Jim Hawkins es un chico que ha perdido a
su padre, Hub. Nadie sabe cómo ni por qué, pero ha muerto y no hallan su
cadáver. Su madre y él viven como pueden en una granja, ahora descuidada y en
un estado lamentable.
Jim procura no pensar en
la muerte de su padre, y durante un tiempo lo consigue. Pero un día, cuando
estaba trabajando en la granja, aparece Ruth Rose, la hijastra del padre
Fisher, un íntimo amigo de su fallecido padre. Todo el mundo, incluso su
padrastro y su madre Nancy, piensa que está loca y de hecho ha pasado una
temporada en un hospital mental. Así que Jim tiene miedo cuando la ve aparecer,
pero cuando le suelta a bocajarro que es el padre Fisher la persona que lo mató
y que en realidad no es el buen samaritano que todos piensan, sino una persona
horrible que delira y habla de asesinatos cuando se encierra a rezar, Jim queda
aterrorizado. También le cuenta que el día antes de la desaparición de Hub,
Fisher y él quedaron para hablar y que en ese encuentro mencionaron a un tal
Tuffy, del que Fisher no quiere oír ni hablar y de otra persona llamada
Laverne. Ruth le dejó caer a Jim en la conversación que Fisher no había
aparecido por la iglesia y que nadie lo vio en todo el día. A raíz de esa conversación
Jim investiga sobre Tuffy, Laverne y la amistad que ellos dos tenían con Fisher
y su padre. Descubre que Francis Tufts murió en el incendio de la cabaña de
Wilfred Fisher (padre del reverendo Fisher) el 31 de diciembre de 1972 y que
Laverne es la madre de Tuffy, pero que además Tuffy era un pirómano y había
quemado varias granjas en los alrededores.
Días después, el padre
Fisher llama a su puerta reclamando a Rose, que efectivamente se encuentra en
su casa. Dice que Rose le ha quitado una carta. Ruth Rose y Jim consiguen huir
a una cabaña cercana. Al día siguiente cuando vuelven a casa de Jim se la
encuentran patas arriba y con una pintada que decía: “Father mató a Hub”. La mañana
siguiente Fisher apunta a Jim con un rifle. Fue él quién mató a Hub, porque
también había matado a Tuffy y Hub lo iba a destapar todo.
Pero ese no es el final.
Fisher intentó matar nuevamente a Jim. Esta vez lo encierra junto al hermano de
Tuffy, Stanley, que le confirma todo lo que ya sabía: Fisher es un asesino.
Jim y Stanley consiguen
escapar y después de llamar a la policía detienen a Fisher, que tras unas
cuantas horas se derrumba y lo cuenta todo.
En mi opinión es una
historia bastante entretenida en la que desde un primer momento te enganchas y
la intriga se mantiene hasta el final.
Marta Vicente Moreno (3º ESO A. 2013)
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