Este libro gira entorno a un asesinato cometido en un pequeño pueblo australiano en el año 1965. Charles es un niño como cualquier otro y le gusta mucho leer. Una noche, Jasper Jones, un chico de raza mestiza y marginado llama a su ventana pidiéndole ayuda. Al parecer el único en el que puede confiar Jasper es en Charlie. Andan hacia el bosque, y aunque Charlie no sabe lo que sucede, aun así le acompaña. Cuando llegan al final del camino están en el escondite de Jasper y se encuentran con un cadáver. Charlie se queda estupefacto. El cadáver era de Laura Whishart, la hija pequeña del sheriff del pueblo, la hermana de Eliza, la chica de la que se ha enamorado. La habían ahorcado de manera que pareciera un suicidio; pero no lo era: era un asesinato. Movieron el cadáver y lo tiraron al embalse, con la esperanza de que no lo encontrarían. Charlie creía a Jasper, pero él había conducido a Laura anteriormente a su escondite, y había gente que los había visto juntos, así que si encontraban el cadáver las culpas serían para Jasper. Y si a eso le sumas que en aquella época ser mestizo era un problema y que su padre había estado en la cárcel… Así que cada vez que pasaba algo malo la culpa era de Jasper. Éste tenía una teoría: el asesino había sido Jack Lionel, el loco del pueblo. Charlie vuelve a su casa y a la mañana siguiente todo está tan normal. Pero al día siguiente todo el mundo habla de la desaparición de Laura Wishart, y la cosa se complica bastante. Esto hará que Charlie y Jasper estén más unidos que nunca. Al final… Esto no lo voy a contar: es un libro bastante interesante y si cuento el final no vas a querer leerte el libro.
Esta novela me ha gustado muchísimo, está genial. Una de sus enseñanzas es que no hay que juzgar a las personas por su raza o por sus orígenes, sino por cómo son por dentro. En el libro el protagonista tiene amigos que son de distintas razas y los considera semejantes a él. Pero esto no es algo que todas las personas hagan... y puede tener malas consecuencias, como las ocurridas en este libro.
Esta novela me ha gustado muchísimo, está genial. Una de sus enseñanzas es que no hay que juzgar a las personas por su raza o por sus orígenes, sino por cómo son por dentro. En el libro el protagonista tiene amigos que son de distintas razas y los considera semejantes a él. Pero esto no es algo que todas las personas hagan... y puede tener malas consecuencias, como las ocurridas en este libro.
Cristina Molina Ruiz (2º ESO B. 2011)
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