sábado, 6 de enero de 2024

La Templanza

 


La Templanza está ambientada en el siglo XIX y nos cuenta la vida de dos personajes: Mauro Larrea y Soledad Montalvo. La trama comienza en México, donde Mauro Larrea es un hombre de negocios de origen español que tras sufrir una serie de desgracias financieras acerca de sus minas. Tras perder toda su fortuna, decide embarcarse en una aventura arriesgada, camino hacia Cuba. Larrea viajó a Cuba en busca de una oportunidad para recuperar su nivel social y toda su fortuna que perdió tiempo antes. En este viaje, conoce a Soledad Montalvo que era una joven inglesa que se encontraba en una situación similar a la de Mauro Larrea. Pasan los días y se van conociendo cada vez más y Mauro Larrea y Soledad establecen una conexión muy especial. Se les ofrece una oferta y deciden asociarse en un negocio relacionado con la importación y comercialización de vinos. Los dos juntos logran establecerse como exitosos comerciantes y construyen un imperio de vinos. A lo largo de su trayectoria, se enfrentan a diversos desafíos y obstáculos, pero no se rinden y deciden aguantar hasta alcanzar el éxito que finalmente logran los dos. Mientras la relación entre Mauro Larrea y Soledad Montalvo evoluciona y se profundiza cada vez más, pero ambos deben de enfrentar sus propios demonios que les atormentan y superar los obstáculos emocionales que les impiden vivir plenamente su sincero amor. La historia está desarrollada en México, Cuba, Londres y Jerez de la Frontera, en estos lugares los personajes experimentan cambios personales y descubren la importancia de la templanza, el equilibrio y la superación de los deseos materiales.

La Templanza es una historia muy compleja, se tiene que leer de manera seguida ya que es un libro que puede resultar difícil de comprender y muy fácil de perder el hilo. Personalmente me gusta la evolución del personaje de Mauro Larrea ya que sufre varios cambios a lo largo de la historia. Yo recomiendo este libro a personas que les guste leer y que lean de manera seguida.

 

Laura Gómez Sandoval (2024)

martes, 2 de enero de 2024

Skellig

 


El libro Skellig trata de un niño llamado Michael, el cual se acaba de mudar con su familia a su nueva casa lejos de su anterior barrio, se mudaron para estar más cerca del hospital ya que su hermana recién nacida estaba muy enferma, por lo que él aburrido en su casa y ya sin saber qué hacer le dan igual las palabras de sus padres que él se adentra en el garaje para ver qué había dentro y su sorpresa fue grande al encontrarse a un hombre lleno de suciedad y comiendo todo tipo de bichos que hay en ese garaje ya que no tiene otra comida. Michael le pregunta que quién es y qué hace allí muy asustado, pero él lo ignora por completo y hace como si no hubiera nadie en ese garaje más que él. Michael prueba a preguntarle que si necesita algo porque él de verdad quería ayudarlo a lo que él responde que quiere un 27 y un 53 y una caja de aspirinas y que si no lo tiene le deje en paz. Él no sabía a qué se refería, pero cuando su padre le dijo que qué le gustaría pedir de comer al restaurante de comida china le respondió que un 27 y un 53. Él no se terminó esa comida ya que no era toda para él y por la noche agarró una cajita de aspirinas del botiquín que tenían en el baño y se las bajó antes de que amaneciera al hombre del garaje llamado Skellig, Michael se dio cuenta de que estaba muy débil; por ello le ayudó a comer y fue llevándole a diario comida y aspirinas, pero, aunque el hombre le pedía que no se lo dijera a nadie, él no aguanta y se lo cuenta a su vecina Mina, la que acaba haciéndose muy amiga suya. Un día que fueron los dos de madrugada a llevarle comida y se lo encontraron tirado en las escaleras del garaje, ya que no tiene fuerzas para hacer nada le ayudan a sentarse y le quitan la camiseta, aunque él se niega porque la llevaba demasiado sucia y ahí es donde se dan cuenta de que tiene alas que le salen desde los omóplatos y por eso no quería que llevaran a ningún médico. Días después se quedaron a comer con él a lo que se levanta y empiezan a bailar como pasos de baile de salón, Michael no entendía nada, pero se sentía muy a gusto con ellos dos, al día siguiente se dieron cuenta de que lo del baile había sido una despedida ya que no lo vuelven a ver más y su hermana se recupera y vuelve a casa.

