Tadashi
y su novia Kaori deciden ir de vacaciones a una isla llamada Okinawa. Un día de
esos Tadashi que es un aficionado al submarinismo tuvo un encontronazo con unos
tiburones así que decidió volver a la casa donde se alojaban, pero ocurrió
algo.
Por
otro lado, Kaori es muy sensible a los olores y se dio cuenta de que empezaba a
oler horrible como a basura podrida.
Entonces,
Tadashi al entrar en casa oye varios ruidos y decide ir a ver qué es. Se
imaginaba cualquier tipo de cosa menos esa, era un pez, un pez con patas,
parecía como si estuviera podrido, desprendía un hedor a muerte.
Tadashi
se deshizo de él como pudo: lo metió en una bolsa, lo aplastó con una piedra y
lo tiró al jardín.
Kaori
se encontraba enferma y con el susto que llevaban encima deciden que lo mejor
era irse a la mañana siguiente, pero esa misma noche descubren que esa criatura
no era la única que había.
Empezaron
a salir del mar multitudes de esos extraños peces con patas, y no solo peces,
sino que también empezaron a aparecer tiburones y todo tipo animales marinos
con patas.
Causaron
daños en la isla e incluso atacaron y asesinaron a las personas que se
encontraban allí. Toda la isla se llenó de ese hedor hasta tal punto que no se
podía vivir en aquel lugar.
Kaori
y Tadashi pudieron volver a Tokio. Una vez allí, Tadashi va al laboratorio de
su tío para hablar sobre los desperfectos que habían causado en la casa,
mientras que deja a Kaori descansando. Como su tío no veía la tele Tadashi le
explicó todo lo sucedido en Okinawa.
Al
volver al piso, Kaori empezó con sus paranoias de que ese olor estaba cerca y
poco después vieron una bolsa flotando por el cielo. Esta se dirigía hacia
ellos, el pez había venido flotando en esa bolsa desde Onikawa. Tadashi se lo
llevó a su tío para que lo investigará y descubriera de dónde salían esos peces
con patas.
Tiempo
después le llamó su tío para explicarles que eran exactamente y les cuenta que
no eran peces andantes sino una unión de "peces" y "patas".
Su tío había "diseccionado" el mecanismo y había descubierto que la
placa y las patas tenían un engranaje demasiado sencillo. Los peces habían sido
infectados por una bacteria que genera gas y era inestable, lo que
proporcionaba esa variación de movimientos. Se mueven como si estuvieran vivos
porque las bacterias están vivas. Sin embargo, los peces llegan a tierra ya
moribundos, con las agallas y el ano entubados, cuando salen del agua no les
queda otra que morir por lo que los peces no son más que fuentes de energía
para que las máquinas funcionen.
Las
bacterias pueden infectar a humanos, y así fue. Toneladas de peces montados en
esas máquinas llegaron a Tokio, e infectaron a las personas. Ya no eran peces
los que iban montados en esas patas sino, personas. Personas entubadas que ya
no tenían conciencia ni de su existencia.
Kaori
fue infectada por esas bacterias y Tadashi descubre que su tío la usó como
conejillo de indias para una máquina que él había creado.
Varios
incidentes ocurrieron después y llevaron a la muerte de su tío. Tadashi intentó
liberar a Kaori, pero no pudo.
Tokio
se convirtió en una ciudad fantasma, las calles estaban repletas de personas
infectadas, entubadas y montadas en esas máquinas.
Poco
después Tadashi se encuentra con los últimos sobrevivientes en Tokio, unos
universitarios, y les cuentan lo que sucedía.
Esas
máquinas no eran fabricación humana, igual que las bacterias se generaron de
forma natural en el océano estas máquinas han surgido en las profundidades
marinas. Deciden investigar en como eliminar las bacterias de gas ya que la
humanidad está en peligro de extinción. Tadashi se despide del cuerpo de Kaori
y se une a ellos.
Este
libro me ha sorprendido mucho, no me imaginaba que dejarán un final así tan
abierto. Honestamente yo creo que ese sería el fin de la vida humana y que no
podrían ayudar a la humanidad. No conté muchas de las cosas que ocurrieron en
el final, pero me parecieron muy curiosas y entretenidas. ¿Cómo a alguien se le
podría ocurrir algo así? Este libro me ha encantado demasiado, su ilustración
mucho más, esos peces con patas había dibujos que realmente daban escalofríos
solo de pensarlos. Recomiendo mucho este libro sobre todo por las ilustraciones
que me han hecho volver a leer el libro solo para ver lo impresionantes que
eran.
María Ortiz Almela (2022)