recuerda que los robots están por todos lados, que son máquinas que nos ayudan a las tareas, pero no sirve de nada.

 

Opinión: el libro en sí es entretenido, no me ha costado leerlo ni se me ha hecho pesado. La única pega que le pondría es que cada capítulo habla de una cosa distinta y no se puede unir la historia entre un capítulo y otro ya que cada uno habla de una misión distinta. Por lo demás es un libro que recomendaría a todo el mundo que le guste el tema de la fantasía y robots.

 

Claudia Fernández (2023)

jueves, 23 de marzo de 2023

Muerte entre líneas

 


En este libro titulado Muerte entre líneas, de Donna Leon, abarcamos el tema del mercado negro de libros. Todo comienza en el despacho de Brunetti, el comisario veneciano recibe una llamada procedente de la Biblioteca Merula para informarle sobre la desaparición de libros antiguos y de gran valor. Inmediatamente Brunetti se desplaza hasta la biblioteca veneciana para hablar con su directora, y algunos integrantes del personal, entre ellos Sartor, el vigilante de la biblioteca. Allí contabilizan todos los libros desaparecidos o dañados, y señalan a un posible sospechoso, este es Nickerson. Un lector que frecuentaba la biblioteca y al parecer había pedido revisar algunos de los libros que ahora, estaban desaparecidos. Tras días de investigación descubrieron que Nickerson no existía. Los documentos de identificación y la carta de recomendación de la Universidad de Kansas, que había aportado a la biblioteca afirmando que era catedrático, eran falsos. Realmente no era esa persona. 

Entonces, el comisario Brunetti siguió averiguando más sobre los lectores frecuentes de la biblioteca, fue así como supo de la existencia de Franchini. Un hombre mayor que leía a los Padres De la Iglesia y había sido cura, nadie en la biblioteca sospechaba de él, era prácticamente como uno más del personal, pese haber estado presente en el momento del robo de los libros. Durante el desarrollo de la investigación una noticia lo cambia todo: la muerte de Franchini. Este se halla muerto en su apartamento de forma misteriosa y bastante violenta, había muerto por patadas en la cabeza. Y es que, bajo la apariencia de aquel hombre inocente, creyente e incapaz de cometer un delito, se escondía un mentiroso, estafador y ladrón. La mayoría de libros desaparecidos en la biblioteca se encontraban en su apartamento, pues Franchini estaba sumergido en el mercado negro de libros, los robaba por encargo y los vendía. Aunque no realizaba esta tarea solo, Sartor le ayudaba a conseguir los libros, debido a que el vigilante le debía dinero que un día Franchini le prestó, Sartor le ayudaba para pagar su deuda. De la misma forma que se hacía con los libros Franchini lo hacía Nickerson, ambos trabajaban juntos, pero un día tuvieron una discusión y simplemente Nickerson se marchó. 

Brunetti pudo descubrir todo esto gracias a una visita que realizó al vigilante Sartor para charlar con él sobre el asesinato y el robo, ya que sospechaba de él. Aquella tarde Sartor confesó que fue cómplice del robo y temía perder su trabajo, pero ese no fue el gran descubrimiento del comisario, sino que fue gracias a un torpe comentario de la inocente esposa de Sartor, desveló que las botas, arma con la que se propinaron las patadas a Franchini y posteriormente le causaron la muerte, se encontraban dentro del domicilio, eran suyas. Y así se cierra la novela policiaca dejando recaer el delito de homicidio y cómplice de robo al que parecía un inocente vigilante de biblioteca. 

Esta novela policiaca me ha gustado a la par que me ha sorprendido por la cantidad de crímenes y delitos que puede haber tras el mercado negro de libros, así como si habláramos de droga. Pues realmente los libros de los que se habla en la historia tienen un gran valor, y como informa en la contraportada del libro, Donna Leon se inspiró para hacer esta obra en un hecho real, esto ocurre realmente, y por eso me ha parecido bastante interesante leer sobre ello. Considero que la primera parte del libro es demasiado lenta y calmada pues no es hasta la muerte de Franchinni, casi al final de la lectura, cuando todo se agiliza y crea más misterio y curiosidad. Pese a ese dato la lectura se me ha hecho de agrado, sobre todo porque toda la historia se desarrolla en la ciudad de Venecia, a la que viajé hace poco, y recorrer esta ciudad de otra forma distinta; conocer el espíritu inconfundible de los venecianos, a través de la lectura, me ha parecido increíble, y me ha hecho reflexionar sobre el gran poder que tienen los libros para hacernos conocer cualquier parte del mundo simplemente leyéndolos.

