jueves, 6 de agosto de 2020

Sofía Petrovna




Este libro nos sitúa en la época de la Unión Soviética en Leningrado, actual San Petersburgo. Sofia Petrovna es una mujer de cincuenta y tantos años, recientemente viuda de un aclamado doctor y con un hijo llamado Kolia.
Al tiempo, consigue trabajo como mecanógrafa en una editorial y en ella conoce a su mejor amiga, Natasha. Al pasar los años su hijo decide trabajar con su amigo Alik como komsomol en otra ciudad, por lo que se van.
Pasa el tiempo y Sofia Petrovna consigue una buena reputación en su trabajo, al igual que su hijo, pero de repente se entera de que su hijo está preso por ser un supuesto infiltrado en la URSS o un falso soviético, como la mayoría de presos en esos tiempos. Como madre hace lo posible para saber más del asunto, hace colas inmensas en diferentes edificios públicos cambiándose por turnos con Natasha y Alik, pero no consigue respuestas hasta que pasa un año y le dicen que ha sido condenado a diez años por un acto terrorista y que a ella quizá la trasladaran a otro país. Pasa un tiempo y a Natasha la despiden de su trabajo. Tras un tiempo sin trabajo decide envenenarse.
Sofia Petrovna decide renunciar a su trabajo, consigue otro y al tiempo le llega una carta de su hijo de forma clandestina, aclarando que nunca formó parte de un grupo terrorista y que muestre la carta ante la ley para que pueda salir de prisión. Cuando va a redactar la carta para mandarla al gobierno, lo hace al lado de una conocida que era esposa de su antiguo jefe, que también fue apresado. Esta señora le dice que lo mejor era dejar las cosas como ya estaban porque no iban a hacer nada y solo conseguiría recordarle a la ley que tenían que trasladarla del país y a él lo mandarían más lejos.
Al día siguiente, por la madrugada Sofia Petrovna decide quemar la carta.
Este libro me ha gustado mucho porque trata durante una época difícil, que es la gran purga y aparte porque es como una historia basada en hechos reales, ya que a la escritora le pasó algo similar: a su marido lo arrestaron, ella hacía colas interminables y sufría para que tiempo después lo fusilaran.
La única pega es que tiene un final abierto y poco definido, pero entiendo que no pueda tener un final feliz porque es realista y eso es algo que me gusta.

Leonardo Véliz (3º ESO C) (2020)

miércoles, 22 de julio de 2020

Los manuscritos rojos de la magia




Tras ganar la guerra contra Valentine, en la que se unieron subterráneos y cazadores para salvar el mundo.
Magnus y Alec deciden irse de vacaciones por Europa. Su primera parada es París, donde tras tener un pequeño problema con un globo reciben la visita inesperada de Tessa, una vieja amiga de Magnus. Los problemas de la pareja no han hecho más que empezar cuando descubren que una secta está matando hadas. La secta responde al nombre de la Mano escarlata y parece que fue el propio Magnus quien la creó hace doscientos años. Tras descubrir que la Mano escarlata tiene un nuevo líder, todas las sospechas caen en Magnus, pero él no logra recordar nada sobre la secta. Desde ese momento Magnus y Alec se dirigen a Venecia donde se encontraba la base de la Mano escarlata.
De camino en el Orient Express conocerán a una bruja Shinyun,  la cual decide acompañarlos para acabar también con la secta. En Venecia se infiltrarán en una fiesta donde todo acabará en ruinas por culpa de una disputa entre dos brujos, pero antes Magnus se reencontrará con amigos del pasado como: Catalina Loss, Hypatia, Malcom Fade, Raphael del clan de vampiros de Nueva York... 
Al encontrar la antigua base de la Mano Escarlata, los tres encontrarán los manuscritos rojos de la magia  y varias imágenes de Magnus.
Por último deciden ir a Roma como última opción de búsqueda y su camino de dividirá temporalmente; mientras Alec decide ir al instituto de Roma para buscar información, encontrará a Aline, una amiga cazadora de sombras que junto con Helen Blackthorn se unirán a la búsqueda y captura de la Mano escarlata, aunque Helen piense que sea Magnus el responsable y no dudaría en matarlo si fuera necesario. 
Y por otro lado Magnus y Shinyun deciden ir a una casa de baños donde un contacto de Shinyun les dirá la ubicación de la nueva base de la secta. 
Alec, Aline y Helen deciden ir a la ubicación que le ha enviado Magnus, pero todo parece ser una trampa. Mientras Magnus y Shinyun deciden ir a una villa donde todo parece cobrar sentido. Conoceremos el pasado de nuestro brujo favorito y llegaremos a ver la confianza y pasión que sienten tanto Alec como Magnus por el otro.
Este libro transcurre entre el final del tercero y el principio del cuarto donde cuentan que Magnus y Alec han ido de vacaciones pero no cuentan nada. Pues este libro cuenta sus aventuras por toda Europa y preguntas que pudieron quedar de la saga principal. 
La verdad es que no tenía ninguna esperanza de que este libro me llegara a interesar porque Magnus me había llegado a llamar la atención, pero Alec no, cosa que en este libro me pasa. 
Es un libro muy interesante y divertido con acción constante y que tienes que leerte para poder entender el principio. El personaje de Shinyun no me ha llegado a llamar la atención porque estaba muy claro sus intenciones desde el principio del libro. Pero otro punto a favor es reencontrarte con personajes de los que has leído o te han contado; como, por ejemplo, Tessa Gray. 
Y esperando ansiosa para el segundo libro ya que el epílogo te dejará con la boca abierta.

