Eva
es una adolescente responsable que decide irse a estudiar Comunicación Social a
Madrid. Allí vivirá con un viejecito llamado Porto. El anciano se pasa todo el
día sentado en su sillón, observando la tele y acompañado siempre de su
audímetro, el cual mide la audiencia televisiva, por lo que dicho aparato le
parecerá muy extraño a la joven. Eva comenzará la universidad, poco a poco van
pasando los días en casa de Porto, e irá dándose cuenta de que ese anciano esconde algo que ella
desconoce, cosas extrañas relacionadas con el presentador de televisión
Morterone. La joven Eva, tras escuchar las historias que les cuenta Porto
relacionadas con el famoso presentador, le tomará por un anciano loco y
aburrido ya que para ella todas esas historias son creaciones suyas. Tras el
paso de varios días Eva, no aguantando las impertinencias del anciano, decide
irse de su casa y acabará compartiendo piso con dos chicos de su facultad: era
el único lugar que le quedaba. Eva se arrepiente de haberse ido y decide ir a
visitar a Porto, pero tras entrar en el piso no encuentra ni el audímetro ni a
Porto. Es ahí cuando Eva comienza a sospechar que algo raro está ocurriendo y
deberá descubrir el gran misterio que escondía Porto.
Eva,
acompañada de su amigo Alfonso, tratarán de resolver ese misterio, buscarán a Porto
(el cual se encontraba encerrado en una residencia de ancianos)... pero algo
raro ocurría allí. Parecía que todo el mundo se oponía a sacar a Porto de
aquella prisión de ancianos. Eva y Alfonso no pueden sacar a Porto de allí, pero
el anciano por sí solo y a escondidas salió. Mientras tanto, les mandó a los
dos jóvenes que miraran una caja especial que tenía escondida en su casa, la
cual les indicaría el camino para descubrir lo que Porto escondía y
desenmascarar todo lo ocurría con Morterone.
Nadia Pérez Chicano (2º Bach F. 2013)
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