 

Ángela Palazón (2023)

miércoles, 22 de marzo de 2023

Yo, tú y un quizás

 


Ren sabe que lo que vivió en su infancia lo marcó, el suicidio de su madre, el abandono de su hermano y los maltratos de su padre; hicieron que algo en él se rompiese de forma única y por mucho amor que le diese su familia algo había mal en él. Jisoo descubrió desde niña su profesión, pero su madre siempre ha sido su prioridad y si para ello debe sacrificar sus sueños ella está dispuesta a hacerlo. Cuando vuelve de Corea empieza a descubrir que la relación que tenía con su novio ha dejado de hacerla feliz, ahora huye de él para poder sentirse cómoda. Por otro lado, Ren sabe que la relación con su novia está en una cuerda floja y por mucho que él lo intenta todo parece que la relación está destinada al fracaso.  Tras una pelea con Emily, Ren y Jisoo se reencuentran después de varios meses y Ren empieza a notar que la confianza y conexión que tenía con Jisoo la ha perdido y no sabe cómo volver a recuperarla. Se demuestra que Ren ha dejado de conocer a Jisoo cuando ella le confiesa su pasión secreta y él no es más que capaz de responderle como su madre. Ambos se vuelven a encontrar cuando Jisoo es llevada al parque de atracciones para que su novio conociese al yerno de Ren, cuando Matt se ríe de Jisoo; el único que la defiende es Ren y esto causa que los celos de Emily empiecen y hagan de la situación más incómoda. Emily sentencia la relación fraternal de Jisoo y Ren pidiéndole a la primera que se aleje de su novio y Jisoo lo cumple. Poco después, Ren acepta romper con la relación y por primera vez en mucho tiempo se siente libre, su estado emocional consigue reforzarse cuando vuelve su mejor amigo Jun. Nara, mejor amiga de Jisoo, le pide ayuda a Ren cuando el exnovio de Jisoo no deja de acosarla, una vez solucionado el problema decide llevarla a recrear el último lugar en el que fueron felices y empieza a darse cuenta de que ya no ve a Jisoo como una hermana sino como una mujer.  

Estos nuevos sentimientos dan un vuelco al mundo de Ren y sus miedos empiezan a actuar sobre él, durante una comida familiar Ren pelea con Jisoo y acaba contándole el miedo que le da que lo que siente por ella no funcione, tras eso se besan y poco después Jisoo se marca a Corea durante unos meses.  Ren y Jisoo hacen pública su relación y todo su círculo de amistades lo acepta de buen grado, pero saben que su madre no lo aceptará y prefieren ocultarlo hasta que Min Shi los descubre y exige a Ren que rompa con su hija. Ren decide romper con Jisoo para no hacer sufrir a la que considera si madre, ignorando a Jisoo y citándola con otros hombres para que pase página, ante esto Jisoo se enfrenta a su familia y decide hacer realidad sus sueños de estudiar fotografía aún que para ello deba distanciarse de su familia. Ren llega al punto de querer poner fin a su vida y ahí es cuando Jun pone todo su empeño en ayudar a su amigo. Durante los meses que esta fuera aprende a vivir consigo misma y Ren entra en una clínica para empezar a enfrentarse a sus demonios. 

Cuando a Jisoo se le da la oportunidad de exponer sus fotos Ren decide ir para recuperarla. 

 

Me ha gustado mucho el libro, la gran evolución que tienen los personajes, especialmente la de Ren que está dispuesto a ayudar a todos los que él considera importantes aún que sepa que le pueden la espalda. Hay algunas frases del libro que me voy a guardar para cuando tenga situaciones parecidas y necesite puntos de vista diferentes. Me hubiera gustado que el romance empezase antes porque son más de 200 págs. desarrollando a los personajes y toda su vida pasada, pero entiendo que es necesario para la evolución de los personajes. En conclusión, el libro me ha encantado y los personajes también.