 

A mí este libro me ha gustado mucho, pero me ha dejado con la intriga de saber a dónde va Skellig, cómo llegó al garaje, qué es él realmente…

 

Vera Cantero Sánchez (2024)

sábado, 30 de diciembre de 2023

El ladrón de tiempo

 


El libro trata de un joven llamado Matthieu Zela, todo comienza cuando se da cuenta de que por alguna extraña razón su cuerpo ha dejado de envejecer. Para él es una gran suerte el poder vivir tantos años, ya que conforme va transcurriendo el libro va cumpliendo de 100 a 200 años de vida.

En el libro Matthieu cuenta toda su vida, todas las mujeres que ha tenido, va contando cómo las conoce y qué pasa con ellas, pero la única mujer de la que siempre ha estado enamorado se llama Dominique, a la cual conoció cuando Matthieu y su hermano pequeño Thomas van montados en un barco, ahí la conocen. La historia de Dominique y Matthieu es una montaña rusa, y que por desgracia tiene un final aterrador. Su vida ha sido muy completa: ha presenciado miles de muertes, incluso dos asesinatos y uno de ellos de su querida Dominique. Matthieu tiene un sobrino llamado Tommy en cual siempre recurre a su tío para pedir dinero, ya que es drogadicto. Mathieu ha pasado por dos siglos en los que ha tenido que acomodar su vida y aprender a vivir así, en esos dos siglos nunca ha estado del todo solos, ya que siempre hay antepasados que por supuesto se llaman Tommy o Thomas. Por lo hablar de todas las mujeres que ha estado, Matthieu un día llama a su sobrino para ver que tal estaba su mujer que acababa de tener un bebe y él se esperaba una niña la cual rompería la tradición de que todos se llamen Tommy o Thomas, se queda fascinado, entonces cuelga y se mira al espejo se queda anonadado ya que le han salido canas, arrugas y eso quería significar que estaba envejeciendo.

 

Opinión personal: No sabría describir si me ha gustado o no, había partes que se me hacían muy largas, pero eso no quiere decir que no sean interesantes, a mí me gustaba más cuando contaba su historia de amor - odio con Dominique. Sí lo recomiendo, pero para cuando tengas mucho tiempo libre.

 

Lucía Vidal Alberca (2023)

viernes, 29 de diciembre de 2023

La impaciencia del corazón

 


En 1938, el narrador se encuentra con Anton Hofmiller, titular de la Orden de María Teresa, que le cuenta lo que le sucedió cuando tenía veinticinco años. El narrador escribe su historia cambiando únicamente los nombres y algunos pequeños detalles. Anton Hofmiller era hijo de un pobre funcionario con una familia numerosa. Fue enviado a una escuela militar de la que se graduó a los dieciocho años, e ingresó en la caballería gracias a un pariente lejano. El escuadrón donde servía fue trasladado a una pequeña ciudad cerca de la frontera húngara. En mayo de 1914, Anton fue presentado al hombre más rico de la zona, el señor Kekesfalva, y fue invitado a la casa del mismo. Bailó mucho con Ilona, la sobrina de Kekesfalva, y otras chicas; fue a las diez y media cuando se dio cuenta de que había ignorado a la hija del señor Kekesfalva y no la había invitado al vals. En respuesta a su invitación, Edith Kekesfalva rompió a llorar. Anton no entendía qué le pasaba, e Ilona le explicó que Edith tenía las piernas paralizadas y no podía dar un paso sin muletas, confesión que hizo a Anton marcharse avergonzado.

