A
Maya un solo segundo puede cambiarle la vida. Todo pasó en ese segundo, cuando
ese coche impactó sobre ella y le arrebató ese sueño en el que desde pequeña
había sacrificado alma y cuerpo en él, le había arrebatado todas esas horas de
esfuerzo y sacrificio, todo ese empeño que en un momento se había desvanecido
por completo.
Maya
trabajaba como bailarina profesional de la Compañía Nacional de Danza y más de
uno de los ballets más prestigiosos del mundo le habían puesto los ojos encima.
Maya durante este momento tan duro de su vida no tiene a nadie, o prácticamente
nadie, en quien apoyarse, ya que su madre al ser ella pequeña decidió marcharse
sin dar explicación alguna. De su padre no sabe nada, ya que según lo que su
madre le dijo, él era un total desconocido. Ella actualmente vive con sus
abuelos, pero la convivencia con ellos es de todo menos fácil, ya que su abuela
le culpa constantemente sobre lo sucedido, y su abuelo se mantiene distante al
tema, aunque sea el que más se preocupa por Maya de esa familia.
Maya
tiene a Antoine, su novio, pero que las cosas con él están cada vez peor, hasta
que un día, Maya fue a la academia de danza y descubrió una cosa sobre Antoine
que ella nunca se hubiera esperado, por eso en ese instante al único que va a
tener siempre a su lado y lo sabe con certeza es a Matías, su mejor amigo, es
el único que la apoya en todos los aspectos.
Ya
pasados varios meses desde el accidente, Maya está perdida, su vida ha perdido
el único rumbo que llevaba, así que en uno de esos momentos decidió embarcarse
en una aventura que cambiaría su vida por completo. Decide viajar hasta Italia
para encontrar a su verdadero padre, pero ella no sabe que en ese viaje iba a
encontrar al chico que iba a hacer que su vida cambie para siempre, un chico
alto de ojos azules con un tono grisáceo.
Ese
viaje tan inesperado le va a cambiar la vida a Maya completamente, pero está
segura de que está haciendo lo correcto y que ese pueblo en Italia es su sitio
en el mundo y esa gente con la que ahora convive es su verdadera familia.
Cuando
no queden más estrellas que contar, de María Martínez, es un libro
fácil de leer y que engancha desde las primeras páginas. La historia de Maya es
un ejemplo de superación para muchos, porque es un claro ejemplo de que no hay
que rendirse a la mínima, y eso es lo que más me ha gustado de este libro, que
transmita ese mensaje de superación.
Y
otro aspecto que me gusta del libro es que les da juego a todos los personajes
y cada uno aporta algo que le da vida al libro.
Ana Jiménez Vicente (2022)