La
historia empieza con un chico llamado Thomas, que aparece en un sitio al que
llaman El Claro. Él sólo puede recordar su nombre, al igual que los demás
chicos que había allí, que igual que él habían perdido la memoria y que un día
aparecieron allí sin saber dónde estaban ni por qué estaban allí.
Después
de darle la bienvenida le mostraron el campamento que entre todos habían
construido durante los tres años que llevaban en aquel lugar. Pronto le
asignaron un trabajo a Thomas, en la enfermería; pero a él le gustaba ser
corredor. Cada mañana unas enormes puertas se abrían y permitían entrar al
laberinto e intentar encontrar una salida (una salida que no habían logrado
hallar durante los tres años, ya que el laberinto cambiaba cada cierto tiempo).
Thomas no
tarda en saltarse las normas y entra en el laberinto para poder ayudar a sus
compañeros. Al día siguiente, Alby, el líder de los corredores, le enseña la
mecánica de El Claro y cómo funciona, que cada mes llega un nuevo novato
(siempre un chico) y provisiones. Pero en ese momento el ascensor trae a un
novato más, aunque aún no fuera el día… Y es una chica. Desde entonces, todo
empieza a cambiar.
El libro
me ha gustado muchísimo más que las películas, porque puedes conocer mejor a
los personajes. He decidido no contar el final para mantener la intriga de qué
pasará al final. ¿Qué hay fuera del laberinto? ¿Quién se encuentra detrás de
todo lo que está pasando?
Cintia López Rodríguez (3º ESO B) (2018)
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