Lucía Gadea Monreal (2º ESO A) (2020)

lunes, 29 de junio de 2020

Las intermitencias de la muerte




El libro trata en su totalidad acerca de la muerte, y se puede subdividir en dos partes.
La primera abarcaría aproximadamente la primera mitad del libro, en la que José Saramago narra cómo es la vida en un país desconocido, en el que la Muerte deja de “funcionar” desde el 1 de enero de un año indeterminado. Esto genera una crisis económica, social, política y sanitaria. Las empresas funerarias y las compañías de seguros se estancan. Los hospitales y las residencias para la tercera edad se colapsan con pacientes en un estado de “muerte suspendida”, como si estuvieran en un coma. Surgen movimientos de patriotismo y nacionalismo, a la par que movimientos republicanos. La pirámide de la población se invierte de tal modo que las personas jóvenes se verán destinadas a dedicarse únicamente a cuidar de “vivos muertos”, y se plantea la construcción de barrios, ciudades y metrópolis de “cementerios de vivos”. No obstante, del otro lado de la frontera todavía se podía morir, así que una “maphia” soborna al Ministerio de Interior para hacerse con el control de lo que sería una eutanasia, únicamente al alcance de los sectores más pudientes de la población.
Esta situación se mantiene durante siete meses y da un giro inesperado cuando, a mitad de la narración, la muerte decide enviar una carta al presidente anunciando que retomará su actividad y que, además, avisará a cada persona de su muerte una semana antes con una carta morada. Y efectivamente, así fue.
En la segunda parte del libro, José Saramago se dedica pues a describir cómo es el trabajo de la muerte. Cómo redacta sus cartas y las envía, qué pasa cuando no llegan al destinatario, etc. A raíz de un error de la muerte al enviar una carta, se abre una nueva narración, en la que intenta enmendarlo y se adentra en el mundo de los humanos. La muerte descrita por Saramago es un esqueleto femenino, que se hace grande, terrorífica, cruel e intimidante cuando está enfadada, pero que se vuelve pequeña, vulnerable, y desprotegida cuando se equivoca, cuando siente soledad, o cuando le abruma la ternura de que un perro se siente sobre su regazo.
Personalmente he disfrutado mucho el libro, tanto por el aspecto didáctico filosófico, como por las críticas sociales y la narración del autor. Se plantean varias cuestiones filosóficas que resultan muy curiosas, como por ejemplo el que haya muchas “muertes” y que estén jerarquizadas. Una muerte encargada de cada individuo, una muerte a cargo de cada reino de los seres vivos, y la Muerte, que supondría el final de universo y de todo lo conocido y que cuando acontezca, no habrá nadie para pronunciarla. Me han resultado también graciosas algunas críticas a la Iglesia que, ante esta situación, modificaría su planteamiento varias veces (perdiendo toda credibilidad posible) para poder mantener a sus fieles seguidores. Me ha asustado también cómo algunas críticas a los políticos o a la monarquía serían aplicables en nuestro país en la situación que estamos viviendo actualmente, por el Covid-19 y por la crisis de las pensiones.
En cuanto a la narración, me fascina el modo en que el autor va anticipando las consecuencias de la hipotética desaparición de la muerte. Los hechos van uno detrás de otro, encadenándose perfectamente y de forma lógica, como si cayeran piezas de un dominó. También he disfrutado sobre todo los recursos literarios del autor, como por ejemplo una correspondencia entre la forma y el fondo. El personaje de “la muerte” no escribe nunca con mayúsculas y a su vez, ningún nombre propio mencionado en la obra (J.S. Bach, Chopin, Proust, la Muerte) llevaba sus correspondientes mayúsculas.
Lo único que me ha echado un poco para atrás durante la lectura era la dificultad de seguir leyendo algunas frases que en ocasiones abarcaban media página. Pero al margen de eso, me ha encantado el libro. Lo recomendaría a cualquier persona, pero especialmente a aquellas que estén interesadas en cuestiones filosóficas.

