domingo, 30 de enero de 2011

La bufanda roja


Un hombre calvo intervino y empezó a contar una historia que ocurrió hace veinte años, cuando aún conservaba parte de su cabello y pensaba que el trabajo era lo más importante en la vida... Todo empezó una mañana de domingo, cuando el coche con el que iba al trabajo se averió en los montes de Castilla.
Dejó el automóvil y se fue andando hasta un edificio. Cuando pasó un ferrocarril se paró, se subió y se sentó entre un hombre mayor y una mujer que estaba haciendo punto. Al rato se levantó para tomarse un café y le preguntó a una chica si iba en la dirección correcta. Ella le dijo que sí, pero recorrió más de doscientos vagones sin encontrar el sitio. Encontró a un hombre y empezaron a hablar. El hombre le dijo que había visto a una niña con una bufanda roja cuatro veces. ¡Es como si el tren fuera circular! Para comprobarlo, cada uno se fue en una dirección opuesta al otro. Calcularon que siete horas después se encontrarían... pero al cabo de diez horas no se habían vuelto a ver.
El protagonista pensó en tirarse del tren, aun estando en marcha. Y finalmente lo hizo. Cayó en unos matorrales y perdió el conocimiento. Cuando lo recuperó siguió caminando y dos o tres horas después encontró un pueblo, donde preguntó si la línea de ferrocarril estaba en servicio. Le dijeron que no funcionaba desde hacía veinte años.
Este relato me ha gustado mucho porque tenía ganas de saber lo que pasaba en la siguiente página. También hay momentos en que te da como algo de lástima, porque al hombre no se sabe lo que le pasa. Creo que es la historia más interesante de las dos que contiene el libro. Es divertida, pero te deja con la intriga.


Lidia Romero Alcolea (1º ESO B. 2011)

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