Ralph
Benson es un chico huérfano criado por su tío, Aldous Benson. Con dieciocho
años, gracias a su tío, consiguió una oferta para trabajar como asesor en una
empresa de exportación e importación. Ralph iba a dejar atrás a sus amigos, su
tío y todos quienes habían vivido a su lado. Su tío ni siquiera lo acompañó al
puerto.
Allí
se encontró a un hombre oscuro y con mal aliento que le advirtió que en el mar
encontraría cosas peligrosas, y que se alejara de los lugares con mal olor. El
barco donde iba a llevarlo de Plymouth (su lugar de origen) a Bombay se llamaba
“Nathaniel” y admitía pocos pasajeros. Cuando entró en el barco no había nadie,
nadie le llevó las maletas ni le llevó a su camerino, se encontró con el
capitán que se lo indicó. La primera impresión del camerino fue nefasta:
muebles viejos, paredes manchas de la humedad y la bombilla de la luz pegada de
moscas.
Cuando
el barco zarpó había mucha niebla. En el barco encontró a la chica más bella
que había visto nunca, iba acompañada de un hombre que lo miró mal.
Al
día siguiente se propuso buscar a la chica, buscó por todos lados, pero no
encontró nada, así que decidió preguntarle a un marinero para que le cediera
información a cambio de unas monedas, la chica se llamaba Evelyn y viajaba con
su padre a Bombay.
Una
noche había mucha niebla y empezó a hacer mal olor, las olas del mar
zarandearon el barco y acabó volcando.
Raplh
acabó despertando en una isla junto con varios marineros: Dandy (un amigo que
se había echado), Evelyn, Frances, Townsend y Graham.
Graham
no se explicaba cómo había una isla en ese lugar: había realizado la misma ruta
muchas veces con diferentes barcos y nunca la había visto.
Se
decidieron separar en dos grupos para reunirse en el mismo sitio cuando cayese
el sol, Evelyn, Townsend, y Ralph fueron por un lado y por otro lado el resto. Encontraron
una serpiente gruesa y negra colgada de un árbol como si fuese una rama, así
que decidieron desviarse del camino. Encontraron una cascada, Evelyn se dio
cuenta de que sobre sus cabezas había un árbol gigante con frutos rojos del
tamaño de un coco. Cogieron cuatro frutos por si el otro grupo necesitaba
comida y su reunieron.
El
otro grupo también había encontrado fruta amarilla de menor tamaño, y una casa
en medio de la isla. Scott y los marineros insistieron en pasar la noche en la
casa, Evelyn estaba atemorizada por la casa así que decidió dormir con el resto
en la playa. A la mañana siguiente decidieron investigar la casa, al parecer
era de un antiguo cazador. Descubrieron un sótano al que decidieron bajar, en
él había un cadáver de un monje, frente al cadáver había una mesa con un
tintero, un tintero y una pluma de ave junto a un ataúd cerrado.
El
libro me ha resultado muy interesante. No es precisamente el tema de libros que
me gustan, pero desde el minuto uno me ha enganchado. El hecho de que el
monstruo vaya acabando poco a poco con la vida de la gente te deja en una
continua intriga. Lo que más me ha gustado ha sido el final feliz del libro,
sin duda lo recomiendo.
Pablo Hernández Bernal (2022)
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