Laura Marco Illán (1º Bach C) (2020)

domingo, 28 de junio de 2020

El árbol de los deseos




La historia comienza con una niña llamada Dulcie, que la noche del día de su cumpleaños se metió a la cama con el pie izquierdo y le dio la vuelta a la almohada. Al levantarse, Dulcie se encontró con un chico de cabello rojo llamado Maurice. Desde la ventana la llamaban Alice (su niñera), Dick y George (su vecino). Dulcie bajó por una escalera muy peculiar que tenía Maurice. Como era el cumpleaños de Dulcie decidieron hacer un pequeño viaje al Árbol de los Deseos montados en poney y en un carruaje que dirigían caballos.
En el camino se encontraron con un vejete que decidió acompañarles ya que él afirmó que sabía el camino. Por el camino encontraron un árbol de hojas blancas pero el vejete dijo que no era el Árbol de los Deseos. Cogieron varias hojas de este árbol y al cogerlas estas hojas cambiaban de color según los deseos de una persona. Siguieron el camino que les indicaba el vejete, se dieron cuenta de que si deseaban algo, fuera lo que fuera, este se les aparecía de repente, así encontraron al marido de Alice que estaba desaparecido. Pero esto de los deseos tenía una parte mala y era que, si deseaban algo malo, esa persona se convertía en alguien de tamaño diminuto. Y así fue que Dick, Dulcie y Alice. Los demás desearon también hacerse pequeños y así fue. Intentaron seguir el viaje a pie, pero con ese tamaño era imposible, así que desearon que el marido de Alice se hiciera grande y este metió a todos en su sombrero para seguir caminando.
Por varios motivos Egbert ya no les acompañaba. Alice, frustrada, deseó estar en su casa, pero consiguió volver. Se veía un gran árbol de hojas de mil colores. Allí Maurice saludó al Hermano Francisco (el árbol) y les contó que el árbol con el que se habían topado anteriormente sí era el árbol de los deseos, pero que no se debían coger sus hojas porque, si cada vez que pasaran personas estas cogían una hoja, el árbol se quedaría sin ellas. Ellos rectificaron, le dieron las hojas al Hermano Francisco y se despidieron. Ya estaban de vuelta y encontraron un extraño río, que todos atravesaron. Alice despertó. Y si el próximo año la noche de su cumpleaños Alice volvía a entrar a la cama con el pie izquierdo y darle la vuelta a la almohada ¿qué podría ocurrirle?
El libro me ha parecido bonito, pero a la vez se me ha hecho un poco aburrido lo que es la mitad del libro. Los personajes me han parecido muy acertados, me gusta mucho el carisma del viejo Egbert y el descaro que tiene Alice. El mensaje que se da final me ha parecido muy bueno y necesario, que es que tenemos que respetar la naturaleza y nuestro entorno. Recomiendo el este libro a las personas que le gusten las historias de fantasía.

Victoria Hernández Segura (3º ESO C) (2020)

viernes, 26 de junio de 2020

Amor a cuatro estaciones




Como es mencionado en el título del libro, se trata de un diario, desarrollado en seis capítulos: el diario de Christopher, un joven de veintitantos años, pacífico, miembro de una banda y cantante de esta. Años atrás perdió a su hermano gemelo en un accidente, de lo que se siente culpable, lo que hizo que se sumerja más en su mundo interno y en el de las drogas, etc. Christopher también estaba ansioso de experimentar el amor, saber lo que es amar a una persona y lo acaba experimentando en una ilusión que marcará su vida, un amor a cuatro estaciones, desarrollado en un año y pocos días, donde se reflejan las diferentes etapas o estaciones de un enamoramiento, no cualquiera, uno donde Christopher se enamora de Charlotte, que resulta no ser la correspondida y juega con él, aun así él se empeña en describirla como su alma gemela.
Más tarde, estando sumergido en sus pensamientos, la tristeza y casi una pérdida de fe en el amor, se encuentra con Alison, con quien tendría algo que se puede describir como una relación sana y digna, y es cuando escribe 28 cartas “de despedida” a Charlotte (capítulo 5), citándolas al revés (de la 28 hasta la 1). El libro no trata sólo temas como el amor y similares (desamor, infidelidad, ilusión, etc), sino que también trata temas más generales y sociales, que resultan ser fruto de los pensamientos y reflexiones del protagonista, como la justicia, la desigualdad, la contaminación, etc. Es un libro donde es reflejada, vivida y explicada la realidad de una etapa de vida.
Amor a cuatro estaciones me ha resultado muy diferente de lo que pensaba, pero me gusta más de lo que me esperaba. Es una historia real, donde se vive un amor imperfecto, que no es pintado como en los cuentos de hadas, donde se explican importantes términos de este mismo ámbito, cosa que me parece interesante, también me lo parecen las frases y poemas que cita Christopher a lo largo de su diario. El personaje que más me ha gustado es Alison, con su aparición en la vida de Christopher, como una persona madura y consciente de lo que hace y lo que sucede en la vida del protagonista.
También me han inspirado, por así decirlo, las 28 cartas de despedida a Charlotte, y han sido de lo que más me ha llamado la atención del libro, junto con los temas generales que no me esperaba encontrar en un libro similar. Una cosa que no me ha gustado del todo, aunque por una parte entiendo, es el empeño del protagonista en llamar a Charlotte su alma gemela, a pesar de todo el daño que le causó, pero sinceramente es comprensible viéndolo desde la gran semejanza que había entre ambos personajes. Generalmente es un libro interesante y diferente, del cual he disfrutado.

