Vivi
terminó su verano hace nueve años con el corazón roto al haberse enterado de
que Rhys estaba comprometido. Y como cualquier bruja de diecinueve años, tras
darse un baño de burbujas y beber mucho vodka, decide realizar con su prima una
inofensiva maldición; o eso es lo que ellas creen.
Nueve
años después, Rhys Penhallow vuelve al pueblo para asistir al Día del Fundador;
pero no dejan de sucederle catástrofes desde el mismo momento en el que llega y
su coche lo deja tirado en la carretera y cuando parece que un alma caritativa
dispuesta a ayudarle se da cuenta que es su ex y lo deja abandonado en la
cuneta. Durante su discurso en el Día del Fundador la estatua de su antepasado
está a punto de matarlo y Rhys empieza a creer que está maldito, por último,
Rhys tiene que recargar las líneas ley de magia y así podrá volver a Galés y
olvidarse de Vivienne. Pero las cosas no van como piensa y las líneas ley
acaban maldecidas y la magia perdiendo el control que poseían todos los brujos
sobre ella. Vivi le cuenta la verdad sobre la maldición, pero antes de que
pueda hablar, la llama su prima Gwyn por los extraños sucesos que están
ocurriendo en Algo de Magia y también debe contarle la verdad a su tía sobre
qué sucedió cuando mezclaron magia con vodka.
Las
brujas se reparten para buscar cómo pueden romper la maldición, por ello Vivi y
Rhys van a la biblioteca mágica de la universidad acaban liándose y son
interrumpidos por la aparición de una fantasma muy cabreada en la biblioteca
mundana. Ahora no solo tienen que averiguar cómo romper una maldición, sino que
también están en la obligación de capturar a un fantasma; el segundo problema
parece avanzar cuando una profesora de la universidad le da un artilugio para
capturar al fantasma y esa misma noche se infiltran en la antigua casa de Piper
McBride para capturar al fantasma y antes de conseguirlo Piper habla sobre la
verdad del pueblo. A la mañana siguiente, Vivienne le da la vela a Amanda y
poco después se entera del error que ha cometido y se desahoga con Rhys dejando
pasar su pasión y deciden empezar una relación de sexo y confianza hasta que
Rhys vuelva a Gales. Tras una visita de su padre, Rhys busca a la
falsa Amanda y consiguen que le devuelvan al fantasma y una vez de vuelta
consiguen que Piper les cuente la verdad de Graves Glen y su verdadero
fundador. Rhys y Vivienne se dan un tiempo a su relación ante las nuevas
revelaciones, pero cuando Rhys se decide a contarle lo que significa para el
Vivi ya es demasiado tarde. Vivi consigue invocar a su antepasado y perdonar a
los Penhallow pero Aelwyd no tenía suficiente poder para romper la maldición y
por ello las brujas de la familia Jones deciden arreglar lo que un Penhallow
les robaron.
Nunca
se debe mezclar magia con Vodka, la gran lección de este libro. Mi ex y
otras maldiciones es sin duda un libro mágico y no solo porque incluye
el elemento de la magia en el libro sino también por la conexión que existe
entre los personajes, la ambientación tan única y fantástica, la historia que
consigue engancharte desde el minuto uno y no te deja parar de leer. Son 281
páginas cargadas de un romance único y mágico de las que no te cansas de leer
en ningún momento.
Lucía Gadea Monreal (2022)
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