El árbol amarillo es una recopilación de poesías de los siglos XIX y XX que abarca distintas corrientes literarias. Comienza en el Romanticismo con autores como José Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro pasando por poetas modernistas (Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez) y concluyendo con la poesía del siglo XIX, los movimientos vanguardistas donde podemos apreciar innovaciones curiosas a la hora de estructurar y presentar el poema, pongo por caso “Gallo del amanecer” de Jorge Guillén que presenta una estructuración de los versos muy peculiar. Esto sería lo esencial que se podría decir de esta antología preparada por la profesora Gloria Rey Faraldos pero me gustaría profundizar un poco más añadiendo una aproximación histórica.
El Romanticismo se afianzó en la literatura occidental en la primera mitad del siglo XIX. Entre los primeros poetas románticos españoles hay que destacar a José Espronceda, un escritor que murió con solo treinta años, tras una vida llena de avatares pero que nos dejó obras magníficas como “Canción del pirata”. Hacia la segunda mitad del siglo XIX comienza a predominar la estética realista, esta nueva línea está representada por Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro que son considerados como románticos tardíos. Bécquer es conocido por sus Rimas, en las que están recogidas sus versos reunidos por los amigos del poeta tras su muerte, en la rima IV afirma: “Podrá no haber poetas… pero siempre habrá poesía”. Entre los sentimientos el amor ocupa un lugar preeminente. Hacia las dos últimas décadas de este siglo comenzó un pesimismo intelectual, origen de la llamada “Crisis de fin de siglo”, que en la literatura española se manifiesta a través del Modernismo. Poetas como Rubén Darío se evaden a otros mundos idílicos con princesas como en el poema “A Margarita Debayle”, pero también expresa sus inquietudes espirituales en “Lo fatal”. Tanto Antonio Machado como Juan Ramón Jiménez pueden inscribirse en el Modernismo ya que siguieron la línea intimista de esta corriente literaria. Hacia 1918 comienzan a manifestarse los movimientos vanguardistas, con los que se pretendía buscar un nuevo lenguaje que sirviera para reflejar la realidad del siglo XX, se parte de una actitud iconoclasta frente a todo el arte precedente. Podemos distinguir la generación del 27, a la que pertenecen Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y Luis Cernuda. Durante los años de guerra Miguel Hernández hará de la poesía un arma de combate.
Esta antología concluye con poetas de las últimas décadas como Blas de Otero, José Hierro, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Pere Gimferrer, Antonio Carvajal, Leopoldo María Panero y Luis Alberto de Cuenca.
Os recomiendo la lectura de este libro, sobre todo a aquellos que amen la poesía, porque disfrutarán haciendo un pequeño recorrido por la literatura de los últimos siglos. Y es que, como dice el poeta y ensayista Octavio Paz: “Si el hombre olvidara la poesía, se olvidaría de sí mismo. Regresaría al caos original”.
El Romanticismo se afianzó en la literatura occidental en la primera mitad del siglo XIX. Entre los primeros poetas románticos españoles hay que destacar a José Espronceda, un escritor que murió con solo treinta años, tras una vida llena de avatares pero que nos dejó obras magníficas como “Canción del pirata”. Hacia la segunda mitad del siglo XIX comienza a predominar la estética realista, esta nueva línea está representada por Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro que son considerados como románticos tardíos. Bécquer es conocido por sus Rimas, en las que están recogidas sus versos reunidos por los amigos del poeta tras su muerte, en la rima IV afirma: “Podrá no haber poetas… pero siempre habrá poesía”. Entre los sentimientos el amor ocupa un lugar preeminente. Hacia las dos últimas décadas de este siglo comenzó un pesimismo intelectual, origen de la llamada “Crisis de fin de siglo”, que en la literatura española se manifiesta a través del Modernismo. Poetas como Rubén Darío se evaden a otros mundos idílicos con princesas como en el poema “A Margarita Debayle”, pero también expresa sus inquietudes espirituales en “Lo fatal”. Tanto Antonio Machado como Juan Ramón Jiménez pueden inscribirse en el Modernismo ya que siguieron la línea intimista de esta corriente literaria. Hacia 1918 comienzan a manifestarse los movimientos vanguardistas, con los que se pretendía buscar un nuevo lenguaje que sirviera para reflejar la realidad del siglo XX, se parte de una actitud iconoclasta frente a todo el arte precedente. Podemos distinguir la generación del 27, a la que pertenecen Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y Luis Cernuda. Durante los años de guerra Miguel Hernández hará de la poesía un arma de combate.
Esta antología concluye con poetas de las últimas décadas como Blas de Otero, José Hierro, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Pere Gimferrer, Antonio Carvajal, Leopoldo María Panero y Luis Alberto de Cuenca.
Os recomiendo la lectura de este libro, sobre todo a aquellos que amen la poesía, porque disfrutarán haciendo un pequeño recorrido por la literatura de los últimos siglos. Y es que, como dice el poeta y ensayista Octavio Paz: “Si el hombre olvidara la poesía, se olvidaría de sí mismo. Regresaría al caos original”.
Gloria Tomás Martínez (1º Bach B. 2011)
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