Y de pronto al pensar en el instituto te acuerdas... ¡Hoy tienes un examen de inglés!
Pero, ¿y si cada mañana te levantaras sin recordar nada?
Es exactamente lo que le sucede a London cada día. No puede recordar nada de su pasado y por eso se deja notas, para poder recordar qué fue lo que se puso ayer, cuándo es el examen de educación física o dónde será su clase de hoy.
Pero además de olvidar el pasado no puede evitar ver el futuro. En su cabeza aparecen fugazmente las imágenes de lo que se pondrá mañana o del suspenso de su mejor amiga Jamie en cualquier momento o en cualquier lugar.
Su pasado está en blanco junto al chico al que quiere, y así todas las noches escribe sus notas para poder continuar sabiendo cuánto lo ama. Leer sus notas le permite saber algo más sobre su vida, pero las experiencias que vive día a día se esfuman siempre a las 4.33 de la mañana.
"Lágrimas y lágrimas salpican las páginas alineadas en mis manos al leer sobre una pesadilla hecha realidad. Rápidamente, seco el agua salada para que no haga desaparecer la tinta. Porque incluso al hundírseme el pecho y hacerme odiar los pájaros que cantan y todo lo demás, sé que tengo que leer esto hoy y que necesito leerlo otra vez mañana.
Para mí, leer es recordar"
Este libro que salió hace muy poco a la venta, ahora ya figura en el primer lugar de mi lista de libros favoritos. Me hace recordar lo frágiles que somos en cuanto a enfermedades se refiere y pensar en lo felices que nos hacen esos pequeños momentos de amor que compartimos los unos con los otros. No puedo evitar pensar que no sería capaz de vivir sin esos momentos.