Maya, la protagonista, no ha pasado una vida fácil: desde bien
pequeña se ha tenido que servir ella sola para sobrevivir tras el abandono de
sus padres. En su adolescencia y juventud vive con otras ocho compañeras de
trabajo (camareras) en un departamento de mala muerte. Un día, en el trabajo,
conoce a un misterioso señor y a su inquietante hijo. Tras varios encuentros
con este último, Maya es secuestrada. Cuando despierta, se encuentra en un
espacio amplio y acogedor, con muchas más chicas de su edad. Este lugar se hace
llamar el Jardín, y está dirigido por el señor que conoció en el restaurante,
al que llaman el Jardinero, y su hijo Avery (quien la secuestró). En este sitio
habitan alrededor de veinte jóvenes que han sido retenidas allí a la fuerza.
Durante las primeras semanas de cautiverio, el Jardinero se
ocupa de hacerle un inmenso tatuaje de una mariposa en la espalda y de
cambiarle el nombre. Las muchachas que hay en el Jardín tienen entre 16 y 22
años, y una vez cumplida esta edad, las matan y son expuestas en un cristal,
para que la belleza de sus alas se vea siempre. En un momento dado, consiguen escapar
de este lugar que, a pesar de las diferencias de cada una de ellas, las
convierte en una pequeña familia. Maya es entrevistada por dos agentes del FBI:
Víctor, quien hace de policía bueno, y Eddison, de policía malo. Las historias
y secretos del Jardín van saliendo a la luz en cada interrogatorio que le hacen
a la protagonista, haciéndonos partícipes de la investigación.
El jardín
de las mariposas narra una historia turbia, inquietante y muchas
veces angustiosa. El lenguaje que usa la autora es sencillo y fácil de leer,
pero la intensidad de la trama muchas veces agota. De todos modos, la narrativa
en primera y en tercera persona, que va alternándose, hace que te involucres de
lleno hasta conocer todos los secretos de este espantoso (y a la vez bello) lugar
y de todos sus extraños personajes.
Lucía Tomás Lozano (2021)