Para remediar aquello, Anton compró un enorme ramo de rosas para Edith con el dinero que le quedaba. La muchacha le respondió con una carta de agradecimiento y le invitó a tomar una taza de té. Cuando Anton llegó, Edith e Ilona le recibieron con calidez, y pronto el hombre decidió que Ilona le parecía una mujer de verdad con la que quería bailar y besarse, mientras que a Edith la consideraba una niña a la que consolar. Cuando Anton vio por primera vez a Edith, usando muletas y arrastrando las piernas con dificultad, quedó horrorizado. Se sintió impotente al ver su sufrimiento y deseó vengarse de los sanos, haciendo que contemplaran su tormento. El padre de Edith llamó a los médicos más destacados con la esperanza de encontrar una cura, ya que cinco años antes ella era una niña alegre con toda movilidad. Le pidió al teniente que no se sintiera ofendido por Edith, explicando que, a pesar de su actitud a veces dura, tiene un corazón bondadoso. Anton sintió compasión y hasta se avergonzó de su propia salud.

Una vez, cuando galopaba sobre un caballo, pensó de repente que, si Edith lo veía desde la ventana de la finca, podría ser doloroso para ella contemplar su carrera. Detuvo el galope y dio a sus lanceros la orden de trotar y solo les permitió retomar la velocidad cuando la finca ya no estaba a la vista. Sentía una profunda simpatía por la desafortunada Edith y se esforzó por alegrar su existencia. Viendo cómo las niñas se alegraban por su llegada, comenzó a visitarlas casi a diario, compartiéndoles historias divertidas y entreteniéndolas como mejor podía. La dueña le agradeció que hubiera devuelto el buen humor a Edith, que volvió a estar casi tan alegre como antes.

Anton descubrió que Ilona estaba comprometida con un ayudante de notario de Bechkeret y esperaba a que Edith mejorara para casarse con él. Se rumoreaba que Kekesfalva ofrecía una dote a un pariente necesitado para posponer el matrimonio. La atracción de Anton por Ilona se desvaneció rápidamente, centrando su afecto en Edith, vulnerable e indefensa. Sus camaradas se burlaron de él, y dejó de asistir a las fiestas en el León Rojo y lo hicieron sentir más como un dador y ayudante. Comenzó a visitar a los Kekesfalva con menos frecuencia y en consecuencia Edith se sintió ofendida, así que él luego le pidió disculpas. Para evitar disgustar a la muchacha, Anton retomó sus visitas a la finca. Kekesfalva le pidió a Anton que consultara al Dr. Cóndor sobre las posibilidades de recuperación de Edith, pues estaba cansada de la incertidumbre. Él prometió conseguir esa información y, después de cenar con los Kekesfalva, habló con el Dr. Cóndor al respecto. Cóndor estaba preocupado no por Edith, sino por su padre, quien estaba muy inquieto. Resulta que Kekesfalva, a quien pensaban noble, en realidad se llamaba Lemmel Kanitz y nació en una familia judía pobre. Cuando era joven, Kanitz se volvió exitoso en Viena. Compró la finca Kekesfalva engañando a Fraulein Ditzenhoff y luego sintió culpa. Le ofreció devolver la finca si ella se arrepentía, pero acabaron casándose. Kanitz se hizo cristiano, cambió su nombre a von Kekesfalva y fueron felices hasta que su esposa murió de cáncer.

