Eric
Summers ha permitido toda su vida que otros tomen sus decisiones, ha llegado a
tal punto que está por terminar la universidad y graduarse en una carrera solo
para agradar a sus padres. Es tan fácil que Eric ha accedido a acompañar a su
mejor amiga, Rebecca, a un carnal aun sabiendo que posiblemente sea su última
tarde de libertad antes de empezar a trabajar con su padre. El carnaval que
viene y va, desaparece sin dejar rastro tras estar en un fin de semana en una
ciudad y solo se sabe cuál será su próxima parada cuando días antes de abrir lo
informen. Rebecca está tan ansiosa que Eric acepta ir con ella pese a que él
odia todo aquello: desde las brillantes luces hasta el humo que no hace más que
ensuciarle las gafas y por qué no hablar de que es incapaz de ver el lado
racional de toda la mágica situación y su profundo odio hacia los payasos; en
el carnaval Eric no para de hablar como un abogado y molestar a su amiga pero
mientras que Rebecca entra en un show de la domadora de serpientes Eric pasea
hasta posar su atención en un teatro de marionetas. Tras reencontrarse con
Rebeca en el teatro del titiritero y admitir que se había hipnotizado con su
habilidad con las marionetas y en sus ojos; deciden ir al carrusel donde Eric
se queda mudo ante la belleza de este y por primera vez lamenta tener miedo y
no poder montarse en él. Eric espera mientras que su mejor amiga monta en el
carrusel, pero cuando se supone que tenían que reencontrase Rebecca no aparece
y Eric la espera en un banco hasta quedarse dormido.
Pero
cuando despierta descubre que todo el mundo ha abandonado el carnaval y no
tiene ni idea de donde está Rebecca, mientras que recorre las vacías calles del
carnaval se reencuentra con la pitonisa quien cuanto más tiempo habla con él
más envejece hasta convertirse en un cadáver con vida y con el titiritero quien
le dice que no podrá salir a menos que consiga pasar las cinco pruebas hasta
que den las siete de la mañana. Eric tendrá que superar las cinco vueltas al
carrusel si quiere escapar del carnaval o permanecer hasta más tarde que la
muerte.
¿Quién
podría decirme que el terror combinaría también con la Magia? Se dice que no se
debe juzgar un libro por la portada, pero este libro me dejó sin aliento desde
su portada y su historia no se queda corta. Me ha encantado, pero siento no
haber podido conectar con el protagonista y su escepticismo; pero por eso he
disfrutado menos de la historia y su ambiente de magia y misterio. Este libro
me ha recordado mucho en el tema de descripciones del lugar y en la magia a
libros como El circo de la Noche y de Caraval.
Lucía Gadea Monreal (2022)
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