A Edgar, el protagonista, le encanta ir a ver a su tío Montague (en realidad no es su tío, solo un pariente lejano, pero como no se ponen de acuerdo se ha quedado en tío), sobre todo por sus increíbles cuentos de terror, que están relacionados con los objetos que hay en el salón de su casa(una muñeca de porcelana, un marco dorado, un catalejo…)
A Edgar siempre le daba miedo ir a casa de su tío Montague, porque oía cosas, pero ya con el paso del tiempo se había acostumbrado.
Aquel día cuando terminó de contar las historias le dijo: No querrás quedarte aquí después de que anochezca.
Edgar se fue a su casa y oscureció y comenzaron a perseguirle, a oír cosas diferentes a las que oía antes. Atemorizado, corrió a casa de su tío Montague y descubrió que quienes le perseguían eran los niños protagonistas de las historias de terror: eran fantasmas.
Al final, el tío Montaje resulta ser un medio-muerto, porque anteriormente él había sido protagonista de esas historias.
Cristina Molina Ruiz (2º ESO B. 2010)
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