Después de que su esposa muriera y el dinero no pudiera salvarla, Kanitz dejó de valorar tanto el dinero. Se centró en cuidar a su hija y gastaba dinero sin preocuparse. Cuando Edith se enfermó, Kanitz lo vio como un castigo por sus acciones pasadas y se esforzó para curarla. Anton consultó a Cóndor sobre la posibilidad de curar a Edith, y Cóndor admitió sinceramente que no lo sabía. A pesar de probar varios tratamientos, no había tenido resultados positivos. Cóndor también escribió al profesor Vienneau para conocer su método, pero aún no había recibido respuesta. Después de hablar con Cóndor, Anton se encontró con Kekesfalva, quien esperaba ansioso en la lluvia para conocer la opinión del médico sobre Edith. Para no decepcionar al anciano, Anton le dijo que Cóndor probaría un nuevo método de tratamiento, generando esperanza. Kekesfalva compartió esta noticia con Edith, quien creyó que pronto se curaría. Cuando Cóndor recibió una respuesta negativa del profesor Vienneau, Anton convenció a Cóndor de ocultar la verdad a Edith para no desanimarla. Aunque Cóndor advirtió a Anton sobre asumir demasiadas responsabilidades, Anton creía que mantener el ánimo de Edith era crucial. Anton leyó un cuento de hadas a Edith y, al día siguiente, ella anunció que se iría a Suiza para tratamiento. Cuando Edith insistió en pagar el viaje de Anton, este se negó por orgullo. Edith, enfadada, expresó su desesperación y luego se disculpó. En un momento sorprendente, besó apasionadamente a Anton, revelando sus sentimientos. Anton, confundido, descubrió que Edith lo amaba desde hacía tiempo. Ilona le explicó que convenció a Edith de que Anton también la amaba. Ilona instó a Anton a no decepcionar a Edith, quien estaba a punto de recuperarse, aunque el tratamiento sería exigente. Anton recibió cartas de amor de Edith, pero ella le pidió que destruyera la primera. Cometió un error durante ejercicios militares y provocó la ira del coronel. Anton consideró renunciar, dejar Austria y pidió ayuda a un amigo, que le ofreció un trabajo en un barco. Escribió una carta de renuncia, pero recordó las cartas de Edith y consultó con Cóndor. Descubrió que Cóndor vivía en un barrio pobre y estaba casado con una mujer ciega. Cóndor le advirtió que, si huía después de haber afectado a Edith, la mataría. Anton decidió no renunciar y empezó a sentir gratitud por el amor de Edith. Aunque esperaba su partida a Suiza para conseguir libertad, Ilona le informó que se posponía. Edith cambió de opinión sobre el tratamiento al darse cuenta de que solo quería estar sana por Anton. Kekesfalva suplicó a Anton que no rechazara el amor de Edith.

Anton trató de explicar que casarse con Edith ahora podría dar lugar a malentendidos, ya que pensarían que era por dinero o lástima. Dijo que después de la recuperación de Edith, todo sería diferente. Kekesfalva pidió transmitir estas palabras a Edith. Aunque Anton sabía que la enfermedad de Edith era incurable, prometió no casarse por el momento. Antes de irse, Edith lo abrazó en un gesto tierno durante un brindis, sellando así el compromiso. Puso un anillo en el dedo de Anton para que pensara en ella. Anton se alegró por la felicidad de la gente, pero cuando Edith intentó guiarlo sin muletas y cayó, en lugar de ayudarla, retrocedió horrorizado. Se dio cuenta de que debía demostrarle lealtad, pero sin fuerzas para engañar, huyó cobardemente. Entristecido, Anton fue a un café donde se encontró con amigos. El farmacéutico ya había dicho a algunos criados de Kekesfalva que Anton se comprometió con Edith. Incapaz de explicar lo que no entendía bien, Anton negó la veracidad. Al darse cuenta de su traición, consideró suicidarse, pero primero decidió contarle todo al coronel. Este desaconsejó el suicidio y prometió abordar el malentendido con quienes escucharon las palabras de Anton.

