Hastings, narrador de la novela y uno de los
principales protagonistas de la historia, es un militar el cual fue enviado a
Inglaterra tras ser herido en el campo de batalla. Allí se reencuentra con su
viejo amigo John Cavendish, quien le invita a pasar su periodo de recuperación
en la casa de su madre en Styles. Pronto conoce los sucesos ocurridos en la
familia, principalmente el segundo matrimonio de la madre de John, Emily Inglethorp.
Durante su estancia allí todo iba bien los primeros
días hasta un martes cualquiera en el que ocurrió un suceso que marcaría a
todos los integrantes y familiares de la casa: la muerte de Emily Inglethorp,
heredera de toda la fortuna familiar. Tras su muerte, Hastings decide no
quedarse con los brazos cruzados y llamar a su amigo Poirot, el cual era un
experimentado detective belga de avanzada edad que vivía en el pueblo. Él toma
un lugar fundamental en esta historia.
Investigando los hechos del asesinato, Poirot
encuentra muestras de un testamento quemado y además suposiciones de que el
asesinato ha podido ser realizado gracias a un veneno llamado estricnina. Tras
la información adquirida, gracias a los lugares de los hechos, los
interrogatorios a todos los presentes esa noche y el conocimiento de la
constante actualización del testamento apuntaba a que el principal acusado era
su marido Alfred Inglethorp, quien pretendía quedarse con la fortuna familiar. Aunque
Poirot finalmente desmanteló todas estas suposiciones y negó la posibilidad de
que él fuera el asesino en el juicio.
Hastings ayudaba a Poirot a diario con la
investigación del asesinato y además le exponía todo lo ocurrido aquella noche,
pero se le olvidó dar el nombre de Wilkins, médico de la familia que pasó la
velada en su compañía. Esto pudo suponer un gran avance en la investigación,
pero resultó ser un punto de distracción ya que era un espía alemán.
Tras la autopsia el asesinato tuvo que dejar de
ser confidencial y se hizo realmente famoso. Por ello es que aparecen las
figuras del inspector Japp y su acompañante Summerhaye, quienes por orden judicial
inspeccionan la casa de arriba abajo y en la habitación de Mr. Cavendish (John)
se encuentran un frasco que poseía estricnina y algunas pistas más que lo
llevaban a parecer culpable, aunque también había sospechas sobre su hermano
menor, Lawrence, los cuales se veían beneficiados por el antiguo testamento.
Todo esto no le cuadraba a Poirot, por lo que
decide mover ficha y adelantar acontecimientos en la investigación. Tras
conseguir una prueba determinante, Poirot
decide reunir a toda la familia en el salón, donde enfrente de los culpables
muestra la prueba y explica cómo ocurrió todo.
Con esta novela Agatha Christie demuestra su
dominio del género policiaco y de misterio. A lo largo de la novela nos presenta
a numerosos personajes a través de los cuales va mostrando diferentes
perspectivas dentro de un crimen. Este relato hace que uno mismo sea en cada
momento uno de esos personajes de esta historia y constantemente estés dudando
de quién cometió el crimen: en cierta manera te transformas en otro detective
en busca del asesino.
Un punto que me ha sorprendido de esta novela es
la gran cantidad de información que transmite y de cierta manera hasta el más
mínimo detalle ocurrido puede ser la solución para pasar a la siguiente pieza
de la cadena.
Juan Pablo
Sandoval (2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.