miércoles, 27 de abril de 2011

Renacer



Bianca pensaba que después de convertirse en un espectro nada podría interponerse entre ella y Lucas, pero se equivocaba. Por intentar salvar el trágico destino de su amor, Bianca, Lucas se convierte en un vampiro que no puede contener sus ansias de sangre y, mientras tanto, Bianca debe soportar con tristeza el sentimiento de soledad, de no poder ser vista por nadie, de no poder llorar y formar parte de un mundo, que sin más remedio la consume por segundos. Pero Bianca no pierde esperanzas y junto a sus amigos (Balthazar, Dana, Raquel, Vic y Rudolf) y su novio luchará hasta el final para ayudar a Lucas a superar su transformación y el rechazo de su madre y salvar a todos los espectros vagantes de la academia de Medianoche. Allí fue donde comenzó todo. Donde Bianca conoció y se enamoró de Lucas, conoció a sus amigos y donde ellos descubrieron que era un vampiro. Para ello, volverán a Medianoche y convivirán con el resto de los alumnos a la vez que deberán pasar desapercibidos para la Cruz Negra e investigarán el pasado y los planes de la señora Bethany que parece ser que no trama nada bueno. Bianca posee un amuleto, un broche, que hace que cuando lo toque pueda materializarse, pero el resto del tiempo, tan sólo es un espíritu que deja una estela de escarcha por donde pasa. Mientras tanto, Lucas es atacado por Charity (la persona que lo convirtió en vampiro) en sueños.
En realidad ambos están muertos. La señora Bethany le propone una solución a Lucas para poder volver al mundo de los humanos, de los mortales, pero esta solución no le gustará nada a Lucas, ya que para ello hay que dar caza y matar a todos los espectros de Medianoche, incluyendo a Bianca.
El libro me ha gustado mucho, la verdad. En él se refleja cómo un sentimiento tan fuerte como el amor hace que una persona pueda llegar a sacrificarse tanto e incluso a dar su vida por otra. Bianca y Lucas son uno sólo y hacen cosas increíbles el uno por el otro. Esta es la cuarta parte de la historia. Hay tres más: Medianoche, Adicción y Despedida, que espero tener el gusto de poder leerlas también.


Laura García Cobarro (2º ESO A. 2011)

martes, 26 de abril de 2011

El extranjero



Meursault recibe una notificación por la muerte de su madre. En respuesta a ello no siente la necesitad de llorar por ella ni siente pena ni nada que haga ver que la que ha fallecido sea una persona querida.
En el velatorio todos se quedan extrañados ante este comportamiento.
Meursault tiene una personalidad peculiar y un modo de vida en el que no le importa nada, vive la vida porque le ha tocado y no puede evitarlo, es un existencialista.
Con sus “amigos” y su amante, Marie, se comporta de manera similar.
Un día un amigo vecino suyo le pide una serie de favores que al final lo llevan a asesinar a un árabe.
La policía lo detiene por asesinato, y en los interrogatorios todos los que charlan con él se quedan perplejos por la personalidad del hombre, que ni se defiende ni da explicaciones. Sólo habla cuando tiene que hablar y dice las palabras que cree correctas en ese momento.
En su juicio por asesinato es cuando Meursault siente la necesidad de hablar ya que su abogado no deja de justificarlo. ¿Por qué tendría que dar explicaciones un hombre ajeno a él y a su vida, cuando el único que estaba en el lugar del crimen fue él?
Llega el momento que esperaba el extranjero y es hora de hablar, pero su manera de comportarse lo lleva a que los demás se confundan y en vez de enjuiciar el crimen, lo están castigando por ser “frío” en el entierro de su madre, cosa que no entiende Meursault. Él dice que lo único malo que ha hecho en su vida es lo más insignificante para los que lo están juzgando.
El veredicto lo sentencia culpable y el castigo es morir de inmediato. Le ofrecen confesarse para ir con Dios pero tampoco quiere. Después de tanta insistencia le visita un cura, que le quiere hacer entrar en razón pero el extranjero es reacio a sentirse culpable por un error que puede tener cualquiera.
El final muestra de tal manera la llana personalidad de Meursault que es el único que podría tener.