Al día siguiente, el coronel envió a Anton con una carta al teniente coronel en Chaslavice, y Anton partió a la mañana siguiente. Mientras se dirigía a Viena, Anton buscó a Cóndor, pero no lo encontró en casa. Dejó una carta detallada para Cóndor, pidiéndole que fuera a ver a Edith y le contara cómo había renunciado al compromiso de manera cobarde. Expresó que, si Edith lo perdonaba, el compromiso sería sagrado, y él se quedaría con ella para siempre, recuperándose o no. Anton sintió que su vida ahora pertenecía a la chica que lo amaba. Preocupado de que Cóndor no recibiera la carta a tiempo, Anton envió un telegrama a Edith desde la carretera, pero no fue entregado en Kekesfalva debido al asesinato del archiduque Francisco Fernando, que interrumpió el servicio postal. Anton logró contactar a Cóndor en Viena, quien le informó que Edith aún no sabía de su traición. En un momento decisivo, Anton se arrojó desde una torre.

Después, en el frente, Anton ganó fama por su valentía, aunque la realidad era que no valoraba su propia vida. Tras la guerra, reunió coraje, dejó atrás el pasado y empezó a vivir como todos los demás. Sin embargo, en un momento en la Ópera de Viena, al ver al Dr. Cóndor y su esposa ciega juntos, Anton sintió vergüenza. Temiendo ser reconocido, abandonó rápidamente la sala cuando cayó el telón tras el primer acto. Desde ese momento, se convenció de que "ninguna culpa puede olvidarse mientras la conciencia la recuerde".

En conclusión, a través de la cautivadora historia de Anton y Edith, Zweig crea una trama emocionalmente intensa que deja una impresión duradera. Su narrativa sutil y profunda invita a reflexionar sobre la naturaleza humana, la redención y la persistencia de la culpa en el devenir de la vida. Una obra maestra que perdura en la mente, recordándonos la inevitable conexión entre nuestras acciones y nuestra conciencia.

 

Sofía El Omari (2023)

martes, 19 de diciembre de 2023

Confesiones de un psicópata adolescente

 


En este libro, Ángel Salazar, el protagonista, nos va contando su vida en la que un principio siempre fue él quien infligía dolor, el que perseguía, él siempre fue el depredador. Durante su infancia asesinó a su hermano pequeño, que era apenas un bebé porque según él era muy ruidoso y le molestaba, tras la muerte de su hermano su padre quedó en paro y empezó a emborracharse y a agredir físicamente a su madre y a él de vez en cuando. En la época de colegio, abusaba de compañeros del colegio y se aprovechaba de ellos en compañía de su grupo de ‘amigos’ que él mismo seleccionaba en función de la utilidad que podía tener de cada uno de ellos. Durante varios días él y sus amigos habían descubierto un pasatiempo entretenido, atrapaban a un gato callejero que llevaban a un lugar en el que no haya mucha gente donde le ataron el cuello a una estaca y se lo pasan entre ellos, hasta que el gato muere asfixiado o debido a los golpes. Esto les ocasionó que una vez una anciana les amenazara con una denuncia si no soltaban al animal a lo que ellos respondieron al día siguiente incendiando la casa de la pobre anciana. También tenían la costumbre de distribuir marihuana por el colegio. Esta costumbre se volvió un trabajo, pero más sofisticado ya que esta vez era nuestros protagonista el jefe de la organización que distribuía la droga, en un momento dado Ángel descubrió que Daniela, la chica con la que mantenía relaciones sexuales a cambio de droga, había muerto por una sobredosis cuando días atrás habían tenido una discusión; por otro lado, tuvo que matar a su mano derecha por la posibilidad de que confesara sobre la organización a la policía, ya que Ángel estaba en el punto de mira de la policía tras la muerte de Daniela.

