viernes, 28 de enero de 2011

Palabras envenenadas


Bárbara Molina, una joven de 15 años, desaparece a causa de un secuestro. Tras las investigaciones, que no aclaran nada, el caso se va dejando apartado, hasta que cuatro años después se vuelve a investigar. Los padres de la joven, Nuria Solís y Pepe Molina, luchan incansablemente por el recuerdo de su hija a la que todos dan por muerta. La madre está sumida en una profunda depresión, que le hace tener que tomar multitud de pastillas; y el padre organiza numerosas manifestaciones. Por otro lado, la autora describe la terrible situación de Bárbara, en un zulo, desnutrida, hambrienta; y cómo su secuestrador, aunque le dice que la quiere, la maltrata, la humilla y abusa sexualmente de ella. El inspector Lozano, a punto de jubilarse, seguirá el caso y las pistas que le llevarán al secuestrador. Por otra parte, Eva, una amiga que fue traicionada por Bárbara, recibe una llamada de ésta pidiéndole ayuda. Todo apunta a que los culpables pueden ser o Martín Borrás o Jesús López, dos antiguos amores de Bárbara, pero el caso dará un giro inesperado...

El libro es escalofriante. Muy pocos escritores se atreven a describir este tipo de situaciones, que, por desgracia, son comunes en nuestro país y en el resto del mundo. Me gusta por eso, porque es realista y porque la autora es capaz de hacer frente a esos problemas, narrarlos y describirlos.


Claudia García Cobarro (2º ESO A. 2011)

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