Esta
historia se desarrolla en una pequeña cabaña en un bosque donde Loella y sus
dos hermanos, Conrad y Rudolf, vivían solos porque sus padres estaban
separados. Y como su madre viajaba mucho apenas estaba con los niños. Loella
apenas tenía 12 años y le pusieron un mote, la “Malos pelos”, porque tenía el
cabello rizado y negro. Tenían una tía que algunas veces iba y los ayudaba con
la comida y la ropa, pero los niños no querían irse a vivir con ella, porque
deseaban esperar a su madre.
Un poco
más lejos vivía un señor llamado Fredrick, que les dejaba las cartas en el
buzón y algunas veces algo de dulces en un espantapájaros que tenía; y ella le
respondía dejándole sellos ya que los coleccionaba. Tiempo después, su madre
les envió una carta que decía que los tres hermanos se iban a separar,
mandándolos a un hogar de niños. Y Loella tenía miedo: haría lo imposible para
que esta separación no se produjera.
Laura Muñoz (3º ESO B) (2018)