Débil,
frágil, pequeña son adjetivos que siempre han utilizado para referirse a
Violet. Ahora, su madre, la Comandante General, ha decidido cambiar el rumbo de
su vida, Violet debe dejar atrás sus sueños de pasar el resto de su vida entre
libros y textos para convertirse en jinete de dragones pero antes de eso deberá
sobrevivir a las mortales pruebas que les imponen en el Cuadrante de
Jinetes.
Antes
incluso de entrar al cuadrante ya son puestos a pruebas; para asegurarse una
plaza dentro primero deben superar el parapeto, un puente de piedra a más de
cien metros del suelo en el que influyen tanto el equilibrio como la
suerte.
Antes
de poner a prueba los consejos de su hermana Violet conoce a la persona con más
motivos dentro de la academia para desear su muerte; Xaden Riorson, hijo del
líder de la rebelión en la cual su hermano murió y su madre asesinó a su padre.
Pero igual que le teme siente una magnética atracción hacia él; Violet consigue
cruzar el parapeto pese a los esfuerzos de Jack Barlow por tirarla.
Logra
cruzar el parapeto no significa que todavía Violet pueda respirar con
tranquilidad, primero debe encontrar a Dain; hijo del ayudante de su madre y…
amor platónico de la infancia; Dain le ofrece la oportunidad de cambiarla al
Cuadrante de Escribas sin que su madre lo sepa, pero Violet está decidida a
demostrar de lo que es capaz. Rhiannon y Rodic a su lado consigue llegar hasta
la última prueba antes de verse por primera vez a los ojos de los dragones.
Violet sabe que es mucho más débil que sus compañeros y piensa que esta prueba
también será la última para ella por suerte Xaden que ha demostrado no ser tan
peligroso como le habían advertido le da la clave para superar la prueba.
Tras
reunirse con sus compañeros; les permiten dar un primer vistazo a los dragones
por los que a la mañana siguiente tendrán que luchar. Violet se
adentra dentro del bosque donde escucha como Jack y sus compañeros pretender
asesinar a la pequeña dragona dorada para impedir esto Violet sale de su
escondite y se enfrenta a ellos; Xaden junto con su dragón observan la pelea
sin poder interferir. Violet consigue vencer a Jack y a uno de sus esbirros,
pero antes de terminar la lucha son interrumpidos por el dragón más grande y
antiguo del Valle Tairn quien elige como jinete a Violet, pero no solo él sino
que la pequeña dragoncita dorada, Andarna, también la elige como jinete; esto
significa que Violet se ha convertido en la jinete más poderosa de toda la
academia y que el número de sus enemigos ha subido rápidamente.
Esa
misma noche casi la asesinan un grupo de estudiantes que no habían conseguido
enlazarse con ningún dragón, Xaden y su grupo llegan a tiempo para salvarla y
castigar al día siguiente a la organizadora del ataque. Para asegurar su
supervivencia dentro del cuadrante Xaden la pone bajo la supervisión de uno de
sus hombres de confianza.
A
partir de ahí su único objetivo es terminar el primer año viva, pero nada es
tan fácil como parece: la tensión y el deseo entre ambos es cada vez más
notable; los ataques en la frontera son constantes y el peso de ser una asesina
hace que Violet deje de ser la chica frágil que entró al cuadrante para
convertirse en la jinete que todo el mundo espera de ella.
Simplemente
una obra maestra, la historia recuerda a las sagas de Divergente y
Harry Potter. Es adictivo, mágico y único; sin duda merece ser
considerado un Bestseller en toda regla. Hacía mucho tiempo que una historia no
me gustaba tanto y me hacía desear tener la próxima entrega cuanto antes. La
protagonista tiene un desarrollo y evolución muy notable, que espero que siga
creciendo en el próximo libro. Sin duda, se ha convertido en uno de mis libros
favoritos.
Lucía Gadea Monreal (2023)
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