El
libro nos presenta a Coco, que es una mujer muy hermosa. Ella se está
probando una ropa de diseñador y joyas mientras que en el baño está la dueña de
toda esa ropa, en una bañera y electrocutada con una radio. Todo parece un
claro accidente, pero en realidad no es así. Bueno, eso es lo que quería Coco:
ella sale victoriosa del vestidor con esa ropa y joyas, se para un momento para
admirar un cuadro de la muerta y luego se va en un Aston Martin.
Luego
está nuestro protagonista, Alex Cross, un detective de Washington DC que
trabajó en el FBI, junto a su mujer, Bree. Sobre ella no nos dan tantos datos,
pero bueno, sigamos. También van con ellos sus hijos, Alex y Jannie, y su abuela
Regina. Todos juntos van a Starksville, el lugar donde él se crio y su
abuela. Él tiene buenos recuerdos de ese lugar y a la vez no los tiene, al
igual que su abuela, que también tiene una historia en ese lugar, pero eso para
otro momento. La cosa es que no van simplemente de vacaciones, sino también a
ayudar a su sobrina Naomi en un caso en el que está involucrado su primo
Stephane. Él está acusado de violación, homicidio y posesión de drogas. Él
apela: todo es mentira.
Al
transcurso de su estancia va ayudando en el caso. Descubre que posiblemente el
caso de su primo sea una estafa, un ultraje; pero descubre también cosas de su
pasado; por ejemplo, sobre su madre y padre. Ese tema que él ya lo tenía todo
enterrado en lo profundo de su mente, aunque tenía esos flashbacks, a los que
no hacía caso. Posteriormente, por pura casualidad, en un viaje que hace para
descubrir la verdad sobre su padre (quien según le contaron se suicidó detrás
de una iglesia por no soportar lo que hizo), se encuentra en su viaje con
el sargento Dunmond, quien está investigando el caso de la mujer en la bañera
juntos y con el ayudante encuentran a la asesina Coco; o asesino. La cosa es
que cuando ya casi todo está aclarado ocurre algo que nadie esperaba:
aparece alguien, quien pensaron que ya no estaba. En el último juicio se
aclaran las cosas los malentendidos y todo acaba más o menos bien.
El
libro fue al principio fue aburrido, pero a medida que pasa la historia la
trama se vuelve mejor: el cambio de las cosas, el cómo descubre la verdad sobre
su pasado, él cómo tuvo que cerrar sus recuerdos fue increíble y lo más
interesante para mí fue el caso de Coco. Lo que menos me gusto no hubo. Todo el
libro en sí es asombroso también porque trata temas que son relativamente
necesarios: el racismo, la droga, la corrupción, el que no hay que juzgar a
la gente por su apariencia... A mí el libro me ha enseñado muchas cosas, como
que las cosas del pasado vuelven siempre.
María Belén Saavedra (2022)