Karima Kaf (2º Bach D. 2011)

lunes, 25 de abril de 2011

El horror de Dunwich



En un pueblo situado en el borde de una montaña había una familia llamada Whateley. En esta familia había varias ramas, la rama limpia, la rama decadente y la rama un poco de las dos cosas. La rama decadente vivía en la ladera de la montaña y estaba formada por un padre y su hija Laviana, una chica albina, nada atractiva.
Laviana Whateley no tenía marido, pero se quedó embarazada. Nadie en el pueblo sabía quién era el padre del niño, pero había rumores de que podía haber sido concebido por brujería. El niño nació el día de la Candelaria y no fue hasta una semana más tarde que el viejo Whateley bajó al pueblo y dijo que llegaría un día en que oirían el nombre del padre de su nieto en la cumbre de Sentinel Hill. El niño se llamaba Wilbur, y crecía de una manera increíble. Sus facciones recordaban a algo que no era de este mundo.
El tiempo pasó y Wilbur iba haciéndose más grande. A los diez años ya parecía haber alcanzado la madurez. Fue a esta edad cuando el viejo Whateley murió dejándole una tarea: tenía que alimentar a lo que estaban criando; tenía que prepararlo todo para dejar regresar a los Antiguos. Al poco tiempo, Laviana Whateley también murió y Wilbur se quedó solo ante el cometido de su abuelo.
Wilbur no se rindió y siguió buscando información e intentando leer el Necronomicón, un libro de amenazas a la paz. Para poder leer este libro tenía que ir a la biblioteca de Miskatonic. Allí pudo leerlo, aunque necesitaba llevárselo a su casa para poder comprobar algunas cosas, pero el bibliotecario, Henry Armitage, no se lo dejó. Wilbur estaba enfadado por eso, así que esa noche intentó robar el libro, pero no pudo ya que lo pillaron y murió. En su muerte, H. Armitage y dos colegas suyos se dieron cuenta de que Wilbur no era de este mundo y necesitaban investigar qué era y qué necesitaba saber del Necronomicón.
Mientras tanto, en Dunwich, se había desatado el terror. Lo que sea que el viejo Whateley y Wilbur guardaban y estaban alimentando, se había escapado y estaba haciendo desparecer a familias enteras.
Cuando H. Armitage se dio cuenta de lo que pasaba y la solución que tenía, llamó a los dos colegas que habían visto el cuerpo de Wilbur y pusieron rumbo Dunwich. Allí vieron cosas que jamás se hubieran imaginado ver.

Al principio de este libro te lías un poco y no entiendes casi nada, pero conforme va avanzando la historia te enganchas y quieres saber más y más. Es un libro que mezcla el terror y la acción, pero sin dar mucho dramatismo.


Belén Galera Sánchez (1º Bach C. 2011)

domingo, 24 de abril de 2011

El refugio



Drizzt do 'Urden (un elfo oscuro) y su pantera vivían en una cueva porque tenían miedo de que los humanos los matasen.

Un día, Drizzt se fue al río para lavarse y se encontró con unos Gnolls (perros de dos patas totalmente agresivos), que lo capturaron para llevárselo a su jefe. Pero se encontraron con un grupo de humanos, que venían de recoger leña...

Drizzt vivía en la Antípoda Oscura con su familia, pero tuvo que huir de ese mundo a través de un portal porque de lo contrario lo habría matado el brujo que gobernabala Antípoda. La familia y el maestro de armas de Drizzt fueron asesinados por los guardias de dicho brujo.

Drizzt, después de atravesar el portal, no esperaba encontrarse con múltiples aventuras junto a su pantera Guenhwyvar.

Este libro está muy bien, es bastante entretenido y te quedas con las ganas de leer más. Esta obra hace comprender las diferentes razas que hay.

David Ruiz Ruiz (2º ESO A. 2011)

sábado, 23 de abril de 2011

La legión de los vampiros



Un simple juego de ordenador no hace mal a nadie. Eso es lo que pensaban Phoenix y su amiga Laura antes de enfrentarse al juego del Legendario y derrotar al señor del juego. En esta segunda parte se dan cuenta de que la amenaza todavía no ha acabado y deben emprender una aventura a través de la pantalla del ordenador y con ayuda de los trajes de realidad paralela hacia el mundo de El Legendario y luchar contra los vampiros y hombres lobos que van tras ellos acechándolos a cada paso. Su destino se encuentra en el castillo de Crespa, donde habita el más sangriento vampiro de todos: Drácula, y su discípulo, Adams. Por el camino sufrirían traiciones, muertes y, sobre todo, vivirán una experiencia que no olvidarán jamás.