 

Lucía Gadea Monreal (2023)

martes, 21 de marzo de 2023

El juez y su verdugo

 


El juez y su verdugo, de Friedrich Dürrenmatt, se publicó por primera vez en 1950/51 como novela por entregas en la revista Der Schweizerischer Beobachter, luego en 1952 por primera vez en forma de libro. La acción tiene lugar en noviembre de 1948 en Berna y en el remoto pueblo de Lamboing al este del lago Biel en Suiza. En un sofisticado juego, el inspector Bärlach logra no condenar a un criminal que ha sido perseguido en vano a lo largo de su vida, sino juzgarlo y entregarlo a su verdugo. El cuerpo del teniente de policía Ulrich Schmied de Berna es descubierto en su Mercedes azul cerca de Lamboing. En Berna, el inspector Bärlach, que padece una enfermedad terminal, se encarga de resolver el caso. El experimentado Bärlach, que ha trabajado en el extranjero durante muchos años, ordena que el caso se mantenga en secreto. En las habitaciones privadas de Schmied, toma una carpeta con documentos, que guarda bajo llave en su escritorio. En una conversación con su superior, el doctor Lucius Lutz, Bärlach habla de una sospecha que tiene, pero que no quiere concretar. Debido a su mal estado de salud, pide que se asigne al oficial de policía Tschanz para que actúe como su adjunto. Mientras lo van a buscar de vacaciones, Bärlach conduce hasta la escena del crimen, donde encuentra una bala de revólver. Bärlach le muestra a Tschanz, que usa el mismo abrigo y sombrero que Schmied, la bala del revólver y habla de su aprecio por el muerto. Tschanz guarda silencio sobre esto. Ahora se ha ocupado de los detalles del caso y explica sus teorías a Bärlach. Bärlach parece no tener idea de los hechos, pero vuelve a mencionar sus sospechas secretas. Del diario de Schmied hay indicios de encuentros regulares con G, incluso el día de su muerte. Tschanz decide seguir el rastro y planea conducir hasta Lamboing esa misma noche, que también está marcada con una G; en el calendario. Bärlach quiere acompañarlo. Tschanz elige una ruta inusual hacia Lamboing e intenta demostrar que Schmied tomó la misma ruta la noche en cuestión.

Mientras siguen varias limusinas completamente ocupadas, llegan a una casa remota con una G; en la puerta principal, que Tschanz ahora identifica como una abreviatura del nombre Gastmann. Mientras caminan por la casa en la oscuridad, Bärlach es atacado por un perro enorme y arrojado al suelo. Tschanz mata al animal con un disparo de su pistola. El consejero nacional y coronel von Schwendi, abogado de Gastmann, se enfrenta a Bärlach y Tschanz. Cuando se enteró del asesinato de Schmied, accedió a hablar con Gastmann y presentarse en la comisaría al día siguiente. Bärlach y Tschanz acuerdan encontrarse más tarde en una posada. Como Bärlach no está allí, Tschanz emprende el camino de regreso a Berna. En el lugar donde fue asesinado Schmied, Bärlach le tendió una emboscada. Tschanz se siente incómodo y se da cuenta de que ambos están recreando el asesinato de Schmied. Cuando llega a casa, Bärlach envuelve su brazo en gruesas telas que lo han protegido del ataque del perro. A la mañana siguiente, Nationalrat von Schwendi se presenta ante el superior de Bärlach. Lutz se entera de que Schmied ha estado yendo a la casa de Gastmann bajo el nombre falso de Doctor Prantl, donde se discuten importantes temas políticos. Schmied cree que von Schwendi es un espía y espera que la policía investigue la sospecha. El intimidado Lutz le asegura a von Schwendi que interrogará a Gastmann con la mayor discreción. El funeral de Schmied en presencia de Bärlach y Lutz se ve interrumpido por la aparición de dos gigantes borrachos que arrojan una corona de flores con la inscripción “Unsere meine Doktor Prantl”; sobre el ataúd. El hombre que vive bajo el nombre de Gastmann en Lamboing está esperando a Bärlach en su casa. Bärlach y Gastmann hablan sobre el hecho de que se conocen desde hace más de cuarenta años: Como un joven aventurero, Gastmann le apostó al policía Bärlach en el Bósforo que había crímenes que no se podían probar. Desde entonces, Bärlach no ha podido demostrarle a Gastmann ninguno de sus crímenes, pero cree que finalmente tiene la oportunidad de hacerlo. Gastmann se burla del hecho de que Bärlach tiene que darse prisa porque solo le queda un año de vida y roba la carpeta con las notas de Schmied. Bärlach no contradice a su superior cuando este invitado lo retrata como una personalidad por encima de toda sospecha. Después de la conversación, Bärlach conduce con Tschanz, quien mientras tanto compró el Mercedes azul de Schmied, a un escritor que asiste regularmente a los eventos de Gastmann. Considera a Gastmann nihilista y capaz de cualquier delito, pero en el presente caso está convencido de que es imposible que haya cometido el delito. Tschanz está muy emocionado y quiere hablar con Gastmann a pesar de la prohibición impuesta por Lutz, de la que Bärlach lo disuade. El médico de familia de Bärlach confirma que al inspector solo le queda un año de vida y que se recomienda una operación urgente. Durante la noche, Bärlach es atacado por un extraño en su apartamento. Escapó por poco del ataque y luego le dijo a Tschanz que conocía al perpetrador. Bärlach quiere descansar durante una semana en la pensión donde se hospedaba Tschanz cuando Schmied fue asesinado. De camino a la estación de tren, Gastmann Bärlach amenaza con matarlo. Bärlach, por su parte, le explica a Gastmann que lo juzgó. El verdugo vendrá a él hoy. Tschanz va a Gastmann para preguntarle. Cuando uno de los dos guardaespaldas de Gastmann dispara a Tschanz, este último, supuestamente en defensa propia, dispara a los tres hombres que están listos para viajar. Lutz y von Schwendi luego intentan poner los eventos en orden, mientras que Bärlach permanece en silencio. Esa misma noche, en casa de Bärlach, Tschanz se da cuenta de que ha caído en una trampa. Bärlach sabe desde hace mucho tiempo que Tschanz es el asesino de Schmied. El motivo del crimen son sus celos por los antecedentes, la educación y el éxito de Schmied. Tschanz proporcionó la evidencia él mismo durante el curso de la investigación. Schmied debía condenar a Gastmann en nombre de Bärlach. Después de la muerte de Schmied, Bärlach utilizó a Tschanz como verdugo. Tschanz se quita la vida esa noche. Por la mañana, Bärlach, gravemente enfermo, accedió a la necesaria operación.

