Mía es
una joven de dieciocho años que tiene una gran cualidad: sabe escuchar y hacer
felices a las personas fácilmente. No es psicóloga y no siguió estudios, ya que
decidió dedicarse a hacer felices a los demás.
A Mía la
buscan personas que necesitan ese tipo de ayuda para sus seres queridos. En el
momento en que ella decide aceptar tiene ocho semanas para que esa persona sea
feliz, se quiera a sí misma y su felicidad no dependa de nadie. Y aparte tiene
ocho días más por si algo no funciona.
Un día,
un matrimonio buscó ayuda para su hijo de dieciocho años, Max, un chico serio,
callado, que parece estar deprimido la mayor parte del tiempo e incluso decidió
suicidarse dos años atrás. Mía vio la ficha de Max y aceptó el caso aun
sabiendo que iba a enamorarse de él.
Para mí
ha sido un libro muy reflexivo, ya que te hace entender que tal vez para llegar
a la felicidad necesitas a alguien a tu lado, para que la comparta contigo. Es
una historia que aconsejaría a personas de mi edad ya que tiene un estilo muy
juvenil y es interesante.
Laura Beltrán Sánchez (1º Bach C) (2018)
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