Cuentos de Eva Luna es una
recopilación de 23 historias cortas que aunque parecen no tener nada que ver,
se encuentran relacionadas. Algunas de estos relatos tienen por título Dos Palabras, El oro de Tomás Vargas,
Walimai,…
Algo que me llamó
la atención desde el principio es que en todas las historias aparecen uno o
varios personajes femeninos que representan valores o que actúan de una manera
que resulta decisiva para el desenlace de la historia. El papel de la mujer
aparece simbolizando la sabiduría cuando se alcanza la madurez, la fragilidad,
el miedo, la sensualidad, el erotismo, la valentía, la ambición…
En Niña perversa, por ejemplo, el papel de
Elena Mejías es fundamental. Esta joven se enamora del amante de su madre
apodado “el Ruiseñor”, y su amor por él la lleva a practicar unos extraños
rituales que no hacen sino torturarla aún más. En Si me tocaras el corazón se trata un tema por desgracia bastante
común en los últimos tiempos. Hortensia, la protagonista encarna a una muchacha
que cae seducida a los encantos de Amadeo Peralta, un hombre bastante mayor que
ella que acaba abusando y secuestrando a la joven en un zulo. Distinto es el
objetivo de Abigail McGovern en Con todo
el respeto debido. Su lucha por alcanzar el éxito y por formar parte de la
alta sociedad es tal, que cuando secuestran a su marido y ella paga una alta
recompensa por él, muchos creen que todo ha sido un simple montaje de ambos. En
Vida Interminable se plantea el tema
de la eutanasia como ayuda y alivio para los enfermos en casos extremos.
Roberto Blaum es médico y defensor de esta práctica, pero cuando le detectan
cáncer a su mujer y debe planteárselo más seriamente, necesita ayuda para dar
el paso final hacia la muerte.
Por último quería
mencionar el relato De barro estamos
hechos, que no es sino un reflejo de lo que le ocurrió realmente a Omaira
tras la devastadora erupción de un volcán en Colombia en 1985. Azucena es el
personaje que esconde a Omaira, su sufrimiento pero también su fortaleza
durante aquellos días que estuvo atrapada y sabiendo que moriría. Rolf Carlé encarna a todos aquellos periodistas
que la entrevistaron y acompañaron hasta el final.
He reseñado solo
algunos de los relatos que por su mensaje o contenido me han parecido más
significativos, pero hay otros muchos a los que aquí no hago referencia y que
merecen la pena ser leídos. Aunque no me ha disgustado, este libro no ha sido
para mí el más interesante de esta autora debido probablemente a que al
albergar 23 historias que cambian de personajes y de temática se pierde un poco
la idea de unidad a la que estoy más acostumbrada.
Claudia García Cobarro (2º Bach A) (2015)