No pasó mucho tiempo cuando arrestan a Ángel debido a que su propio padre fue el que dio el chivatazo a la policía sobre la actividad ilegal que llevaba su hijo, por lo que tras un juicio Ángel tuvo que ir a un centro de menores condenado, a partir de aquí es donde empieza el cambio en su vida, porque dejará de ser él el que persigue a la gente para ser él el perseguido, debido a que tras unos meses de su instalación en el centro y de descubrir el funcionamiento y el personal, la psicóloga fría y distante, el enfermero dispuesto y bondadoso, los abusadores de seguridad, el psiquiatra que droga a los internos mediante informes psicológicos falsos, tras pasar por todo esto fue Ángel el que descubrió al director del centro asesinado en su despacho haciendo que la policía lo tuviese vigilado, sin embargo cooperó con el detective aunque se reservó la identidad del asesino que ya conocía para poder chantajearlo más tarde. Al cabo de una o dos semanas vuelve a aparecer muerta esta vez la psicóloga del centro que había asumido el puesto de directora tras el asesinato del anterior, lo hicieron parecer un suicidio en el que lla dejó una nota, aunque no mucho más tarde desmintieron la posibilidad de que fuese un suicidio.

A todo esto, el puesto de director lo asumió el psiquiatra, un hombre sádico, que para asegurarse de que Ángel no dijese nada si llegó a ver en el despacho del director, lo encerraron en una habitación aislada durante una semana lo dejaron atado a la cama, sin movilidad, casi sin comida, con inyecciones para hacer que durmiera, no lo soltaron hasta que la presencia de la policía en el centro disminuyó. 

Tras salir de ahí, Ángel decidió contarlo a sus compañeros, la identidad del verdadero asesino e hicieron un plan que hizo que el asesino, que resultó ser el enfermero que aparentaba ser muy bueno, bondadoso e incapaz de hacer algo así, confesara sus crímenes en un encuentro de los dos, mientras sus compañeros escuchaban y llamaban a la policía. Acabaron arrestados el psiquiatra, el jefe de los de seguridad y el enfermero que pertenecían a una organización que utilizaba el centro de internos como señuelo para transportar y vender droga mediante los internos. Aunque ellos hayan sido detenidos solo eran los peones, el médico, el vigilante y el asesino de la organización, es decir que no tenían al jefe, ellos tampoco sabían quién era ya que siempre se mantenía oculto en el anonimato moviendo los hilos. Sin embargo, Ángel consiguió la descripción física de la persona que había cometido el crimen y fue visto días anteriores en casa de la víctima, por lo que planeó el mismo plan que con el enfermero, pero esta vez los policías escuchaban la conversación que tuvieron Ángel y el monitor del taller de ajedrez durante una partida de ajedrez, en la que termina aceptando que él es la jefe de la organización, ya que Ángel ya lo había descubierto gracias a la descripción. 

La historia de este primer tomo termina con Ángel dispuesto a volver a empezar tras despertar del coma en el que lo dejó la pelea contra el enfermero en el que lo ahorcó sin llegar a matarlo.


Un libro que crea la historia de un personaje ficticio, que nos cuenta el transcurso de su vida con las reacciones, actitudes, comportamientos, pensamientos, ambiciones, entre otras cosas que caracterizan a un psicópata, que es el objetivo del autor, cosa que sinceramente ha logrado aunque ya sabía la definición y características de las personas psicópatas esta historia te hace verlo y entenderlo más de cerca metiéndote en los pensamientos de un verdadero psicópata, me ha gustado mucho la verdad.

 

Yousra Aqili (2023)


domingo, 10 de diciembre de 2023

Hooked

 


James ha creado un imperio delictivo motivado por su deseo de venganza; se ha convertido en un hombre despiadado y de sangre fría. Y cuando se le presenta en bandeja de plata su oportunidad de saciar su sed de venganza, no piensa desperdiciarla. 

