Miranda y
Ryan no están pasando por la mejor época de su matrimonio. Para que todos los
años juntos no se vayan por la borda, la señora y el señor Huff asisten a
terapia de pareja. Su consejero matrimonial les recomienda pasar un fin de
semana de retiro en una cabaña en el bosque de Hidden Springs. Ryan cree que un
fin de semana con su mujer no podría traer nada bueno, pero aún le queda la
pequeña esperanza de que todo podría volver a su cauce y de que podrían llegar
a estar igual de enamorados que cuando eran jóvenes.
El día en el
que comienza su escapada, los dos deciden que llegarán a la cabaña cada uno por
su lado. Cuando llega, Ryan, se encuentra el coche de Miranda fuera por lo que
supone que ella ya se habrá acomodado. Sin embargo, nada parecido a la
realidad. Cuando entra, ve unas copas de vino medio vacías por lo que él piensa
que se trata de un juego que su mujer le ha preparado. Al estar llamándola sin
recibir respuesta, Ryan se obliga a mirar en todas las habitaciones vacías
hasta que llega al baño, donde se encuentra manchas de sangre por toda la
bañera. El señor Huff solo tiene una cosa clara, allí no hay ni rastro de
Miranda ¿Qué habrá pasado? ¿Habrá decidido huir y todas esas pistas serán para
despistar o es algo más grave?
En mi
opinión, este libro es igual de fascinante que todos los que ha escrito Javier
Castillo. Me encanta esa idea de ir mezclando líneas temporales para así ir
descubriendo más datos sobre la trama para que en el final se entrelacen entre ellos
y se destape la verdad. Sí es cierto que este libro se me ha hecho más pesado y
menos entretenido con respecto a los otros que me he leído de este autor. El
libro es bastante predecible, pero aun así es increíble imaginar cómo una
persona puede llegar a pensar en tantos detalles a la vez y que al final dé un
resultado magnífico. Lo recomiendo para todo tipo de edades y para los amantes
de los thrillers y las novelas de suspense.
María Martínez Monreal (2021)