Tokyo
revengers es un manga que consta de 8 arcos, palabra que
utilizan para referirse también a sagas; y con un total de 278
capítulos. Que, tras tanto tiempo en emisión, el manga llega a su fin.
Takemichi
Hanagaki es el protagonista de esta historia, un joven que sobrevive con trabajos
a tiempo parcial. Se encuentra en el punto más bajo de su vida, sin motivación
de existir y llevando una vida que no quiere. Un día, escucha en las noticias
que su novia del instituto ha muerto a manos de la más temible organización
criminal, la Tokyo Manji. Tras varios sucesos, Takemichi muere y descubre que
es un viajero del tiempo. Que, inconscientemente, da un salto de 12 años hacía
el pasado, donde se encuentra de nuevo en la secundaria.
Con
la motivación de evitar la muerte de Hina, su exnovia del instituto, decide introducirse
en el mundo de las pandillas y así, prevenir a toda costa su muerte. Entrometiéndose
en los planes del destino y de esa forma poder cambiar su futuro a mejor, con
la oportunidad de empezar de nuevo. Pero al cambiar el pasado, surgen consecuencias
fatídicas en el futuro. Personas que no morían antes, mueren ahora. Y, aun así,
él quiere salvar a todos, cueste lo que cueste. Metiéndose en grandes peleas y
situaciones muy peligrosas.
Durante
todo el manga y en los diferentes arcos, se presentan diferentes antagonistas
que están dispuestos a hacerle la vida imposible a Takemichi. Pero él decide
salvar todas las vidas que se encuentra en su camino. También se presenta un
nuevo protagonista-antagonista, Manjiro Sano, más conocido por Mikey. Todo el
manga gira en torno a ellos dos y la triste historia de su pasado. Contándonos
cómo surgen los viajeros del tiempo y también, una trágica maldición que lleva
años acechándoles.
Algo
curioso ha sido la polémica que surgió con el uso del manji, símbolo budista, que
se utiliza en el manga. Este símbolo recuerda a la esvástica nazi, pero no
tienen nada que ver ni tampoco guardan relación alguna. Cuando la gente comenzó
a mostrar ignorancia ante el símbolo, decidieron censurarlo de la adaptación al
anime, algo que, para muchos, resulta absurdo.
Como
opinión propia creo que es un manga que merece la pena leer, y en los que
puedo
llegar a destacar varios puntos positivos y algunos otros también negativos.
Lo
primero sería el buen trabajo que hizo Ken Wakui, el creador de esta historia;
con el desarrollo de los personajes. Se tomó el tiempo necesario para cada uno,
haciendo que todos estuvieran conectados de alguna manera. La gran mayoría de los
personajes tienen flashbacks que consolidan sus personalidades, dándoles sentido
a sus acciones.
Y
hago hincapié en Mikey, para mí, uno de los mejores personajes de todo el manga.
Pasa de ser tan solo un integrante de las pandillas, a hacer que varios arcos y
casi toda la parte final de la trama de la historia, dependa de él. Aunque
Mikey es uno de los personajes más odiados por los fans de Tokyo revengers.
Debido a que todo se alarga por su culpa, pudiendo haber terminado mucho antes
con un final perfecto. Dejándonos así una buena reflexión: no todos pueden ser
salvados. Además de no tener la necesidad de meter tantos personajes innecesarios,
para el último arco. También, creo que las muertes de algunos compañeros de los
personajes son cosas que marcan su vida, que hacen que sus acciones a partir de
la pérdida de un hermano o un amigo cambien radicalmente; es algo muy duro. Y
que, al pasar unos arcos los revivan sin más, es algo que me hace perder
interés. Pero, aun así, toda la inmensa repercusión que ha tenido la obra y
toda la fama que ha adquirido en este tiempo, está merecidísima.
María
Ortiz Almela (2022)