El
lobo estepario es una novela del escritor Hermann Hesse,
publicada en 1927. Se trata de una de las más importantes novelas del siglo XX,
y es que, su excepcional narrativa y su gran carga filosófica influenciada por
el aún vigente existencialismo, dan de él mucho que hablar.
El
libro arranca bajo la visión personal de un conocido del protagonista, el sobrino
de la arrendataria de Harry Heller, el protagonista de la obra. En esta introducción,
dicho conocido del Lobo Estepario —nombre al que Harry Heller responde debido a
su autoproclamada y dual naturaleza lobuna y humana— opina ambiguamente acerca
de Harry señalando su enigmática inteligencia, así como su espiritualidad. Por
otro lado, no olvida mencionar la enfermedad que sufría el espíritu de Harry en
silencio.
Tras
esta especie de prólogo, es presentada la “realidad” (el que haya leído el libro
entenderá por qué he de entrecomillar dicha palabra) decadente de Harry. El
Lobo Estepario, es descrito como una persona de aproximadamente cincuenta años,
pluralmente enferma, solitaria y hastiada por una vida a la que dice odiar, y
por no sentirse contemporáneo al entorno que lo rodea: detesta a la burguesía,
el jazz y todo nuevo entretenimiento propio de los jóvenes.
Uno
de sus fatídicos días, Harry decide salir a dar un paseo. Durante este, aparece
delante suya un cartel sobre una puerta que reza: "Teatro mágico... Entrada
no para cualquiera...Solo para locos..." Es entonces, cuando tras fallar abriendo
la puerta aparece un vendedor ambulante y le entrega un pequeño libro. Cuando
Harry llega a su hogar y decide leer aquel libro, se sorprende al darse de
cuenta que este describe objetivamente su fementida espiritualidad.
Tractat
del Lobo Estepario era el título del libro biográfico encontrado por
Harry. Cuenta este manifiesto las fortalezas, debilidades y conflictos de aquellas
personas que se ven a sí mismas como mitad lobo, mitad humano. Extendidamente
explica conceptos como la pluralidad del yo o el suicidio. De vuelta con las
anotaciones sobre Harry Heller, el Lobo Estepario, desconcertado, encuentra
días más tarde durante un sepelio al vendedor ambulante que le había
proporcionado el Tratado del Lobo Estepario. Este le gruñe sin apenas
mirarle que se vaya al “Águila Negra”, un bar discoteca al que se iba a bailar.
En ese momento Harry, que por el fracaso intentando volver a socializar con
viejos amigos, decide, durante algo así como un ataque de ansiedad, suicidarse.
Pero no es así como evoluciona la historia, y es que, tras dar vueltas y
vueltas por el barrio haciendo tiempo para suprimir su terror a morir,
encuentra frente a sí un llamativo letrero: “El Águila Negra”. Dentro conoce a
una amable muchacha llamada Armanda, que, tras relajarlo y citarse con él para
cenar, deja en Harry una esperanza vital renovada. Los días pasan, Armanda y
Harry han quedado múltiples ocasiones; ha sido presentado Pablo, un amigo
músico de Armanda; y Harry está siendo enseñado a bailar por su nueva amiga.
Sin embargo, algo se cuece tras la figura de Armanda, que, en la primera de sus
citas, ha mencionado a Harry su afán por hacerlo enamorarse de ella y
obedecerla en todas sus órdenes. Además, menciona entonces que la última de sus
órdenes sería ser asesinada a manos de Harry.
Aunque
para ese entonces el libro ya está tomando un carácter enigmático, poco ha
visto el lector antes de llegar al desenlace del mismo. Harry acude a un esperado
baile de disfraces, en el que finalmente aprende a disfrutar del baile y la
música contemporáneos a él. Tras insondables bailoteos con diferentes muchachas,
recibe una nota de un desconocido en la que ponía: “Esta noche, a partir de las
cuatro, Teatro Mágico... -sólo para locos-... La entrada cuesta la razón... No
para cualquiera... Armanda está en el infierno.” Entonces, solo entonces, Harry
acude al famoso teatro mágico...
No
narraré lo que sucede a continuación: el final siempre ha de pertenecer al
lector.
Aunque
mi opinión sobre libros no vale mucho porque no soy crítico literario, justo me
parece mencionar los geniales (en el aspecto formal de la palabra, es decir,
propio de un genio) aspectos que componen tremendo libro. Comenzaré mencionando
su carga existencialista, ya previamente mencionada, y su creativa manera de
expresar los sentimientos de Harry: como a través de escenarios imaginarios en
los que ve a Hamlet, Ofelia o Atila; o poemas escritos por él mismo.
De
El Lobo Estepario adoro su narrativa, la cual despunta manifestando un
rico lenguaje literario, del que he aprendido nuevas palabras como “barrunto”, “tremar”
o “fementido”. Está perfectamente estructurado más allá de en capítulos, en
cuatro partes: la introducción; las anotaciones de Harry Heller; el “Tratado
del Lobo Estepario” y “Siguen las anotaciones de Harry Heller”. Esta división
de la obra es, desde mi punto de vista, muy original. Si tuviera que relacionar
este libro con alguna otra novela similar no sabría hacerlo. Se puede palpar la
crítica clara de Harry hacia la sociedad de manera similar a la que la hace
Holden Caulfield, de El Guardián Entre el Centeno. Sin duda mi próximo
movimiento como lector será indagar más en la obra de Hermann Hesse y leer Demian
o Siddhartha.
En
definitiva, es una lectura recomendada, pero considero necesaria la relectura
de la misma, ya que, para nadie pasa por alto lo extraña que resulta la trama
en muchas ocasiones. Aunque tal vez el inicio de la obra sea corriente —que no
mediocre, ni mucho menos —, el final es algo complejo de digerir. Aun así,
reitero, es una lectura que recomiendo.
Ousmane Niang (2023)
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