Wendy siempre había sido el ojito derecho de su padre hasta la muerte de su madre; a partir de ese momento su padre se convirtió en un auténtico desconocido y solo le quedó la imagen del padre que una vez fue. Wendy desea tener la atención de su padre por ello siempre cumple lo que él le pide; mudarse, cuidar de su hermano, ir a eventos… ha pasado más tiempo cumpliendo lo que los demás querían y esperaban de ella que disfrutando de lo que ella quiere. Por ello, una noche decide dejar de ser la niña buena y seguir a sus amigas hasta un club nocturno, donde choca con un desconocido que desde el primer momento intenta ganársela. James, o como se le conoce en su mundo Garfio, piensa que es su día de suerte cuando se presenta en su club la hija del hombre del que prometió vengarse y no tarda en crear un plan; enamorarla, y cuando esté completamente en sus garras, mostrarle a su padre de lo que es capaz con su preciosa hija. Pero el plan no sale como él había imaginado; no esperaba que ella fuera tan dulce, tan inocente, tan… que conseguiría que su corazón empezase a latir por ella; mas ese no es su único problema. Sus hombres están empezando a traicionarlo; sus negocios siendo amenazados, no sabe en quien puede confiar y en quien no; y tras la muerte del único al que considera su familiar decide dar un paso más en su plan. 

Wendy se había enamorado de James, del hombre atento, cariñoso que la respetaba; y no podía concebir la versión de él que encontraría al despertar encadenada a un sótano. La amenaza con matar a su hermano si dice algo durante la cena a la que la llevará, en la cual se encuentra con su padre y empieza ver brechas del hombre que verdaderamente es. 

Wendy intenta odiarlo, pero también me atrae; es posible que… ¿el villano sea por una vez el héroe de una historia?

 

Esperaba más de este libro, la historia es bastante lineal y predecible; no hay evolución de los personajes y cuando hay un poco de desarrollo rápidamente la autora hace que vuelvan a perder ese pequeño progreso. No digo que no me haya gustado; pero no ha sido un libro para mí; ha habido varias escenas que me han incomodado y quitado las ganas de continuar leyendo; la historia no tenía mucha trata y la mayoría de las acciones de los protagonistas no tenían sentido ni aportaban nada para que la historia continuase. Es un libro que a muchas personas puede gustarle y entretenerle; pero no ha sido escrito para mí.

 

Lucía Gadea Monreal (2023)

viernes, 8 de diciembre de 2023

El lobo estepario

 


El lobo estepario es una novela del escritor Hermann Hesse, publicada en 1927. Se trata de una de las más importantes novelas del siglo XX, y es que, su excepcional narrativa y su gran carga filosófica influenciada por el aún vigente existencialismo, dan de él mucho que hablar.

El libro arranca bajo la visión personal de un conocido del protagonista, el sobrino de la arrendataria de Harry Heller, el protagonista de la obra. En esta introducción, dicho conocido del Lobo Estepario —nombre al que Harry Heller responde debido a su autoproclamada y dual naturaleza lobuna y humana— opina ambiguamente acerca de Harry señalando su enigmática inteligencia, así como su espiritualidad. Por otro lado, no olvida mencionar la enfermedad que sufría el espíritu de Harry en silencio.

Tras esta especie de prólogo, es presentada la “realidad” (el que haya leído el libro entenderá por qué he de entrecomillar dicha palabra) decadente de Harry. El Lobo Estepario, es descrito como una persona de aproximadamente cincuenta años, pluralmente enferma, solitaria y hastiada por una vida a la que dice odiar, y por no sentirse contemporáneo al entorno que lo rodea: detesta a la burguesía, el jazz y todo nuevo entretenimiento propio de los jóvenes.

Uno de sus fatídicos días, Harry decide salir a dar un paseo. Durante este, aparece delante suya un cartel sobre una puerta que reza: "Teatro mágico... Entrada no para cualquiera...Solo para locos..." Es entonces, cuando tras fallar abriendo la puerta aparece un vendedor ambulante y le entrega un pequeño libro. Cuando Harry llega a su hogar y decide leer aquel libro, se sorprende al darse de cuenta que este describe objetivamente su fementida espiritualidad.

