Este libro trata de una niña, Talia, que estaba
harta de ver cómo sus padres, Ana y Miguel, se peleaban constantemente. Su
hermano vivía en casa de su amigo Pedro.
Un día, Ana dijo, en una de sus discusiones con
Miguel, que se iba de casa, que no podía más. Talia explotó y le dijo que no la
quería, que prefería que se fuese de una vez y que les dejara en paz, a ella, a
su padre y a su hermano. La madre se quedó muy sorprendida con esa contestación.
Al día siguiente, a la salida del colegio, Talia se
fue al parque, donde estuvo llorando un buen rato. De repente, un hombre
desconocido se acercó para preguntarle qué le había pasado, aconsejándole que
fuera a lo que él llamaba “El almacén de las palabras terribles”, donde le
ayudarían a solucionar su problema. Éste le indicó cómo llegar; y Talia, sin
pensárselo dos veces, fue. Allí conocerá a Pablo y comenzará una aventura con
innumerables sorpresas.
Este libro me ha gustado mucho, por cómo refleja la
vida de muchas personas, en el sentido de constantes peleas. Y también cómo
refleja el uso de nuestras palabras. Muchas veces, depende del tono y el tipo
de palabra, podemos hacer un daño innecesario. Y sobre todo me ha gustado la
lucha de Ana, Miguel y Jaime para lograr que Pablo y Talia salieran del lugar
donde se encontraban.
Alba Molina Fernández (1º ESO A. 2013)
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