jueves, 27 de octubre de 2022

El humor de mi vida

 


El tema principal y concreto del libro es la muerte, lo poco presente que no queremos tenerla en nuestra vida, lo poco aceptada que está por la sociedad y mal vista. La autora Paz Padilla nos cuenta su historia aprendiendo a llevar la muerte, sacando su lado bonito aceptando que no es un proceso donde nada más se mezclan sentimientos de odio, tristeza, rabia y miedo.

Paz nos enseña a través de su experiencia el maravilloso proceso de saber conllevar el duelo, el fallecimiento de personas muy cercanas. El libro empieza narrando como ella conoce al amor de su vida Antonio ya sucesivamente nos cuenta anécdotas de él y con él, sus idas y venidas, una vez contado el principio de su relación, su divorcio y darse una segunda oportunidad veinte años después casándose de cuatro maneras distintas todo está asentado, forman una familia todo lo bueno que le puede pasar a un matrimonio. 

Paz nos cuenta cómo un día cualquiera Antonio comienza a encontrarse mal, a no saber lo que dice, estar desubicado, Antonio le hace una llamada a paz y le comenta su situación ella sin pensarlo cancela lo que tenía pendiente hacer y acude con Antonio al médico de urgencias allí mismo le hacen exámenes, pruebas y llega la fatídica noticia Antonio padece de un Cáncer cerebral y aquí empieza la cuesta arriba, los médicos se lo comunican a Paz a solas le ruegan que no se muestre débil delante de él, que no llore ni grite, que lo haga cuando Antonio no esté presente. Esto para Paz es un golpe en seco cuando le hizo el comunicado el médico no emite ninguna emoción porque estaba en shock no se lo creía, hasta que ella decide llamar a su hermana y le comunica que Antonio se muere y ahí es cuando Paz se da cuenta de la situación y desgarradamente comienza a llorar, Paz presenta un dolor inexplicable le acaban de decir que el amor de su vida se va a morir pero sin fecha exacta marcada. Los médicos le aclaran los síntomas, los procedimientos, posibles tratamientos. Aquí es donde Paz comienza cambiar su chip y perspectiva de vida, empieza a ver su enfermedad por el lado bueno con positivismo y con esperanza, en este punto es donde Paz empieza a obsesionarse con la muerte, a hacer la crítica de porque se hace tanto hincapié en enseñarnos a dar la vida y no en saber afrontar el duelo, cuando también es un procedimiento natural que vamos a tener que afrontar sí o sí. Empieza a cuestionar la muerte porque está tan poco presente en la sociedad, porque es un tema tabú, cuando no tiene nada de malo es el recorrido de la vida. Paz se empieza a preparar para la despedida de su Antonio, si se prepara porque no hay nada mejor que saber llevar este proceso y despedir a la persona que amas de la mejor forma, Paz lo trabaja: lee infinitos libros, acude a terapias, enriquece su conocimiento, porque quiere darle la mejor despedida a Antonio, porque se la merece, y al fin y al cabo le saca su lado bonito a la muerte. Paz continúa su vida con Antonio y su enfermedad de la mejor manera posible con humor haciéndole burla a esta enfermedad y sobre todo sacándole una sonrisa a su Antonio, emprenden más viajes, más idas y vueltas y también por desgracia emprenden una despedida hasta volverse a encontrar en otra vida. Por desgracia para Paz Antonio no fue la única pérdida cierto tiempo antes falleció la magnífica y nombrada con tanto honor en este libro Lola la madre de Paz y allí donde fuese desprende un aura de bondad, alegría.

Paz para ella solo tenía palabras buenas.

Tiempo más tarde llegó la despedida de Antonio la cual fue con tanto esmero amor puro y verdadero, tan bien asimilaron el proceso que cuando llegó el Samur ni se creían que estaban de luto por lo bien asimilado que lo tenían, ese era el objetivo de Paz darle la vuelta a la muerte y volverla bonita, ella lo consiguió, dejo ir y preparó a su Antonio para este viaje de la mejor forma donde solo estuvieron los más cercanos. Una vez despido del cuerpo de forma personal y con los más cercanos tocaba hacer el velatorio para todo aquel que estuvo presente en la vida de Antonio Paz se sentía muy rara al tener que elegir flores, ataúd por el simple hecho de que lo hacía sola, porque cuando falleció su madre al menos era con sus hermanos y su apoyo, pero aquí le tocaba sola la decisión.

En la hora del velatorio tuvo que soportar de todo había gente de todo tipo, más desconsolados que ella, los que veían bien el fallecimiento, los que se justificaban con simples frases típicas para quedar bien y los que decían que había perdido la lucha contra el cáncer y eso le cabreaba mucho porque él no dejó la toalla, él no dejó de luchar, claro que ganó la lucha… pero de otra manera.

Por última parte del entierro Paz dio un magnífico discurso donde recalcó todo lo magnífico y no tan magnífico del recorrido con Antonio, que le hubiese gustado que la despedida no hubiese sido así y que les agradece a familiares, amigos, su hija y ella de haberle permitido de disfrutar de él.   


Recomiendo mucho el libro ya que trata un tema muy delicado de una forma muy peculiar porque no cualquiera podría hablar de tal manera de la muerte con tanta soltura ni miedo a mencionarla, es un libro muy reflexivo porque a veces te hace pensar y reflexionar por el tema que trata y para la gente que esté tratando con esto actualmente o se haya estancado por ello que lea el libro porque viendo el ejemplo de cómo la autora lo ha vivido y de la forma que lo ha trabajado puede servir de mucha ayuda y apoyo. 

A mí este libro me ha enseñado a ver la muerte bonita sin miedo ni retención porque es un proceso natural el cual todos lo tendremos presente algún día y tendremos que realizar ese viaje, como Antonio; y cuando lo hagamos que sea de la mejor forma posible.

 

María Larrosa Bermejo (2022)

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