La
historia transcurre en la Antártida donde William Dyer, un geólogo instructor
de la Facultad de Miskatonic, realiza una expedición junto con su equipo. En la
expedición un grupo de académicos comandado por Dyer descubrió unas ruinas tan
terroríficas como fantásticas, y el misterio que hay más allá de una cadena de
montañas más alta que el Himalaya. El grupo descubrió esta cordillera, y
encontró 14 especímenes de una manera de vivir completamente desconocida para
la ciencia, imposible de clasificar como vegetal o animal. Seis de estos
especímenes estaban dañados, pero los otros estaban misteriosamente indemnes.
Sus características de colosal forma evolucionada proporcionaban una serie de
cuestiones sobre su origen y estructura. A través de las semejanzas con
criaturas de los mitos nombrados en el “Necronomicón'' son llamados “Antiguos”.
Cuando
la expedición primordial pierde el contacto con Dyer, tanto él como el resto de
compañeros de expedición están premeditados a esta base a investigar. La base
está devastada, los hombres y los perros se hallan muertos, aunque uno de cada
queda desaparecido. Dyer y un estudiante graduado llamado Danforth vuelan en
aeroplano sobre las montañas, las cuales tienen estructuras de tamaño colosal
formada por cubos y conos, con una arquitectura completamente diferente a
cualquier arquitectura humana. Al investigar la localidad a pie ambos tienen la
actitud de estudiar la crónica de los Antiguos interpretando los magníficos
murales de jeroglíficos. Los “Obsoleto'' llegaron a la Tierra poco después de
que la Luna se formase a partir de la Tierra, y fueron los desarrolladores de
la vida. Construyeron localidades con el acompañamiento de los “Shoggoths'', unos
seres conformados para realizar cualquier labor, capaces de asumir cualquier
forma. Mientras más elementos se dirigían a sostener el orden, los jeroglíficos
se volvían más primitivos. Los murales aluden también a un mal sin nombre que
provocaba un colosal temor. Con el tiempo, la Antártida se volvió inhabitable
para los Antiguos que debieron emigrar al colosal océano subterráneo. Dyer y el
estudiante, caen en la cuenta de que no están solos en la localidad. Los
especímenes de Antiguos perdidos han regresado a la vida, son los causantes de
la matanza de la base de Lake, y después regresaron a la localidad. Dyer y
Danforth se dan cuenta de las huellas de los Antiguos a lo largo de su
exploración, así como los restos de los cuerpos del hombre y el perro desaparecidos.
Mientras
avanzaban por la localidad, son atraídos por una colosal entrada a un túnel que
transporta a la región subterránea descrita en los murales. Según descienden
encuentran nuevos horrores: la prueba de un “Obsoleto” que fue ejecutado y de
unos pingüinos colosales albinos que deambulan por el lugar. Oportunamente
escapan salvando sus vidas. En el avión, sobrevolando la meseta, Danforth mira
hacia atrás y ve algo que le hace perder la cordura. Se niega a decir a nadie
qué es lo que vio, aunque ofrece a cubrir que tiene algo que ver con aquello
que temían los Antiguos. El Profesor Dyer deduce que los “Antiguos” y su
civilización fueron destrozados por los “Shoggoths''. Los “Shoggoths'' deberían
haber sobrevivido hasta esta época alimentándose de los gigantescos pingüinos
ya hace millones de años. Ruega a los integrantes de la siguiente expedición
que se mantengan apartados de cosas que no deberían ser molestadas.
Pablo Gallego Hernández (2022)
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