Hasley es una chica con una vida casi perfecta. Vive con su
madre, una mujer a la que quiere y con la que tiene mucha confianza. También
tiene un mejor amigo llamado Zec, al que adora. Además, sale con un grupo de
amigos con el que se lo pasa genial… Pero un día, por casualidad, conoce a
Luke. Al principio, ni siquiera se soportan, pero tampoco pueden evitar estar
juntos. Hasley sabe que Luke no es tan malo como todos dicen, quiere ayudarlo,
saber cuál es el motivo por el que se droga. A pesar de la desaprobación de sus
amigos y la posibilidad de que todo su mundo se venga abajo, ella decide
apostar por Luke.
El chico, poco a poco, le abrirá su corazón y se mostrará como
verdaderamente es, un ser totalmente vulnerable, ya que tuvo que soportar la
muerte de su hermano y a un padre muy violento que lo culpa de ello.
Me ha parecido un libro impresionantemente bueno. Cuando
comencé a leerlo pensé que sería un tópico de historia romántica. Sin embargo,
es un libro muy duro, donde te encuentras con un personaje, Luke, que está
totalmente destrozado, y es maravilloso ver cómo poco a poco su vida va
cambiando, gracias a la llegada de Hasley, que la llena de esperanza. Con ella,
encuentra la fuerza para intentar salir de las drogas y ver un futuro.
Honestamente hay una escena que me marcó muchísimo, ya que Hasley le dice que
estaba muy orgullosa de él y este llora, porque lleva mucho tiempo sin escuchar
esas palabras de nadie. La forma que tienen de quererse es increíblemente
intensa, haciendo justicia hasta el final del libro, el cual todavía no consigo
asimilar, de lo altruista que llega a ser Luke. Me veo incapaz de describir con
palabras lo que sentí en ese último capítulo, la autora escribió tan bien el
libro y humanizó tanto a los personajes, que creí vivirlo.
Lucía Oliva López (2021)
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