El juez y su verdugo es la historia de un asesinato que solo parece resolverse. De hecho, solo el inspector Bärlach y el lector saben la verdad detrás del caso. Con un ingenioso plan, Bärlach logra condenar al asesino de Schmied y llevar a la pista a su oponente de toda la vida. Pero esto no es una victoria de la justicia, que más bien se expone como un mito. Bärlach derrota a Gastmann como personificación del mal con sus propias armas, pero no con los medios del poder judicial.

 

Paula Richter (2023)

lunes, 20 de marzo de 2023

El duque y yo

 


Esta historia de amor comienza con un típico baile que reúne a toda la sociedad de Londres. Los bailes son la mejor forma de buscar pretendientes para las chicas que han sido presentadas en sociedad, que es el caso de Daphne Bridgerton. Ella tiene que convivir con una familia con multitud de hermanos y con una madre que la presiona para que encuentre un buen marido.

Toda la ciudad se revoluciona con la llegada del nuevo duque de Hastings, Simon, quien, por si fuera poco, es el mejor amigo de Anthony, hermano de Daphne.

Cuando se conocen tienen en común que ambos huyen de la presión de las madres casamenteras y para escapar de más agobios idean un plan para fingir que el corazón del duque ha sido cautivado por la señorita Bridgerton.

Pero, ¿podrán escapar del amor que parte de un compromiso ficticio?

El duque y yo es el primer libro de una saga extensa. Tengo que decir que a mí personalmente me ha encantado y no me ha parecido aburrido en absoluto. La trama se centra principalmente en el romance de nuestros protagonistas lo que me ha hecho estar enganchada constantemente. Me ha encantado la actitud de personajes secundarios como son los hermanos de Daphne, que son muy divertidos. Este libro sin lugar a duda volveré a leerlo algún día.