El libro me ha gustado mucho. Es impresionante cómo un simple ordenador puede albergar tanta magia y aventuras. Este libro mantiene el suspense hasta el final y hay partes muy sorprendentes y que hacen que quieras seguir leyendo. Además hace que te metas en la piel de los personajes y que vivas sus mismas situaciones.

Laura García Cobarro (2º ESO A. 2011)

viernes, 22 de abril de 2011

Los Grerk



Una niña llamada Nelly quería ser niñera de mostruos. Ella se llevaba mal con su hermana Astilbe, se insultaban mutuamente, pero Asti era menos rápida de mente que Nelly, así que necesitaba su tiempo pero cuando dio con el insulto, Nelly se había ido. Nelly bajó a la cocina pero sólo encontró un bote de tomate.
La familia de Nelly tenía una mascota, un conejo llamado Bola de Nieve, que mordía a todos menos a Nelly. Nelly se fue a casa de los Grerk, esperó trece segundos y llamó al timbre, la recibieron la familia completa: Scroot el marido, Pummice la mujer y Glug el bebé. Después de hablar se dio cuenta de que Glug no era el hijo sino el "querro" (perro). Al día siguiente tenían una competición, por eso le dejaron a cargo del monstruito. Ella fue al cobertizo para coger un "palito". Cuando entró vio que era el tronco de un árbol . Se lo lanzó como pudo y se acordó de que era un perro de competición, pero aunque decía que se sentara el perro no lo hacía, pensó y dijo << peonza>> y el querro de inmediato empezó a girar. Después le dio la lata de comida que le habían dicho que le tenía que dar a la hora justa. Cuando Glug terminó se fue al patio y llamaron a la puerta, era una anciana que buscaba un sobre amarillo y negro, Nelly fue a por el sobre pero ... Glug se había escapado, llamó a dos amigos que le ayudaron, pasó un rato y Glug volvió deprisa y asustado.
Pasó un rato y Nelly vio que tenía un montón de pulgas. Después de ideas sin éxito, lo llevaron al salón; en paredes y techo pusieron pegamostrumento de secado rápido, faltaba 6 minutos y Nelly echó jabón al cuerpo del querro y las pulgas se quedaron pegadas en paredes y techo, luego lo pintaron mientras Nelly secaba al querro, se acordó del rasguño, lo pintó y sus amigos se fueron. Cuando Nelly volvió a casa era un caos, después de cenar fue a tirar la basura y habló con su conejo y le agradeció porque fue él quien hizo que el querro volviera.
Este libro me ha gustado porque tiene momentos de risa, asombro y sorpresa.
La parte que me ha gustado es cuando meten al querro en la bañera con agua y jabón y las pulgas salen disparadas; luego saca al querro y vuelven las pulgas y Nelly dice mételo otra vez, sácalo y me pongo a pensar cómo saltan las pulgas y si lo va haciendo rápidamente.


Lidia Romero Alcolea (1º ESO B. 2011)

lunes, 18 de abril de 2011

Náufragos


Un gran número de africanos embarcan en una patera con destino a Canarias. Los personajes y sus historias son muy distintos, pero la historia se centra en la de Gustavo y Marcos, dos jóvenes que ya están acostumbrados a las injusticias de su país. Durante el trayecto, los pasajeros, entre los que hay una mujer embarazada, pasan hambre y sobre todo mucha sed. Además se ven afectados por numerosas tormentas e incidentes. Marcos tiene unos cuadernos donde escribe el transcurso del viaje y sus experiencias y sentimientos. Algunos tripulantes le piden que deje por escrito su historia, su vida, para así ser conocida en el futuro. Con esto, tanto Marcos como el lector se adentran en un mundo cada vez más común: niños soldados, abusos a las mujeres, encarcelamientos…

Este libro trata un tema muy interesante y de mucha actualidad. Si tuviera que destacar algo es aquella frase que Eric, uno de los africanos, repite varias veces: “África se desangra y Europa mira hacia otra parte, amigo mío”.

Claudia García Cobarro (2º ESO A. 2011)