Este libro nos sitúa en la época de la Unión
Soviética en Leningrado, actual San Petersburgo. Sofia Petrovna es una mujer de
cincuenta y tantos años, recientemente viuda de un aclamado doctor y con un
hijo llamado Kolia.
Al tiempo, consigue trabajo como mecanógrafa en
una editorial y en ella conoce a su mejor amiga, Natasha. Al pasar los años su
hijo decide trabajar con su amigo Alik como komsomol en otra ciudad, por lo que
se van.
Pasa el tiempo y Sofia Petrovna consigue una
buena reputación en su trabajo, al igual que su hijo, pero de repente se entera
de que su hijo está preso por ser un supuesto infiltrado en la URSS o un falso
soviético, como la mayoría de presos en esos tiempos. Como madre hace lo posible
para saber más del asunto, hace colas inmensas en diferentes edificios públicos
cambiándose por turnos con Natasha y Alik, pero no consigue respuestas hasta
que pasa un año y le dicen que ha sido condenado a diez años por un acto
terrorista y que a ella quizá la trasladaran a otro país. Pasa un tiempo y a
Natasha la despiden de su trabajo. Tras un tiempo sin trabajo decide
envenenarse.
Sofia Petrovna decide renunciar a su trabajo,
consigue otro y al tiempo le llega una carta de su hijo de forma clandestina,
aclarando que nunca formó parte de un grupo terrorista y que muestre la carta
ante la ley para que pueda salir de prisión. Cuando va a redactar la carta para
mandarla al gobierno, lo hace al lado de una conocida que era esposa de su
antiguo jefe, que también fue apresado. Esta señora le dice que lo mejor era
dejar las cosas como ya estaban porque no iban a hacer nada y solo conseguiría
recordarle a la ley que tenían que trasladarla del país y a él lo mandarían más
lejos.
Al día siguiente, por la madrugada Sofia Petrovna
decide quemar la carta.
Este libro me ha gustado mucho porque trata
durante una época difícil, que es la gran purga y aparte porque es como una
historia basada en hechos reales, ya que a la escritora le pasó algo similar: a
su marido lo arrestaron, ella hacía colas interminables y sufría para que
tiempo después lo fusilaran.
La única pega es que tiene un final abierto y
poco definido, pero entiendo que no pueda tener un final feliz porque es
realista y eso es algo que me gusta.
Leonardo Véliz
(3º ESO C) (2020)