 

Irene Martínez Monreal (2023)

domingo, 19 de marzo de 2023

El último Catón

 


Esta historia trata sobre como la Doctora Ottavia Salinas, jefa del departamento del Archivo Secreto del Vaticano, es llamada ni más ni menos que por el Reverendo Padre Ramondino. Puestos superiores al padre Ramondino contactaron con él para poder utilizar los conocimientos de la Doctora Ottavia en una misión clasificada. Ottavia desconcertada por su llamada, acude al lugar citado, allí se encontró a altos cargos de la iglesia, entre ellos el Arzobispo Monseñor Tournier. Su objetivo era utilizar sus conocimientos para ayudarles a descubrir el significado de unos tatuajes que un individuo etíope llevaba impregnado en todo el cuerpo. El sujeto estaba encasillado como una amenaza para la iglesia católica por ello la clandestinidad del caso. Para realizar adecuadamente el caso envían al capitán de la Guardia Suiza Kaspar Glauser-Róist, experto en este caso. Ottavia tenía información limitada y por ello se llenaba diariamente de preguntas sin respuesta y cada día más inquieta por la situación decidió viajar a su ciudad natal, Palermo. Allí tuvo una gran conversación con su hermano Pierantonio, su ojito derecho de los ocho hermanos, donde se dio cuenta que no podía consentir que le usasen para recopilar información y luego ni acordarse de ella. Pierantonio le aconsejo que se revelase contra ellos y al encontrar la información que le faltaba lo hizo. A causa de ello la despidieron y el Monseñor Tournier le desterró a Irlanda a una orden de monjas donde tenía como trabajo ordenar archivos. Cabreada por su desapropiado comportamiento, mientras andaba buscando a sus hermanas, dirección a su nuevo destino se arrepentida de su comportamiento, dos guardias de seguridad le explicaron que debía coger un vuelo a Roma con urgencia. Perpleja por la situación obedeció sin queja alguna.

Le llevaron a un reservado de un bar donde se encontraban tanto el señor Tournier, aquel que unas horas antes le había mandado hacia el fin de su carrera, como el capitán Glauser- Róist. Acompañados del profesor Boswell y el cardenal Colli. En aquella reunión le medio suplicaron que volviera a la misión ya que necesitaban sus conocimientos para averiguar quién había estado robando pequeños trozos de madera supuestamente pertenecientes a la Verdadera Cruz de Cristo y como Abi-Ruj (el etíope asesinado, con distintos tatuajes de variadas cruces), podía tener algo que ver con todo aquello. Mientras ella volaba de un lado a otro, le explicaron que el capitán y el profesor Bowel habían estado en el Monasterio de Santa Catalina, dónde robaron un manuscrito que querían que Ottavia les ayudase a descifrarlo. Tras días de trabajo, llamaron desde Bruselas al capitán para denunciar un nuevo robo, que lastimosamente no se encontró ninguna prueba y eso complicó aún más la investigación. Lo único que tenían del manuscrito era el nombre Catón utilizado como seudónimo para los staurofílakes, una hermandad encargada de proteger la Vera Cruz, con un total de 36 catones, donde cada uno escribía una crónica dependiendo de la época a la que pertenecieran. Ottavia y el profesor cada vez se entendían mejor y eso aumentaba la calidad del trabajo. Descubrieron que a los staurofílakes se les complicaba mantener a salvo la Vera Cruz públicamente, con lo cual, Catón LXVI decidió ocultar la cruz y esconder a los componentes de la hermandad socialmente. Un tiempo después los cruzados consiguieron a base de infinitas torturas la Vera cruz. Los staurofílakes no podían consentirlo y durante varios años fueron infiltrando gente para comprobar el estado de la cruz, hasta que les descubrieron y todos los participantes fueron ajusticiados, ya que Godofredo de Bouillon prohibió que existiera la hermandad de los staurofílakes.

Años más tarde llegó la noticia de que la Vera cruz había llegado a manos de los musulmanes, y el Catón heredero del cargo reunió a todos los staurofílakes que quedaban para poner a salvo de una vez por todas la Cruz de Jesucristo. En la última página del manuscrito apareció un texto que explicaba con claridad el porqué de los tatuajes de Abi-Ruj (el etíope asesinado). Después de horas y horas leyendo archivos llegaron al último catón, el cual, explicaba que de una vez por todas recuperaron la Cruz en el año 1219 y podían irse al Paraíso Terrenal. No especificaba donde se encontraba dicho paraíso y por ello Ottavia y el resto se sentían confusos y desanimados de nuevo. Hasta que por la noche el capitán los convocó a altas horas de la noche para plantear una posible similitud entre el último catón y la Divina Comedia de Dante Alighieri. Ponía como ejemplo las siete cruces tatuadas en el cuerpo del etíope, que según Kaspar querían decir que había superado los 7 pecados capitales igual que tuvo que hacer Dante para ir al Paraíso Terrenal. Les daba a entender que el libro fue considerado una traición hacia los staurofílakes ya que revelaba muchos de sus secretos. Tanto Bowel como Ottavia quedaron satisfechos con la teoría y decidieron adentrarse en su investigación.