Tractat del Lobo Estepario era el título del libro biográfico encontrado por Harry. Cuenta este manifiesto las fortalezas, debilidades y conflictos de aquellas personas que se ven a sí mismas como mitad lobo, mitad humano. Extendidamente explica conceptos como la pluralidad del yo o el suicidio. De vuelta con las anotaciones sobre Harry Heller, el Lobo Estepario, desconcertado, encuentra días más tarde durante un sepelio al vendedor ambulante que le había proporcionado el Tratado del Lobo Estepario. Este le gruñe sin apenas mirarle que se vaya al “Águila Negra”, un bar discoteca al que se iba a bailar. En ese momento Harry, que por el fracaso intentando volver a socializar con viejos amigos, decide, durante algo así como un ataque de ansiedad, suicidarse. Pero no es así como evoluciona la historia, y es que, tras dar vueltas y vueltas por el barrio haciendo tiempo para suprimir su terror a morir, encuentra frente a sí un llamativo letrero: “El Águila Negra”. Dentro conoce a una amable muchacha llamada Armanda, que, tras relajarlo y citarse con él para cenar, deja en Harry una esperanza vital renovada. Los días pasan, Armanda y Harry han quedado múltiples ocasiones; ha sido presentado Pablo, un amigo músico de Armanda; y Harry está siendo enseñado a bailar por su nueva amiga. Sin embargo, algo se cuece tras la figura de Armanda, que, en la primera de sus citas, ha mencionado a Harry su afán por hacerlo enamorarse de ella y obedecerla en todas sus órdenes. Además, menciona entonces que la última de sus órdenes sería ser asesinada a manos de Harry.

Aunque para ese entonces el libro ya está tomando un carácter enigmático, poco ha visto el lector antes de llegar al desenlace del mismo. Harry acude a un esperado baile de disfraces, en el que finalmente aprende a disfrutar del baile y la música contemporáneos a él. Tras insondables bailoteos con diferentes muchachas, recibe una nota de un desconocido en la que ponía: “Esta noche, a partir de las cuatro, Teatro Mágico... -sólo para locos-... La entrada cuesta la razón... No para cualquiera... Armanda está en el infierno.” Entonces, solo entonces, Harry acude al famoso teatro mágico...

No narraré lo que sucede a continuación: el final siempre ha de pertenecer al lector.

 

Aunque mi opinión sobre libros no vale mucho porque no soy crítico literario, justo me parece mencionar los geniales (en el aspecto formal de la palabra, es decir, propio de un genio) aspectos que componen tremendo libro. Comenzaré mencionando su carga existencialista, ya previamente mencionada, y su creativa manera de expresar los sentimientos de Harry: como a través de escenarios imaginarios en los que ve a Hamlet, Ofelia o Atila; o poemas escritos por él mismo.

De El Lobo Estepario adoro su narrativa, la cual despunta manifestando un rico lenguaje literario, del que he aprendido nuevas palabras como “barrunto”, “tremar” o “fementido”. Está perfectamente estructurado más allá de en capítulos, en cuatro partes: la introducción; las anotaciones de Harry Heller; el “Tratado del Lobo Estepario” y “Siguen las anotaciones de Harry Heller”. Esta división de la obra es, desde mi punto de vista, muy original. Si tuviera que relacionar este libro con alguna otra novela similar no sabría hacerlo. Se puede palpar la crítica clara de Harry hacia la sociedad de manera similar a la que la hace Holden Caulfield, de El Guardián Entre el Centeno. Sin duda mi próximo movimiento como lector será indagar más en la obra de Hermann Hesse y leer Demian o Siddhartha.

En definitiva, es una lectura recomendada, pero considero necesaria la relectura de la misma, ya que, para nadie pasa por alto lo extraña que resulta la trama en muchas ocasiones. Aunque tal vez el inicio de la obra sea corriente —que no mediocre, ni mucho menos —, el final es algo complejo de digerir. Aun así, reitero, es una lectura que recomiendo.

 

Ousmane Niang (2023)