Marco Polo no viaja solo en esta aventura. Un día mientras Mateo persigue a Patrizia, que le había robado una valiosa moneda, se introduce en un barco con rumbo a Oriente. En el barco se encuentra de nuevo con Patrizia y ambos establecen una amistad. Cuando llegan a tierra firme, tras largas jornadas de intenso viaje, todos emprenden una eterna travesía por el desierto y las ciudades hacia China, donde se encuentra el Gran Kan, a quien deben entregar el aceite del Santo Sepulcro. Para adquirir este aceite, los dos niños deben superar tres pruebas relacionadas con la valentía, la inocencia y otras actitudes. El viaje no será fácil, pues por el camino sufrirán múltiples asaltos, enfrentamientos, enfermedades y fiebres con las que Marco está a punto de perder la vida.
Es un libro muy interesante para leer, ameno y entretenido.
Claudia García Cobarro (2º ESO A. 2011)
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