Por desgracia, Ottavia tuvo que paralizar su inmenso trabajo por motivos de causa mayor; su padre y uno de sus hermanos fallecieron en un accidente de coche, que implicó el regreso inmediato a Palermo para estar con su familia. Pasados unos días aparecieron el profesor y el capitán alarmados por una importante teoría que debían verificar en Siracusa, exactamente la vieja iglesia de Santa Lucía. Allí encontraron el purgatorio donde Dante hacía referencia en su libro y consiguieron superar la prueba a la que le retaron. Allí se dieron cuenta que debían superar cada uno de los retos que hacían referencia a los siete pecados capitales y al superar todas las pruebas conseguirían llevar a cabo la misión y encontrar la Vera cruz.

¿Lograrán pasar todas las pruebas y obtener la Cruz de Jesucristo o los staurofílakes lograrán la promesa de no dejar a la luz ningún trozo de dicha reliquia?

 

Mi opinión sobre este libro solo puede tener cosas buenas, me ha fascinado cada capítulo, la lectura ha sido extensa, pero ha merecido la pena. Este tipo de novela histórica siempre te deja intriga hasta el final y me ha sorprendido mucho el final. Recomiendo la lectura a todas aquellas personas que le guste la historia tanto como a mí.

 

Ana María Mondéjar (2023)

sábado, 11 de marzo de 2023

Ajuste de cuentas



Pete Banning era un héroe de la Segunda Guerra Mundial, fue prisionero de los japoneses y parte de una guerrilla entre americanos y filipinos contra el ejército japonés, todo su pueblo lo consideraba un héroe, una leyenda, un ejemplo a seguir. Pero todo se echa a perder cuando una mañana de octubre del 1946, Pete se despierta con la intención de asesinar al pastor y amigo Dexter Bell y se rehúsa rotundamente a dar sus razones, tras disparar tres veces. Poco después, se celebra el juicio en el que su abogado le recomienda hacerlo pasar como “una loquera temporal”, pero Pete no cede; de hecho, él mismo se entregó y acepta que ha cometido el asesinato. En el juicio debía conseguirse una unanimidad sobre qué hacer, la sentencia de Pete dependía de doce jurados, en la que nueve votaron a favor de la pena de muerte y tres estaban en contra, aún había esperanza para Pete ya que en la votación no había unanimidad. Desgraciadamente, al final todos ceden y Pete será condenado a pena de muerte.

Todo el pueblo y el ejército estaba en contra de esto, sin embargo, ya no se podía hacer nada, Pete tenía la posibilidad de conseguir una cadena perpetua si colaboraba, pero se negaba constantemente, y acaba siendo ejecutado en la silla eléctrica. Alguien fundamental en la trama de esta historia es Liza, su esposa, que fue ingresada en un manicomio porque Liza estaba muy deprimida, se mostraba distante, no se comunicaban apenas… Pete no sabe el porqué de estas actitudes y decide contratar a un detective y averigua que Liza tuvo un aborto y decide internarla. La verdad. Los motivos, el padre del feto abortado, el posible romance de Liza, todo, nos lo desvela Florry, hermana de Pete.

Qué intriga, qué emoción, qué inquietante historia. Definitivamente uno de los mejores thrillers que he leído. Sin duda una historia dura y dramática. John Grisham nos ha desenvuelto esta historia en tres partes muy diferenciadas, que nos mantienen sin conocer del todo el desenlace de la historia. Me ha sorprendido como el autor se basa en hechos reales, como la atroz marcha de la muerte de Bataan, para darle más curiosidad a la historia. La verdad es que es un libro un poco extenso, en algunas partes se me ha hecho un poco pesado, pero ha merecido la pena, ya que aparte de entretenido e intrigante, también me ha hecho recordar varios hechos históricos.

 

Yasmin Moutaouassil (2023)