Douaa Mejdoubi (1º Bach B) (2020)

jueves, 25 de junio de 2020

El caso Vermont




Todo se desarrolla en una academia, la Academia Ellinghan, para alumnos con algún talento especial, que está situada en las montañas de un pueblo llamado Vermont.
En 1936, sucede el asesinato de una alumna Dottie y el secuestro de la mujer, Iris y la hija de tres años, Alice del dueño de la academia, Albert Ellinghan.
Años más tarde, nuestra protagonista Stevie llega a la academia dispuesta a resolver el asesinato de Dottie y de Iris y la desaparición (no aparece el cuerpo) de Alice. Ella, es una alumna muy inteligente y lleva mucho tiempo recopilando información sobre el caso Vermont.
Sin embargo, durante su estancia en la academia, ocurre el asesinato de otro alumno, Hayes, un chico que destacaba por sus dotes de actor y escritor, en principio parece una muerte natural, pero a Stevie algo no le cuadra y empieza a investigar por su cuenta, hasta que descubre que otra alumna llamada Ellie ocultaba información importante y había mentido en el interrogatorio de la policía.
Ni los primeros asesinatos, ni éste último quedan resueltos, ya que Ellie, consigue escapar. El libro termina con un continuará para una segunda parte: “Nunca en la escalera”
Al principio el libro me ha resultado muy pesado de leer, ya que era muy descriptivo y tenía poca acción. Pero poco a poco se ha empezado a poner más y más interesante, con los asesinatos de Dottie y Hayes, los secuestros de Iris y Alice, ... incluso con la muerte del propio Albert Ellinghan en una explosión mientras navegaba en su barco (otro misterio sin resolver).
La parte que menos me ha gustado es la de las relaciones entre chicos y chicas, los que se hacen novios o se enrollan, me ha parecido aburrida. Tampoco me ha resultado fácil seguirle el hilo a todos los personajes que aparecen en el libro, son muchos, con nombres raros; con gustos, aficiones y talentos muy diferentes entre ellos.

Iván Miralles Gálvez (3º ESO C) (2020)

martes, 23 de junio de 2020

Olfato de detective




Olfato de detective va sobre un niño llamado Yago Pamperl, que un día estaba en su casa enfermo y escuchó al cartero en la casa de sus vecinos, los señores Zwoch. Yago fue corriendo a ver qué era, porque él sabía que nunca estaban en casa a esa hora. Él le dijo que le diera la carta a él y que cuando volvieran él se la daban y que era de confianza. El cartero le da la carta y Yago se la lleva a su habitación y la deja en su mesilla. Se intenta dormir pero no lo consigue y de repente escucha unos chirriantes sonidos prevenientes de los zapatos hechos a medida del niñero Winterterstein. Sale corriendo cuando justo oye a los vecinos entrar y chilla: -¡Xandi , ha llegado una carta! ¡Para Kurt! El niñero casualmente estaba abriendo la puerta, el niñero llevaba una bolsa de cuero donde asomaban varias cosas que él había ido a comprar. El niñero lo primero que le dijo fue que no chillara, que se tranquilizase; y, lo segundo, que se calzara, que está enfermo y si empeoraba podía ser malo. Pero Yago no hizo caso y siguió chillando.  A partir de aquí no cuento más, porque a partir de aquí empieza lo que es el núcleo de la historia y no quiero destripar nada.
Mi opinión es que el resto de la historia es realista y original y para chicos y chicas de nuestra edad puede resultar emocionante y entretenida.

Gema García Moreno (2º ESO D) (2020)